Luego de un corto viaje en autobús, Marinette sostenía la mano de sus dos hijos en lo que Adrien se decidía por cual camino tomar ahora. Era su primera vez yendo al supermercado, quería verse como un excelente patriarca digno de guiar a salvo a su familia. Sin embargo, los años sin experiencia que Gabriel le inculcó con su encierro, no lo dejaban siquiera verse seguro en las calles de París —sin su traje, claro.
—Adrien.
Marinette se puso junto a él y le hizo una seña para que mirara al enorme letrero que indicaba el estacionamiento del supermercado. El autobús los había dejado justo a un lado del supermercado y él muy a penas se daba cuenta.
¿Más ciego no puede ser? Él incluso se sorprendía de su poca calidad visual.
Emma y Hugo iban casi saltando de la emoción de pasear por las calles cuando antes estaban acostumbrados a ir en auto. Adrien deseó ser un niño para encontrar el lado divertido de pasar horas —fue media hora— en autobús pegado de personas sudorosas y de mal aspecto para llegar al supermercado.
Él suspiró, mientras reacomodaba a Louis en sus brazos. Era gracioso que de todos los que estaban en la misma casa, eran ellos los tenían que ir a hacer las compras de la semana. Tom y Sabine tenían muchos clientes, Gabriel salió a unas reuniones del poco trabajo que tiene (falsa excusa) y Nathalie... tiene la novedad de abrir un canal de YouTube. En cualquier caso, Marinette no le dio confianza de dejar a Louis con ella.
Ahora la bella familia caminaba entre los autos para llegar a su destino.
***
—¿Puedes repetirme por qué trajimos a Emma y a Hugo? —dijo Adrien con cansancio.
Puede que Louis no porque no habría ningún adulto disponible que pueda atender sus necesidades, pero estaba seguro que Nathalie si podría estar atenta con Emma y Hugo. Talvez no tenía la paciencia para un bebé, pero para dos traviesos quizás sí.
Emma y Hugo corrían entre los pasillos y Adrien ya había agotado su garganta para reprenderlos y hacer que se queden quietos, podrían molestar a alguien. Esos niños tenían una energía inquebrantable.
Marinette se mantenía a su lado y tenía su atención en una lista que entre su madre y ella escribieron sobre las cosas que necesitaban para surtir su despensa semanal.
—Porque así podríamos a hacer algo en familia —responde Marinette sin mirarlo—. Además de llevarlos a la escuela cada mañana, me gustaría que acostumbráramos a los niños ir en bus y a hacer cosas comunes que antes no hacíamos porque teníamos dinero para pagarle a alguien para que haga todo por nosotros. Quiero aprovechar esta desafortunada situación económica para que ellos aprendan a sobrevivir sin la ayuda de... —Lo mira con una sonrisa burlona—... "Nathalie".
Adrien había esperado este momento desde que se mudaron a la panadería. Adrien sabe que Marinette recuerda muy bien que Gabriel Agreste le suplicó a Nathalie para que no lo dejara solo. Después de todo, siempre fue atendido por ella que le aterraba la idea de que lo abandonara una vez que no pudiera darle un salario. Adrien lo había atribuido a que su padre al fin se estaba dando cuenta de la mujer que tenía a un lado, mientras que Marinette pensaba que simplemente Gabriel ya no se sentía apto para hacer las cosas solo como un ciudadano promedio.
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¡Todos en la misma casa!
HumorMarinette y Adrien son felizmente casados y viven en una enorme mansión con sus tres hijos. Marinette se encarga de proveer la comida y los lugos de su hogar y Adrien de cuidar a sus bebés, y así mantenían su vida perfecta. Sin embargo, ¿qué pasarí...