CAPITULO 4

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Luego de aquella noche, los ánimos de Minho regresaron a la normalidad. Si bien las pesadillas continuaban apareciendo, ya no eran tan frecuentes, por ende, podía descansar más ahora.

Sin embargo, comenzaba a sentir cierta inquietud con respecto a Chris.

Las últimas semanas, el mayor pasaba mucho tiempo con un nuevo amigo. Durante el día los mensajes eran muy recurrentes y en las noches ese chico lo acompañaba en su estudio.

No dejaba de pensar, ese chico lo estaba molestando pero no podría reclamar absolutamente nada, pues solamente era su amigo.

Dejaría pasar esos pensamientos si no fuera por sus compañeros de grupo. Todos alentaban al mayor a que comenzara a salir con el muchacho nuevo, y eso solo lograba enfurecerlo.
Lo que le enojaba más es que Chris, al recibir esos comentarios alentadores, solo sonreía y asentía

"¿Qué significa que sonría cuando le dicen eso?"
"¿Será que si le gusta ese chico?"
"¿Qué tiene que le llama tanto la atención?"

Su mente era un desastre, así que optó por la única opción que le quedaba, descubrir si le atraía ese joven o no.

Parecía una tarea fácil, pero ciertamente no lo era.

Conocía perfectamente a su amigo pero por más que tratara, era muy bueno escondiendo sus sentimientos.

Un día, el chico no pudo acompañarlo a su estudio por unos temas personales así que tomó la oportunidad para, de una vez por todas, terminar con el martirio que era su mente.

Esa tarde le envió un mensaje al mayor preguntando, en realidad confirmando, si estaría solo trabajando, así podría pasar un rato junto él.

Chris le respondió que sí, sin pensarlo, pues las últimas semanas no le pudo dedicar mucho tiempo a su amigo, lo extrañaba.

Una vez entendió que ya no recibiría más respuesta, se dispuso a cocinar algo para que cenaran juntos. Preparó algo sencillo pero que ambos disfrutaban mucho comer.
Guardó todo en una mochila y otras cosas más que usaría si decidía dormir en lo que el otro trabajaba.

Salió de su casa, no sin antes aclararle a los 3 chicos que quedaban en la casa, que iría a ver a Chan. Ellos sabían que posiblemente no volvería esa noche así que solo asintieron y siguieron cada cual en lo que hacían antes de que Min les hablara.

Unos 20 minutos después, llegó al estudio y entró sin golpear la puerta pues sabía que, aunque golpeara, éste no lo escucharía, y entró sin más.

Esta vez, no lo encontró trabajando, sino hablando por mensaje con aquel chico que tanto le molestaba conocer. El mayor no sabía que lo observaban, y mucho menos comprendía el dolor que, sin saberlo, le causaba al mas chico cuando lo veía sonreír tan tiernamente a todo lo que de los mensajes salían.

Lee trató de disimular como se estaba sintiendo con respecto a eso y le tocó el hombro, como siempre hacia, para que se enterara que ya se encontraba en el lugar.

Comieron y hablaron durante un rato. Minho al fin lograba captar la atención del mayor un rato, hasta que éste recibió una notificación en su teléfono, observó de quien se trataba y sonrió.

El más joven sintió todo su interior removerse cuando notó como la mirada del contrario se iba tornando más dulce a medida que recibía más mensajes y una risita tonta salió de su boca.

No resistía más, necesitaba saber si ese chico estaba capturando su atención, si es que ellos sentían algo por el otro, necesitaba entender muchas cosas y una pregunta podría resolverlas todas.

—Chris, ¿Te puedo preguntar algo?.— Sentía los nervios recorrer su cuerpo pero esto era algo que debía hacer, por su bien tenía que hacerlo.

—Si Min, ¿Qué es?.— Preguntó dejando el teléfono sobre la mesa, poniendo total atención a lo que el menor preguntaría.

—Puedo sonar muy entrometido pero me da curiosidad. Tu amigo, este con el que pasaste estas semanas, ¿Te gusta?.

Al terminar de formular la pregunta se arrepintió. Quizás no quería saber la respuesta, no estaba preparado para recibir una respuesta positiva a lo que interrogaba. Por otro lado, y muy en el fondo, tenía la esperanza de una negación a aquello que tanto lo atormentaba. Y es algo que sabría más rápido de lo que pensaba.

—No estoy muy seguro todavía, pero si tengo muchas ganas de que salgamos. Nos llevamos muy bien y hay una especie de química, quizá pueda intentar algo con él-.

Chris terminó de decir aquello y formó una sonrisa tan linda para el menor, que casi olvida cómo la tristeza lo estaba por consumir.

minchan  |  hugsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora