⏤͟͟͞͞♡𝐓𝐰𝐨 𝐒𝐭𝐚𝐫𝐬 𝐈𝐧 𝐋𝐨𝐯𝐞⃟ ◇

🗯┊Capítulo 6: Eres igual a un crío.

Yo aparté mi vista de la ventana del vehículo para mirar a mi mánager una vez más. Kiyoteru aún tenía esa irritación y amargura en su cara. En un momento el volteó su mirada para mirarme a mi, lo hizo de forma desagradable y seria. Yo me estremecí bastante ante esto. - ¿Pasa algo?- Me preguntó Kiyoteru con un tono de voz frío y cortante. Yo fruncí el ceño ante el comportamiento de mi gerente y pensaba responderle de la misma forma o peor - Sí, lo que pasa es que no puede ser que te pongas así por lo de antes, no puedes ser tan sensible. Además, estaba con dolor de cabeza, deberías haberte puesto en mi lugar.-  Le dije yo con el mismo tono de voz en el que me habló él e incluso de una forma más hostil y ofensiva. Kiyoteru se encontraba cabizbajo, avergonzado y arrepentido después de que yo le dijera aquellas palabras, o eso me hubiera gustado decir. En realidad, Kiyoteru me miraba con el ceño fruncido y totalmente furioso, era como si estuviera a punto de explotar. Yo lo miré asustado y en ese mismo instante supe que la había cagado con todo lo que dije. Kiyoteru me dirigió una vez más su mirada penetrante y sombría antes de hablar. -Kaito, yo me preocupo por ti y por tu carrera músical. Todas la veces que te he dicho que no hagas ciertas cosas fue por tu bien y también porque no quería que te pusieras en riesgo a ti ni a tu reputación, de hecho, más de una vez te he salvado de que caigas en un escándalo o una polémica... ¿Y tú me lo pagas de esta forma? Eres igual a un crío maleducado, quejica y desagradecido.- Me dijo Kiyoteru,  sin alzar la voz, pero severo y con un toque de ira. Yo solamente me quedé mirando hacia abajo, sabía que Kiyoteru tenía razón y no se lo podía debatir. Tenía que admitir que lo que él dijo me dolió, pero me merecía que él me diera aquella lección. Suspiré y miré hacia la ventana una vez más, contemplando la ciudad, mientras el vehículo iba de camino al aeropuerto. - Más te vale que esta vez hayas aprendido, todo esto no lo dije porque me guste echarte la bronca o por diversión. Soy tu mánager y estoy a tu servicio, pero eso no quiere decir que tengas derecho a tratarme como tu esclavo.-  Me dijo Kiyoteru una vez más, esta vez parecía una madre dándole un sermón aburrido a su hijo. Yo puse mis ojos en blanco y resoplé un poco molesto, pero aún avergonzado por lo que anteriormente Kiyoteru me había echado en cara. - Ah... Sí, perdón.-  Respondí yo, con un tono de voz bajo y suave. Está vez no parecía tan directo y estaba más apaciguado. Kiyoteru asintió y se cruzó de brazos, su mirada ya no tenía tanta ira como antes, pero aún así seguía algo molesto. - Bien, te perdono, pero tienes que entender que no todo siempre se puede arreglar con una disculpa.- Habló Kiyoteru otra vez. Él siempre tenía que ponerle pegas a todo lo que yo decía o hacía, pero como él mismo mencionó antes, lo hacía por mi bien. Yo está vez no respondí y simplemente me quedé mirando hacia la ventana. El aeropuerto se podía ver a lo lejos, ya estabamos llegando a nuestro destino.