"Un recuerdo mas..."
"El más desgraciado de todos en el infierno, no siempre fue así. Y por más que este niegue lo que una vez fue, siempre tiende a recordar los momentos más felices del pasado, porque son los que más duelen de recordar".
"¡Bang!"
"¡Alastor!"
El sonido del disparo y del grito de aquella mujer fue mas que suficiente para que diera un respingo de sus sueños. Sobresaltándose y despertando en su cama sudando y transpirando como si de un maratón se tratase, mientras sentía como su corazón latía con fuerza, casi como si este quisiera salirse de su pecho.
Desde que llego al averno, no podía conciliar el sueño sin que los tormentos del pasado no hicieran acto de presencia. Este era su castigo, por sus pecados, pensó fugazmente, mientras despertaba exaltado.
Si no era esa noche, la última que paso en la tierra como una persona viva, la que le atormentaba en sus noches, eran sus vivencias de la infancia o en "La Gran Guerra", donde presenció, junto a millones de jóvenes de su generación, las peores atrocidades que el mundo había visto hasta ese momento y que le dejaron un gran trauma, que incluso aun le hacían tener pesadillas tan vividas más de un siglo después de aquellos acontecimientos.
—Merde, putain de rêves. — susurro, mientras pasaba su pálida mano sobre su rostro, tratando de quitarse el sudor que impregnaba sobre su piel. Mientras una y otra vez esas imágenes se volvían a repetir en su mente.
Tras quitarse el sudor, se incorporo de su cama y opto por sentarse en la orilla de esta mientras pasaba ambas manos sobre su cabellera tratando de "relajarse", ya que aun sentía como sus corazón parecía quererse salirse de su pecho. —Por Satán... — dijo mientras alzaba su vista hasta el ventanal de su habitación, la cual mostraba desde lo alto del hotel la ciudad Pentagrama aun apabullante y llena de vida a pesar de las horas.
Mientras sentía como su ritmo cardiaco empezaba a bajar, opto por ir a tomar un baño frio en ese momento. Sabía que no podía reconciliar el sueño ya que aquellas pesadillas regresarían a atormentarle más tarde.
Un costo como castigo de los pecados hecho en vida.
Si bien, aparentaba ser alguien que el infierno era un paraíso para alguien como él, la realidad no podía ser mas distinta. La verdad era, que al igual que los millones de pecadores y almas perdidas allá afuera, él también estaba sufriendo y recibiendo su castigo por los pecados cometidos por el en vida.
Tal vez no eran "tan abrumadores" o "justos", en comparación a lo que él hizo en vida, pero en que en él surtían un efecto demoledor y extremadamente doloroso, pues sus tormentos no estaban dirigidos en torno a los pecados que él había cometido impunemente por años en vida, sino que era asechado y atormentado por los traumas y dolencias que el llego a experimentar en su vida y que regresaban a él todo el tiempo y en cada momento, evitándole tener la más mínima paz.
Se podría decir que este era su castigo y que estaría atado a ellos por el resto de la eternidad o hasta que su mera existencia se apague en este desolado lugar.
Así pues, este no tardó mucho levantarse de su cama y camino en medio de la oscuridad hasta dar con el cuarto de baño que estaba a su disposición para poder asearse del sudor que impregnaba todo su cuerpo.
Se desvistió y una vez estuvo completamente desnudo ingreso a la regadera, donde abrió el grifo del agua fría, y, a pesar que esta estaba a nada del punto de congelación, a este no le importo ni un poco aquello.
Más que asearse, quería quitarse el sueño que tenía en ese momento. Así que el contacto de aquella gélida agua sobre su cuerpo fue el que le hizo salir de la ensoñación en un abrir y cerrar de ojos.
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Tras aquellos ojos carmesí
Fiksi PenggemarUna sonrisa, un sonrisa es la mascara que oculta todo lo que él esconde a todos. Secretos, amores y dolorosos recuerdos de su vida, de cicatrices que aún no han sanado del todo después de décadas, de una vida llena de altibajos, de romances que no s...