Un nuevo día empezaba para el chico rubio,siendo despertado de una manera poco cariñosa de su "madre" adoptiva,si es que así se le puede llamar a esa histérica mujer.
Recibiendo una cachetada para despertar la mujer le dijo que se apresurase para hacer el desayuno,si el es el que hacia las tareas domésticas desde que tiene memoria.
Su "amorosa madre" no sabía hacer absolutamente nada y el tenía que hacer todo.
Lo único bueno respecto a esto es que una vez cada cuatro años sus "padres" le regalaban algo por su cumpleaños.
Ya sea ropa usada o unos calcetines,en cuestión todo lo que un niño pequeño detesta que se le regale en su cumpleaños.
Pero al ya no ser tan pequeño,en verdad agradecía lo que se le daba en la cara con una respuesta de mala gana de "Feliz cumpleaños niño".
Y la última vez que recibió algo fue en su cumpleaños número trece,donde se le dio unos auriculares.
Si tal vez sus "padres" no lo quieran tanto pero a los doce el se esforzó demás y le dieron la oportunidad de pedir algo de regalo por primera vez.
En ese entonces lo que más odiaba era escuchar a los adultos jóvenes discutir,así que pidió unos auriculares.
De milagro se le fueron conseguidos y eran inalámbricos, también en su cumpleaños nueve se le dio un viejo teléfono.
Se veía bien y solo se lo dieron porque la mujer se había comprado uno nuevo y ya lo iban a tirar.
En realidad solo lo tenía por la música que tenía descargada, teniendo bastante en los archivos de su teléfono...
—"¡QUÉ TE LEVANTES!,se me está haciendo tarde y tengo hambre,haz algo inútil— esta vez hablo Horā,su padre adoptivo.
Aunque en su reclamo le dio un golpe en el estómago,el chico solo se disculpo y se apresuró a terminar el desayuno.
Consistía en algo poco elaborado para un desayuno,pues eran bolas de arroz con carne de res.
Una carne algo cara,lo único que ellos le compraban era ingredientes para las comidas,y al mencionarles lo deliciosa que podría ser esa carne al día siguiente Tekina,su madre llegó con la carne.
Cuando su padre se fue,Tekina lo hecho a la calle,puesto que aparte de que la mujer engañaba a su esposo metiendo a cientos de hombres a su casa.
El chico tenía escuela,cosa de la cuál ella se aseguró para que no jodiera mientras tenía sexo con algún cliente más.
Antes le lanzó unos vendajes para que tapara su cara roja por su cachetada y dejo que se los colocará,ella a comparación de su marido no es tan cruel con el chico.
Después y a gritos de la mujer subió con rapidez a su habitación,que más bien era un clóset de limpieza,tomo sus audífonos, teléfono y se fue de la casa....