Until Dunkirk/Alex/ Harry Styles Dunkerque

Capítulo 4

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Mis piernas ardían de una forma inexplicable, no sabía con certeza cuanto llevábamos corriendo a través del bosque frondoso, pero estaba segura de aun era de noche cuando el sargento O'Connor entro gritando ordenes al galpón, ni siquiera nos permitió vestir el uniforme y nos llevó a la fría intemperie con nada más que nuestros pijamas. A madre le daría un infarto si supiera.

Sabía que había dormido menos que mis compañeros, ya que, luego de limpiar la sangre de mi nariz, aguarde despierta en mi cama a que todos cayeran un sueño profundo; debía volver a marcar el maquillaje en mi rostro, no podía bajar la guardia cuando todavía podían regresarme a Londres.

Pero había algo que no dejaba de hacerme ruido. Tommy estaba despierto cuando volví de los baños y sentí su mirada escudriñando hasta la más pequeña pizca de mi alma. No ayudaba en nada que siguiera dedicándome la misma expresión en tanto trotaba a mi lado.

-¿Podrías dejar de mirarme así? Comienzas a inquietarme- le dije con voz ahogada debido al esfuerzo sobrehumano que estaba haciendo. Mis pulmones explotarían si seguimos así.

-¿Qué hacías despierto tan temprano?- cuestiono apenas termine de hablar, tenía su respiración igual o peor que la mía.

Su pregunta me preocupo, pero aun así mantuve mi expresión fría. Hecho un vistazo al frente del grupo, topándome con la intensa mirada del sargento O'Connor, quien no se había movido de su posición desde que nos ordenó correr.

-Fui a orinar- respondí con desinterés. Tommy se mantuvo en silencio, cosa que agradecí.

No mucho después se nos permitió detenernos, contuve el impulso de lanzarme al piso para descansar y aplaudo internamente cuando el sargento nos ordena ir a vestirnos con el uniforme sin tomar una ducha antes, eso significa que podre bañarme cuando todos estén dormidos. El grupo de jóvenes avanzó con pereza y una clara dificultad para poner un pie delante del otro, yo estoy claramente entre ese grupo, pero debía llegar antes para poder vestirme, ya que no sabría explicar las telas que envolvían mi pecho.

Apresurando mis pasos me escabullí detrás de un edificio y corrí sintiendo un intenso dolor en mis cansadas piernas. Por todos los santos ¿Por qué nuestro galpón estaba tan lejos?.

Llegue luego de lo que se sintieron horas corriendo, me asegure de que nadie estuviera en el lugar y comencé a cambiarme con una velocidad impresionante. Estuve a punto de maldecir cuando noté que la camiseta estaba al revés, me quito la camisa verde y luego la camiseta, pero no llegue a pasarla por mi cabeza.

-¿Pero qué...? Oh cielos...- detuve abruptamente mis movimientos. Siento que todo mi cuerpo se tensa y el miedo me invade hasta los huesos, miro sobre mi hombro, encontrándome con la incrédula mirada de Tommy, sus ojos no se despegan de la tela que envuelve mi pecho. Él ya lo sabe.

Me obligo a salir del shock para terminar de vestirme, abrocho los últimos botones y me acerco al estático Tommy que sigue sin poder reaccionar.

-Tommy, no puedes decirle a nadie- hable atropelladamente sujetando sus hombros.

-Eres una chica...- balbuceo con horror, sin quitar sus ojos de los míos.

-Tommy, escúchame...- imploré entrando en pánico cuando las voces del pelotón comenzaban a escucharse, estaban cerca del galpón.

-Eres una chica...- no era el mejor momento para que este joven entrara en shock por su reciente descubrimiento, así que levante la mano y sin pensarlo mucho abofetee su rostro con todas mis fuerzas, logrando que girara su rostro gracias al impacto. Gracias al cielo pareció reaccionar. -Me lleva el...- tape su boca antes de que pudiera terminar su frase.