Capítulo 5

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Lunes 10:05

Abro mis ojos y lo veo a él, aún está durmiendo, sus facciones relajadas hacen que me transmitan tranquilidad, justo lo contrario a lo que somos.

—¿Me observas mientras duermo?

—No

Abre los ojos y yo los cierro de inmediato, nunca pensé que él y yo podríamos estar así. Después de  mi impulsividad me trajo a su casa, al principio me sentí un poco asustada no sabía si quería llegar al siguiente nivel, una cosa es besarlo y otra muy diferente es tener sexo con él, no sabia si me sentía lista. Pero no me trajo aquí con esas intenciones, al llegar me dio un par de besos más antes de irnos a dormir.

Es totalmente desconcertante, creo que alguna vez en todo el verano le dije que no quería tener sexo antes del matrimonio.

—¿Nora? Ya estás enamorada de mi—Le miró sonriendo.

—No estoy enamorada de ti, hace falta algo más que un beso—Me atrae hacia él.

—Tal vez dos—Sella sus palabras posando sus labios contra los míos.

Le sigo el ritmo, no es rápido como ayer, es lento y tranquilo, se separa de mi, no sin antes darme otro beso en la mejilla.

—Ahora si estás enamorada de mi—Niego con la cabeza—Pero si ni si quieras traes ropa puesta—Le miro claramente ofendida.

Puede que solo lleve su camiseta puesta, pero eso es ropa.

—Claro que llevo idiota.

—Nos casaremos—Lo suelta así de sopetón.

—¿Qué?

—Recuerdo aquella vez que me dijiste que no ibas a tener sexo hasta que te casaras, así que lo respetaré, así que nos casaremos—Lo dice con mucha tranquilidad.

—Soy muy joven para casarme, me gustará probar tu abstinencia sexual.

—Te sorprenderé.

—Todo esto por una chica, diría que el enamorado eres tu Alex—Me atrae hacia él otra vez.

—No voy a negar lo que no se puede negar.

Vuelve a posar sus labios contra los míos, haciendo que los míos se muevan a su voluntad, me gusta, me gusta mucho, muerdo su labio inferior antes de sepárame de él.

Lunes 18:14

Alejandro me trajo a casa después de comer, estuvimos toda la mañana juntos, hablando, riéndonos y por supuesto besándonos.

Estar así con él ahora mismo es como vivir en una burbuja y me asusta sentir algo tan grande y más me asusta la reacción que tenga Viri con todo esto.

Mi hermana entra en la habitación así sin avisar, reconozco porque ha entrado, conozco su cara lo suficiente para saber que está arrepentida de algo.

—Nora lo siento de verdad, ayer me pase—Se sienta a mi lado en la cama—No debería de haber ido a tu fiesta, se que yo fui el centro de atención una vez más.

—Muy egocéntrico de tu parte pensar que eras el centro de todo—Si puede que sea así pero aún estoy un poco resentida.

—Se que lo fui, llámame lo que quieras, pero no lo hice a propósito, ¿me perdonas?

Como podías negarle a tu hermana un perdón, yo desde luego no podía por mucho que a veces la odiara es la única de esta familia que me aprecia.

—Está todo perdonado—Ella me sonríe y me abraza.

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