La Chica De La Biblioteca

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Martes por la mañana, cómo dejé que Will me convenciera de hacer esto, yo soy Anthony Campbell un estudiante de Oxford, voy en segundo año y hoy Will mi mejor amigo y yo seremos guías de un grupo de nuevos alumnos, que divertido, todavía estamos de vacaciones así que preferiría despertar más tarde y pasar un gran día de flojera, en vez de eso debo levantarme temprano, escucho que alguien toca la puerta de mi habitación --niño el desayuno está listo, no tarde-- esa es Tina mi nana, ya se que soy mayor para tener una nana, pero dadas mis circunstancias agradezco que esté aquí --ya voy Nana, solo tomaré un baño antes-- destapo mis piernas inmóviles para poder maneobrar mejor y trasladarme a mi silla de ruedas, seguro se preguntan que pasó, bueno tuve un accidente cuando era adolescente, desde entonces necesito usar una silla de ruedas para poder moverme, ya me acostumbré a ella y bueno con el tiempo logré adaptarme a mi nuevo estilo de vida, aunque debo admitir que a veces tengo días horribles y parece que este día será uno de esos.

Para empezar mis piernas hoy no están muy cooperativas, los espamos no me dejan vestirme bien, la silla de ruedas nueva que debía llegar hoy no había llegado, así que tendré que usar esta que ya le suenan varias cosas, el desayuno no fue lo que esperaba, mi nana preparó lo que más me gusta comer, pero se vió opacado por una gran discusión entre mi padrastro y su hijo, larga historia pero prácticamente él me crío desde que era un niño, terminé mi desayuno, tomé mi mochila y salí de la casa pues Will ya me esperaba en la entrada a bordo de su nuevo auto, durante el camino hablamos de las actividades que hicimos en las vacaciones, pero sobre todo Will me contó que su padre le había conseguido un trabajo de medio tiempo en una de la empresas más importantes de desarrollo de farmacos, me alegré por mi amigo, pero también lo lamento por que eso quiere decir que no tendré con quien salir a divertirme los fines de semana, después de todo es mi único amigo. Llegamos a la universidad, entramos en el estacionamiento e hicimos uso de mi beneficio como discapacitado, usamos el lugar reservado, solo lo usaba cuando Will iba por mí ya que en general era el chófer de la familia quien me llevaba y traía de la escuela, una vez estacionados Will sacó mi silla de ruedas de la cajuela y la acercó a mí, con gran agilidad me traslade a la silla y caminamos en dirección de la biblioteca, en dónde les daríamos el tour a los nuevos alumnos, yei que divertido.

Cuando llegamos a la entrada de la biblioteca no había casi alumnos, así que nos tocó esperar unos minutos, cada vez veía a más estudiantes nuevos acercarce, algunos miraban mi silla de ruedas y luego a mí, ya saben de esas miradas escrutadoras que por muy disimulada las sientes y te incomodan, consecuencias que por muy acostumbrado que estuviera seguían siendo molestas, estaba a punto de reaccionar contra esas miradas escrutadoras pero Will tomó ventaja y comenzó a presentarse a los nuevos alumnos, después fue mi turno y prácticamente dije lo mismo que mi amigo, en fin, era hora de entrar en la biblioteca para aburrirme explicando reglas a los novatos. Mi suerte cambio drásticamente al ver llegar a la joven más hermosa que jamás había visto, cabello negro y largo, ojos café profundo, un color de piel tan hermoso, dorada como el sol, unos labios jugosos que incitaban a besarla, considerablemente más bajita que el resto de novatos, sin embargo causó un gran impacto en mí, la miré completa de pies a cabeza; que ángel tan lindo acaba de ingresar a esta universidad, pero de la nada tuve que salir de mi momento de epifanía, pues Will me había cedido la palabra, comenzamos a guiarlos por la biblioteca, esa hermosa chica caminaba deleitándose con la basta colección de libros que había aquí, podía ver sus expresiones de asombro, sus gestos que decían 'pasaré mucho tiempo en este lugar'; avanzaba esquivando las pilas de libros en el suelo pues no quería causar un desorden, pero como me es costumbre, cuando trato de evitar algo eso siempre termina pasando, ley de Murphy, lo que puede pasar pasará , y en esta ocasión pasó, golpeé una pila de libros que terminaron exparcidos por todo el suelo, sentí nuevamente las miradas escrutadoras, así que inale profundamente y solo sonreí como diciendo que todo estaba en orden, internamente me reprendía por ser descuidado, pero quién diría que ese descuido me daría una alegría, la hermosa chica de los ojos cafés se acercó a mí para ayudarme a recoger los libros, la pude ver a los ojos, nuevamente tuve un momento de serendipia.

Después de ese accidente, que ahora lo consideraba como algo bueno, el recorrido terminó y los novatos se exparcieron por el campus, ví que la chica iba en dirección de la cafetería así que la seguí decidido a preguntarle su nombre y cuanta información pudiera pedirle, realmente deseaba conocerla más, como llegó tarde no se registró en la vitácora, así que esta era mi oportunidad para preguntarle su nombre, estaba a punto de alcanzarla, desafortunadamente Tomas llegó para impedirme el paso, él tenía la habilidad de aparecer en los momentos menos oprtunos, por eso siempre terminabamos discutiendo en casa; ¿contexto?, pues él es el hijo de mi padrastro, a diferencia de Gerry (mi padrastro) que es amable, sereno y mesurado, Tomas es odioso, consentido y altanero, desde que estoy en silla de ruedas trata a toda costa de hacerme sentir mal, al principio lo lograba pero con ayuda de mi madre, mi padrastro y su hija logre salir adelante y no dejarme hacer sentir menos, volviendo a lo que decía anteriormente, Tomas se interpuso en mi camino y ya no pude alcanzar a la chica, me dijo que el entrenador me quería ver, tomó el respaldo de mi silla y me comenzó a empujar por todo el campus hasta la oficina del entrenador, por más que traté de quitar sus manos de mí no lo conseguí, con cada movimiento sentía que me tiraría de la silla y me dejaría tirado a mitad del campus, por fortuna eso no pasó y realmente el entrenador quería verme, entré a su oficina para recibri una serie de regaños y sermones, de como debo aprender a trabajar mejor en equipo, que no debo ser tan exigente con mis compañeros, etc, etc, etc., pero lo que realmente me aterró fue oirlo decir que sí no lograba clasificar nuevamente en la competencia de relevos sería expulsado del equipo, eso no podía permitirlo, me esforcé mucho para entrar al equipo y lograr la condición necesaría para ser un miembro competente, el entrenador se veía tan decidido que me abstube de contradecirlo, solo esperó que mi siguiente compañera no sea tan insoportable como la anteriór.

Salí en silencio de la oficina del entrenador, Tomas ya no estaba, que bueno así podria avanzar hasta el estacionamiento lamentando mi situación actual, sentenciado por mi coach a clasificar y ser tolerante con quien sea que se convierta en mi nueva compañera de competencia, probablemente sea otra niña rica con infulas de grandeza que me vea como poca cosa a su lado, pero lo que más me dolía era el hecho de que no pude saber el nombre de la chica de la biblioteca, ahora solo quedaba esperar a que iniciaran las clases para ver si la suerte me sonreía una vez más y lograba verla en el campus, despues de todo ella era de primero y yo de segundo, y ni siquiera sabía en que carrera se había anotado. De regreso a mi casa Will trataba de darme animos con respecto al equipo, en cuanto a la chica de la biblioteca, bueno me sugirió que al dar inicio las clases la buscará en la biblioteca, como ya les había dicho ella se veía muy interesada en el lugar así que habría una gran probabilidad de que la encontra ahí en algún momento, llegamos a la casa, invité a pasar a Will para que jugaramos un rato en la consola, pero lamentablemente tenía que presentarce hoy a su nuevo trabajo. Nos despedimos chocando los puños, rodé lo más rapido que pude a la puerta de mi casa pues ya estaba lloviendo, mi nana fue la que me recibió con una toalla y chocolate caliente, el resto de la tarde y semana me la pasé haciendo lo que mas me gustaba hacer en mi tiempo libre, jugar en línea y leer la nueva colección de libros que encargué por internet.

Amor De UniversidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora