Una semana transcurrió desde aquella cena y la relación entre Chris y Minho se desmoronaba cada vez más.El menor continuaba ignorando a Chan, eran pocas las veces que cruzaban palabras y eso era algo que al rubio le molestaba.
Días atrás intentó interrogarlo sobre su comportamiento, quería saber si era su culpa que ya no le hablara, pero no obtuvo respuesta.
Al día siguiente intentó confrontarlo nuevamente, más obtuvo el mismo resultado y eso comenzaba a enojarlo, pues no veía razón válida para su manera de tratarlo.
Un día simplemente se cansó, Chris comenzó a ignorarlo de igual manera que lo hacía con él.
El resto de sus amigos estaban preocupados, partiendo del recuerdo de cuando Min no salía de casa, sumado a su extraño comportamiento actual y la manera en que se lleva ahora con el mayor, hacen que lleguen a diferentes hipótesis para explicarlo.
Pero Minho no estaba pasando por un buen momento. Sentirse cada vez más lejos del rubio le estaba afectando.
Extrañaba conversar hasta la madrugada con él, sus abrazos, las veces que dormían juntos.Principalmente eran sus abrazos los que le hacían falta. Sentir su aroma que luego quedaría en su propia ropa, acariciar su cabello tan esponjoso durante las noches en el estudio, sus brazos rodeandolo y sentirse completamente protegido.
No entendía como olvidar a una persona era tan difícil. Parecía que, en lugar de alejar esos sentimientos, solamente se fortalecían cada vez más dejando una presión en el pecho cada vez que cruzaban miradas.
El hecho de que ya no lo mire como antes lo dañaba más, pues ahora sus ojos demostraban desinterés y enojo. Él mismo causó esa reacción así que no tendría que dolerle. Pero lo hace.
Y sufre cada vez que lo ve sonreír, porque ya no era la razón de esa acción. Ya no escucha su risa, que era capaz de eliminar cualquier molestia que en su interior existiera.
Se prometió a sí mismo acompañarlo en cada momento que el mayor pasara, sean buenos o malos. Creía poder escucharlo hablar sobre aquel chico y compartir su felicidad, verlo enamorarse. Por eso se alejó pero estaba costando, su corazón no quería dejar esos sentimientos de lado, anhelaba tanto amar y ser amado, pero no lo creía correcto, no en ese momento.
Quería explicarle la situación a alguno de sus amigos, que lo ayude a comprender y analizar si tomó la decisión correcta al alejarlo. No sabía que hacer, se sentía perdido.
Justo en medio de sus pensamientos, el pestillo de la puerta de su cuarto se movió, dejando ver como una persona entraba al lugar. Se sorprendió pues estaba tan absorto en su mente que no esperaba ser interrumpido.
Felix se acercó a su cama y se sentó al lado de su mayor, acariciando su mano tratando de transmitir calma y confianza, para que se sintiera cómodo antes de hablar.
—Min, sé que no sos mucho de contar como te sentís o quizá no sea conmigo con quien quieres hablar, pero quiero que sepas que estoy para lo que necesites. Si algún día tienes ganas conversar sobre lo que te está pasando sabes dónde está mi habitación o directamente me llamas y vengo corriendo—. Le sonrió, era consciente de que su mayor no se encontraba del todo bien, y quería ayudarlo en lo que necesitara, así tuviera que esperar por ello.
—Gracias Lixie, ahora no tengo ánimos para contar todo pero ya mañana nos sentamos a conversar sobre esto.
—Está bien, no te sientas obligado a hablar sobre eso.
—Bien bien. De nuevo, gracias.
—No agradezcas, tonto.
—Lix, ¿Será que puedes dormir conmigo hoy?.
—Obvio que si, ni siquiera tenías que preguntar. A ver, hazme un lugarcito—. Dijo para luego comenzar a empujarlo para obtener el espacio que usaría para dormir.
Esa noche Minho no se encontraba tan triste. Se sintió acompañado nuevamente.
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Perdón por desaparecer y siendo totalmente sincera, me había olvidado de esta historia
Las próximas dos semanas las tengo muy ocupadas porque haré un viaje y no creo poder actualizar, pero cuando vuelva intentaré escribir de nuevo.
De paso les agradezco por estar leyendo esto y me alegra que les esté gustando♡
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minchan | hugs
RomansaTodos se tomaban el atrevimiento de juzgar su amor por el mayor, pues aseguraban que su lenguaje corporal sólo indicaba que no estaba siendo sincero en cuando a ese amor. Pero ellos sabían que no era así, sabían que Minho demostraba amor a su manera...