Rosas. [MuiTan/TanMui] TERMINADA

Evidencias.

[Tanjiro][24/12/21]

¡Es navidad! Mi segunda noche favorita de todo el año, en el primer lugar está halloween. Tengo un regalo un poco radical para Muichiro, pero creo que le gustará. O eso espero. No es un regalo muy tierno. 

El otro día estaba en el cementerio dejándole ofrendas a mi difunto padre. Le dejé un par de flores y un poco de comida, lo normal. Mientras le contaba todas las novedades (Algo que acostumbro a hacer cada vez que voy a visitar su tumba), noté un nombre familiar en la tumba que estaba atrás. 'Yuichiro Tokito', decía. 

He escuchado a Muichiro murmurar ese nombre o nombres parecidos, como 'Yui'. Además, Mui también se apellida Tokito. ¿Se necesita más evidencia? 

Muichiro siempre despierta de todos los sueños en los que murmura su nombre, nunca me atreví a preguntar por ello, sólo decidía dejarlo llorar en mi hombro hasta que sus ojos se cerrasen de nuevo y pudiese descansar. Desde que lo conocí, tengo una extraña sensación de que quiero hacerlo sentir feliz, con la alegría más radiante que pueda sacar.

He descubierto que para poder verlo así, tendrá que recordar qué es lo que lo hace perder la respiración cada vez que ve esas flores amarillas. Creo que ha recordado gran parte de lo ocurrido, así que está mucho mejor ahora. No sé qué estará pasando por su mente, pero cada día se ve más bonito.

De verdad espero que no le haga mal ver esa tumba. En cualquier caso, planeo dejarlo solo para que pueda llorar o hablar tanto como quiera, o si quiere que me quede y lo abrace, lo que sea que necesite en el momento, lo haré. 

[Muichiro][24/12/21] 

Ya descubrí por qué me daba asco verme a mí mismo en el espejo. Pensaba que no recordaba tu rostro, pero era al contrario. Podía verlo en mí todos los días, en cualquier reflejo. Odio admitir que me hiciste sufrir mucho después de que ellos, nuestros padres, murieron. Yo tenía solo 11 años. Era un niño y siempre tuve un poco de inocente esperanza, el puro deseo de querer salir adelante, el engaño de que el mundo es hermoso y que aún hay algo por hacer. Algo te quitó ese tenue brillo, Yui.

Sé que no fue tu culpa, sé que tú también buscabas desesperadamente alguien que te apreciara pero, decidiste que sería imposible, por mucho que anhelaras el cariño de alguien. Te callaste a ti mismo y fuiste rudo conmigo y con cualquiera que quisiera sacarte de ese estado tan deprimente. 

Yo te amé, te sigo amando, de hecho. Y creo que nunca pararé de amarte. Estos meses solo fueron díficiles de lidiar, pues nunca pude enfatizar ningún momento además de esa noche, la noche en la que te vi descomponiéndote. 

Sigo sintiendo cómo tu cuerpo lentamente se enfriaba haciendo contraste contra las larvas, aquellas que casi me comen a mí también. Puedo recordar a una chica que me salvaba unos segundos antes de desmayarme, a partir de ahí no llego a mucho más, no puedo saber cómo fue que terminé aquí. Pero está bien, porque estoy feliz aquí. 

Ya no me da asco mi cara ni mi cuerpo, aún es difícil comer pero puedo lidiar con eso. Mi espalda tiene algunas cicatrices que me duelen, mis brazos y mis piernas están llenas de moretones que sé que no se irán, mas no importa, tal vez sea cierta evidencia de que pude vivir contigo por algún tiempo. 

He comprendido que todo tiene un final, aunque el nuestro no fue lo más ideal y ocurrió más pronto de lo que me gustaría, realmente sé que estaré bien. La falta de tu precensia ya no me hace daño, lo que dejaste de evidencia en las marcas de mi cuerpo ya no me dan ganas de vomitar.

Y cuando Tanjiro las acaricia, sea voluntaria o involuntariamente, es cómo si la textura más suave esté ayudando a curarlas para que ya dejen de darme molestias. No quiero que desaparezcan, sólo que deje de doler. 

[Omnipresente][24/12/21]

Tanjiro entró al balcón de su propia habitación para encontrarse a Muichiro, descalzo y con ropa poco abrigadora, jugando con el aire frío, pues a medida que respiraba salía aire blanquezino, Tanjiro supuso que era divertido para él. En realidad, era entretenido para cualquiera, solo se le hizo muy tierno. 

Muichiro volteó la cabeza apenas escuchó la puerta rodar, al encontrarse con Tanjiro, su sonrisa fue de lo más automática. Solo podía enfocarse en una cosa. 

— Te ves tan lindo con esa bufanda. No, te ves bonito con cualquier cosa, creo que me gusta más el rubor que tienes por el frío. — dijo Muichiro, cómo siempre, siendo incapaz de mentir ante Tanjiro. No decir nada también se sentía como mentir para él.

— Deberías abrigarte, no quiero que te enfermes. Digo, sería agradable cuidar de ti, pero prefiero poder acercarme a ti y besarte sin infectarme. — Tanjiro recientemente estaba intentando aplicar esa práctica. Solo para experimentar, ver el tipo de reacción que Muichiro tendría.

— Eso rimó. – pausó un segundo y miró el árbol que sostenía bastante nieve – Me gustas. — pronunció finalmente. Las reacciones de Tanjiro le fascinaban, por más que escuchara sus halagos, siempre se sonrojaba y lo tomaban por sorpresa aunque ya fuera algo cotidiano. Esta vez no fue ninguna excepción.

— Quisiera que vengas conmigo a un lugar, Mui. Quiero que veas algo. — 

— ¿Hm? ¿Qué es? — 

— No sé si pueda decírtelo con certeza... — contestó Tanjiro, a pesar de tener completa certeza y confianza, decirlo no iba a ser de lo mejor. 'Um, ¡Vi la tumba de tu hermano atrás de la de mi padre! Jaja, casualidades, ¿Verdad?', solo imaginarlo era morboso para cualquiera.

◇◇◇

— Tanjiro... Estar en un cementerio debería darme miedo, pero el sol se ve muy bonito cuando se va, incluso en un lugar como este. — Muichiro intentaba ignorar el hecho que intuía. Tanjiro lo había llevado a un lugar lleno de traumas, podía mostrarle la tumba de su padre o mostrarle la tumba de cualquier otra persona querida, no sabía qué haría si Tanjiro necesitaba consuelo ante una situación tan delicada. Lamentablemente o afortunadamente, no se trataba de eso.

— Si... Cuando anochece es lo más lindo que hay. Pero, ¡Es solo una sugerencia cuando te digo que... mires los nombres en las tumbas! — se le notaba en la voz los nervios que sentía ya estando frente a la tumba del famoso Yuichiro, empezando a dudar de sí mismo, preguntándose si estaba realmente bien llevarlo a este lugar. Muichiro, finalmente, decidió bajar ligeramente la cabeza para encontrarse con la tumba frente a él. 

— ¿Yui-Yuichiro...? — tartamudeó al sentir el nudo en su garganta, avisándole de las prontas lágrimas. 

— Me estoy arrepintiendo, si quieres regresar, regresemos. Te compraré algo, lo que quie- — se interrumpió a sí mismo al notar como Muichiro lloraba, pero no realmente desconsolado. Al contrario, parecía tranquilo. Como lágrimas luego de un día estresante, lágrimas sanadoras y necesarias para al fin ir a dormir un poco menos adolorido. El peliburdeos alejó la tensión en su cuerpo al notar que tenía razón.

— Tanjiro, este es un lindo regalo... Gracias. Compremos natilla de regreso, pero antes, por favor, abrázame. — pronunció Muichiro, se le rompió la voz aunque hizo un gran esfuerzo para que no sucediera. Tanjiro, sin pensarlo, lo abrazó casi como si se estuviera lanzando. 

'Estoy finalmente sano. Se siente bien...'

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Fin, creo.