Competencia - Primera Ronda

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Sábado por la mañana, la adrenalina ya está al máximo mientras esperamos en la entrada principal de la universidad a que llegue el autobús que nos llevará al lugar de la competencia, el clima de hoy es más frío y turbulento que en días anteriores, casi puedo asegurar que una tormenta de nieve se va a desatar en el transcurso del día aunque sigamos en otoño, Tony está a mi lado cubierto de pies a cabeza con ropa de frío y una frasada sobre su regazo, me quedó viendolo detenidamente, se ve tan tierno y bonito que no puedo resistir más y le doy tremendo beso en los labios sin importarme el alboroto que se genera en el equipo --¡Oh!, eso se sintió tan cálido Aru, ¿me puedes dar otro?, el médico dice que es bueno para mí salud-- la voz de Tony suena tan sensual que no lo dudo y le vuelvo a dar un beso más feroz, el me envuelve con sus brazos y me acomoda en sus piernas cubriendome con su frazada --creo que es un poco pequeña para los dos-- le digo en un tono juguetón --así te puedo tener más cerca de mi Aru-- explica Tony apretándome contra su pecho. --Al parecer ustedes dos han perdido toda vergüenza porque los vean juntos-- el entrenador apareció detrás de nosotros, ¿porque deberíamos sentir vergüenza? mi expresión facial cambió drasticamente --entrenador, solo me aseguro que mi compañera de competencia no sufra un golpe de frío, ya sabe para que pueda rendir al cien el día de hoy-- el comentario de Tony iba cargado de sarcasmo, pero no lo culpo la última semana se ensañó con nosotros y no nos dejaba en paz con sus comentarios groseros y ofensivos --además entrenador, no hay nada en el reglamento que prohíba las relaciones entre miembros de equipo-- añadí a lo que Tony dijo --solo espero que no afecte su desempeño el día de hoy, recuerden que deben ganar o están fuera-- el entrenador se alejo de nosotros pues el autobús había llegado, que manera de hechar a perder un buen momento.

El autobús que nos llevará a la competencia es grande y lujoso, con dos puertas, una más ancha que la otra, pues una es para que Tony pueda subir cómodamente, ambas puertas se abrieron al lapar, el equipo subió al autobús pero yo esperé a que Tony se acomodara en la plataforma para subir al transporte, una ves que estuvo a bordo me apresuré a llegar junto a mi querido Tony --¿seguro que no quieres sentarte más adelante Tony?-- el camión es bastante amplio, sus asientos son muy cómodos y solo somos nueve personas a bordo en un transporte para veinte personas --aquí estamos mejor Aru, así tendremos privacidad y no tendremos que soportar los comentarios sarcásticos de Tomás y el entrenador-- tiene razón, desde aquí apenas se puede percibir la voz de los demás, Tony procedió a trasladarse a uno de los asientos, por mi parte aseguré su sillas de ruedas al piso con ayuda de unos arneses para que no se fuera jugando durante el camino --todo listo, ahora hay que disfrutar el viaje amorcito-- Tony me miró con ojos casi desorbitados, es la primera vez que lo llamo así --¿no te gusta que te llame así?-- el se acercó a mi y junto su nariz con la mía -- por supuesto que me gusta que me digas así, amorcito-- el autobús empezó su marcha y nosotros aprovechamos para comer el desayuno que preparé.

--No me canso de comer lo que preparas Aru, es delicioso-- si algo tiene Tony es que disfruta al máximo lo que come y a mi me hace sentir increible cada vez que elogia lo que cocino, aunque sea comida muy sencilla --gracias Tony, el proximo lunes te llevo el almuerzo-- ambos nos sonreimos mientras terminabamos el desayuno, el viaje duraría alrededor de cuatro horas, así que nos daba tiempo de platicar comodamente, pues al descender del autobús entrariamos en un estado bastante acelerado, con los registros y la ubicación de los vestidores. --Aru ¿quien te enseñó a cocinar?-- salí de mis pensamientos cuando escuché la voz de Tony --fueron mi mamá y mi mamá Yaya, ambas cocinan muy rico-- el rostro de Tony resplandecía con cada bocado que ingería --espero poder probar su comida un día-- me miró a los ojos con la esperanza de que ese día fuera pronto --por supuesto Tony, te aseguro que a mi familia le dará gusto conocerte y recibirte en nuestra casa-- la boca de Tony se abrió ligeramente --entonces ¿esto es una invitación a tu casa?-- le sonreí y asentí --ahora que lo pienso bien Aru, no me has hablado mucho de tu familia, solo sé que tienes una hermana y que vivias en... ¿como dijiste?... a sí, Guadalajara-- ciertamente no suelo hablar mucho de mi familia con nadie, ni siquiera con Imogen e hablado de quien es mi familia --¿y que te gustaría saber de ella?-- le pregunté a Tony para saber por donde empezar --pues tu sabes los nombres de los miembros de mi familia y a que se dedican mis padres, sería bueno saber lo mismo de los tuyos-- cosas sencillas, por lo general profundizar mucho en el tema de mi familia lo reservo solo para la gente muy cercana a mí y en el caso de Tony no puedo negar que se ha vuelto alguien intimamente cercano a mí, pero el siempre a respetado esa parte de mi privacidad así que me resulta tierno y alagador que no empezara por temas más profundos al preguntarme por mi familia --pues mi padre se llama Alejandro y es arquitecto, tiene su propia inmobiliaria y a hecho grandes proyectos para la ciudad de Guadalajara, mi mamá se llama Sara y es maestra de kinder pero también colabora con mi papá en la inmobiliaria, mi hermanita se llama Aquetzali va en la secundaria ella es más a fin al arte que al deporte y no comparte mi gusto por los videojuegos pero si por los libros-- Tony me escuchaba atentamente, como tomando notas mentales --y la última persona que vive con nosotros es mi mamá Yaya su nombre es Aidé ella se retiró de su trabajo hace bastante tiempo, pero ella trabajó tambien como maestra pero en primaria-- cuando terminé de hablar los ojos de Tony estaban llenos de curiosidad y de preguntas, sabía que quería preguntar más --anda Tony preguntame lo que quieras, puedo ver tus ojos llenos de preguntas-- le dí un ligero golpecito en el brazo --bueno Aru, es que es mucha información, quisiera preguntarte todo, ¿como fue tu infancia?, ¿como luce el lugar donde creciste?, ¿incluso quiero saber el color de tu habitación cuando eras niña?-- ahora me doy cuenta que he sido muy hermética con Tony, el no sabe casi nada de mí, excepto que me gustan lo videojuegos, los libros y que soy buena en los estudios, mientras que yó ya tuve la oportunidad de conocer a su familia, su hogar, lo que le gusta y lo que no le gusta, sus lugares favoritos en Oxford, me los enseñó el día de nuestra primer cita --Tony... se que he sido muy cerrada con esos temas, pero haber por donde empiezo...-- me recargué en su hombro --pues la casa en donde crecí era más pequeña que la que tenemos ahora, era de una sola planta con dos habitaciones, en ese momento mi mamá Yaya no vivía con nosotros, recuerdo que entonces al igual que ahora las paredes de mi habitación han sido de color morado bajito, dato curioso, es mi color favorito Tony-- sentí como apoyaba su cabeza en la mía --así que morado, el mió es el azúl-- levanté mis ojos para verlo --¿como el azúl de tus ojos?-- le pregunté --no, sino como el azul del cielo cuando llega el alba-- le dí un beso en su barbilla --eso sonó hermoso Tony, cuando cumplí los seis años fue que nos mudamos a Guadalajara y nació mi hermanita, desde entonces vivimos ahí y gracias al trabajo que le ofrecieron a mi papá fue que pudo poner su propia inmobiliaria-- seguí platicandole más sobre mi familia mientras veía pasar los paisajes fríos de York que es donde competiriamos en esta ocasión.

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