"¿Te puedo hacer una pregunta?"
"¿Qué?"
"¿Alguna vez alguien te besó en un cuarto vacío?"
"¿No...?"
"¿Lo puedo intentar?"
Donde Tsuki y Sheon empiezan a compartir refuerzo de matemáticas después de clases.
O donde Tsuki quiere hablarle a Sheon, una...
No es que Tsuki lo hubiera olvidado, solo se confundió de semana.
Hace unos días atrás, su proyecto de Literatura empezó a tomar relevancia desde que asignaron los dúos de trabajo. La señorita Lee era bastante exigente con ese tipo de evaluaciones y siempre hacía los equipos de trabajo al azar porque le gustaba fomentar la charla con otras personas del salón y no siempre los amigos entre ellos.
Cuando supo que le tocaba estar con Huh Minjoon, no sintió que fuera un problema. Ambos no eran amigos ni nada por estilo, a pesar de que Tsuki tenía bastante amistades repartidas por toda la escuela. En realidad, solo eran conocidos y hasta ahí.
Acordaron empezar el trabajo la semana subsiguiente de la que se asignaron a las personas que trabajarían juntas, o eso fue lo que entendió Tsuki. Ahora parecía ser que todo salió mal, porque la llamada de Minjoon en su teléfono la hizo frenar sus planes inmediatamente salió de casa para ir por Sheon.
No quería fallarle en absoluto a Sheon. Anhelaba conocerla más y salir con ella, divertirse y pasar un bonito rato a su lado. Ella era una gran persona, eso había visto durante el almuerzo que compartieron juntas y se habían divertido demasiado juntas. Era inevitable no querer repetirlo y esta vez fuera de la escuela.
—Carajo, no —bufó una vez entró a su habitación y se lanzó a su cama.
La sola imagen de Sheon tomaba protagonismo en su mente. Era imposible sacarla de ahí.
—Me dijo que era la próxima semana —susurró —No ahora, ¿por qué justamente ahora?
Según había hablado con su compañero, él iría a su casa dentro de unos minutos. Eso habían acordado la clase donde se concretaron como dúo de trabajo.
Le había dicho a Sheon la situación, pero hasta ese momento el mensaje sólo había quedado en visto. Entendía por qué y sabía que esa era una de las reacciones más normales en Sheon, aunque no fuera la correcta.
Simplemente le quedaba esperar. No sabía si insistir, no estaba segura de si esa era una buena idea, pero claro que quería hacerlo porque Sheon no contestaba y temía por que se hubiera molestado con ella o algo así.
De esa manera y con los nervios de haber arruinado todo, tomó su teléfono otra vez. Entró al perfil de Instagram y el mensaje seguía intacto. Había sido visto hace cinco minutos.
Dudó nuevamente si continuar mandándole algún mensaje, pero al final tomó la decisión de sí intentarlo.
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