Era una fresca y soleada mañana llena de la polución del centro de Soho, en Londres. Una apacible mañana en la que las personas caminaban por las calles o se encontraban atrapadas en el tráfico, el café se encontraba tan llenó como solía estar una mañana común y corriente, los clientes frecuentes entraban, hacían su pedido y salían, Nina conocía la mayoría de habituales y tenía en mente los pedidos de estos. Una apacible mañana... para casi todos.
En la mesa del fondo del café se encontraba la... persona... que no estaba teniendo un buen día. En realidad, no había tenido un buen día desde hace varias semanas atrás.
Después del desastre que había significado la reunión de vendedores en la tienda del Sr. Fell todo había regresado a la normalidad... o al menos nadie recordaba lo que había sucedido esa noche en la extraña reunión que terminó convertida en un baile para pasar a convertirse en una batalla con demonios tratando de entrar a la librería a la fuerza buscando al Arcángel supremo que había perdido la memoria y se encontraba sirviendo canapés a los invitados y luego descubrieron que se había enamorado de un duque del infierno y luego huyeron hacía Alfa Centauri para vivir felices para siempre... Para todos los que no fueran Nina y Maggi solo había sido una noche un poco extraña, todos tenían su propia versión de qué había sucedido.
"fue la mafia, Mr. Fell seguramente les debía algo" o "Solo unos vándalos buscando asaltar las tiendas mientras todos se encontraban fuera" incluso "No, eran solo unos extraños vendedores", todos tenían una versión diferente de lo que recordaban esa noche, pero no era como si alguien prestará atención a eso. Todos... menos Maggie y Nina que habían estado en la librería hasta la mañana siguiente al ataque. A Nina le gustaría decir que presenciar aquella batalla entre el bien y el mal había cambiado su vida y la perspectiva en la que veía al mundo... pero realmente no había cambiado nada excepto una cosa: el demonio deprimido que se encontraba todos los días en una esquina de su tienda bebiendo seis expresos en una taza grande que por algún milagro demoníaco se convertía en whisky después de unos tragos, llorando porque el ángel con quién había estado desde el principio de los tiempos lo había abandonado, mientras observaba la tienda al otro lado de la calle, amenazando silenciosamente (o no muy silenciosamente) al nuevo encargado para que no se atreviera a vender nada... o tocar nada... quizás ni a respirar sobre algo dentro de la tienda.
- ¿Aún no lo supera? – la pregunta vino de Mrs Sandwich, uno de los frecuentes – por favor... se la pasa ahí todo el día quejándose ¿no hay nada que se pueda hacer por él?
- No que yo sepa.
¿Cómo podía consolar a un demonio que acababa de perder al ángel que amaba desde principios de los tiempos? No era como si pudiera decirle "simplemente supéralo, hay muchos peces en el mar" cuando ni siquiera ella había superado su ruptura por completo.
Además, esos dos habían estado juntos desde la creación de la tierra, siendo cómplices en muchas situaciones, salvando la vida del otro, incluso deteniendo el Armagedón (sí, cuando Crowley se encontraba muy borracho –que era casi siempre últimamente– comenzaba a contar TODAS sus aventuras con Azirafel que eran... muchas, sabía sobre cómo Azirafel había regalado su espada llameante a Adán y Eva, como habían engañado a los ángeles para que pensaran que los hijos de Job eran nuevos y no los que se suponen tenían que estar muertos, cómo lo salvó de la Bastilla o como Azirafel se negó a luchar contra él cuando supo que era el caballero negro... quizás la favorita de Crowley era esa vez cuando lo salvó de una bomba entrando en una iglesia donde Azirafel se encontraba con varios Nazis y como terminaron en un show de magia) joder... si tenía que escuchar una vez más cualquiera de las historias de Crowley sobre Azirafel buscaría cualquier forma para convocar un ángel y encerraría a ese par en un círculo de sal para que hablaran...
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Escala de grises
FanfictionPost season 2 SPOILERS final de la segunda temporada. Crowley ha sido un desastre desde que Azirafel se fue con Metatron. Nina, Maggie y Muriel intentan cuidarlo. Pero ¿cómo tratar con el corazón roto de un demonio que ha estado enamorado desde el...