minchan | hugs

CAPITULO 5

-No estoy muy seguro todavía, pero si tengo muchas ganas de que salgamos. Nos llevamos muy bien y hay una especie de química, quizá pueda intentar algo con él-.

Esa respuesta lleva días rondando en su mente, volviendo una y otra vez a plantar amargura en su ser.

Desde aquella noche no mantiene una conversación fluida con Chris, no lo visita en las noches pues aquel suertudo chico ocupa su lugar, y en las prácticas solo hablan de los pasos de baile.

El mayor del grupo no entendía ese cambio repentino, su amistad siempre fue muy fuerte y lo confundía pensar que de un día para el otro ya no puedan conversar sin que sea incómodo. Claro que no lo dejaría así y luego hablaría de eso con él.

Pero Minho, en cambio, antes de arreglar la amistad, primero quería deshacerse de esos sentimientos que tan mal lo estaban tratando, lo último que quería era alejarse del rubio, pero era lo que estaba logrando desde que sus sentimientos se hicieron presente.
A causa de esa decisión se encuentra limitando su cercanía con él, sabe que tenerlo cerca no ayudará a olvidarlo.

Pero la vida siempre juega malas pasadas.

Los 8 pertenecientes al grupo, acordaron pasar una noche a la semana todos juntos, pasando cerca más tiempo del que ya compartían. Si bien esto a ninguno le molestaba, particularmente esta vez a Minho no le encantaba la idea.

Ésto a causa de que, con el fin de que lo conocieran y tratar de armar un buen ambiente, el mayor decidió llevar a la casa a su nuevo amigo, aquel con el que estaba intentando salir.

No fue sino hasta la noche cuando se enteraron de ello, no pudiendo refutar ni aunque hayan querido, pues se trataba de algo que haría feliz a su amigo.

La noche cayó y de a poco llegaron los 4 chicos restantes que faltaban, pues se reunieron en la casa perteneciente a 3racha y Hyunjin. Pidieron pizza y mientras esperaban iban charlando de cosas variadas que cada uno contaba

Un rato después, el timbre sonó. Algunos cuestionaron si se trataba del repartidor de comida y Chris, ya sabiendo de quién se trataba, inició su camino hacia la puerta, sonriendo en cuanto vio de quien se trataba, y ambos volvieron a donde el resto se encontraban.

-Chicos, él es Lio, el amigo del que les hablé-. La mirada del mayor pasaba desde sus amigos hasta la del joven, muy sonriente.

-Hola, me presento. Como dijo Chris, me llamo Lio, es un gusto conocerlos al fin.

Todos saludaron y se presentaron, incluso Minho, pues siempre tuvo modales, aunque la mirada de incomodidad que salían de sus ojos era intensa.
Toda la noche pasó observando a aquel par, los veía muy cercanos.

Le resultaba molesto estar ahí, pero no quería incomodar a sus compañeros, estaba seguro que se darían cuenta. Así que permaneció allí, toda la noche.

Su corazón dolía y no podía hacer nada.
Esa noche decidió dar fin a esos sentimientos. Quería que su mayor estuviera feliz y le encantaría acompañarlo en esa felicidad, si continuaba sintiendo eso por él no podría ser un buen amigo.

Porque al final del día simplemente era eso, solo su amigo.