Sentencia de matrimonio (BL)

Capítulo 5

Logan suspiró en cuanto Dasha desapareció, escuchando pronto el agua de la regadera comenzar a caer. Iba a dejar el teléfono sobre un mueble, cuando la pantalla se encendió haciéndole notar que no estaba bloqueado y, de hecho, estaba abierta la galería de fotos.

Observó un momento volviendo a sostener el teléfono esta vez más de cerca, bajando entre los recuadros de imágenes que eran del paisaje que se veía desde el balcón, eran demasiadas, incluso de diferentes momentos del día.

Cuando pasó las más recientes, que fueron suficientes para saber que no salió una sola vez de ese cuarto, encontró una fotografía de Dasha, pero no era una escena normal, sino más bien una en la que estaba completamente desnudo frente a un espejo.

Logan la abrió para verla mejor, suponiendo que el menor debió haberla enviado a alguien más, de lo contrario, no tenía sentido que tomara una foto así. En la miniatura no había notado ningún detalle en particular, pero cuando se amplió abarcando toda la pantalla, sintió una gran incomodidad al ver lo que en realidad era. Debió ser tomada antes de la boda, no sabía cuándo, pero ese espejo definitivamente no era del hotel, tampoco el fondo que alcanzaba a ver.

En la imagen, el chico estaba de pie, un poco de espaldas mirando hacia atrás su propio reflejo, su rostro estaba enrojecido y lleno de lágrimas, en su boca había una marca roja donde iniciaba la comisura de sus labios, mismos que apretaba con notoria tensión, su cuerpo tenía moretones, especialmente en sus brazos y muñecas, su espalda tenía uno muy grande que tenía la forma similar a un zapato abarcando suficiente espacio para creer que era de un hombre adulto, mucho más grande que Dasha en cuestión de tamaño. Acercó la imagen confirmando su sospecha y notando también que en sus caderas había más marcas que debieron ser hechas por alguien que le sostuvo con gran fuerza.

Volvió a ver la expresión del menor que quedó plasmada en la fotografía, reconociendo el dolor que reflejaba su mirada, aquello le generaba un malestar desagradable, necesitaba saber cuál era el contexto de esa imagen, así pasó a la siguiente creyendo que habría algo más que podría ayudarle a entender, contrario a ello, la siguiente fue muy diferente.

En esa otra Dasha tomaba la foto con la cámara frontal, seguramente, resultando una imagen totalmente opuesta a la anterior, pues ahí estaba sonriendo, mirando a la cámara con una expresión alegre y notoriamente divertida, junto a él había otro chico que le abrazaba con gran confianza, detrás de ambos se veía el cartel promocional de una película que recientemente se había estrenado y todavía debía estar en cines.

Metió el teléfono en su saco al escuchar la puerta del baño abrirse, al voltear vio que Dasha salía terminando de cerrar los botones de su camisa. No fue hasta ese momento en que notó que había pasado varios minutos viendo las imágenes de su celular, pero no era suficiente, debía averiguar más, así que iba a quedárselo. Por suerte, Dasha no se lo pidió de regreso, parecía tan entusiasmado por salir, que incluso le ignoró hasta que se dirigió a la puerta, solo entonces se detuvo y volteó a verle con cierta duda.

— ¿En serio puedo salir? —preguntó inquieto.

—Haz lo que quieras.

—Gracias. —murmuró Dasha sonriendo con suavidad a modo de reflejar su agradecimiento, pues realmente deseaba despejarse de ese encierro. —Solo bajaré a la playa, caminaré frente al hotel, volveré pronto.

—No tienes que darme explicaciones. Largo.

Inmediatamente de que Dasha salió del dormitorio, Logan hizo lo mismo quedándose en la sala común donde se sentó para revisar el móvil.

Comenzó con lo primero que encontró, las fotografías, recorrió una tras otra buscando cualquiera que pudiese confirmar que Dasha conocía a Gustav, pues después de ver varias en las que salía con diferentes personas, todos jóvenes que parecían estudiantes; creyó que en algún punto debió tomarse una con su amante, sin embargo, al no encontrar nada y ver solo sonrisas encantadoras en el rostro del menor, regresó a la galería y subió hasta abrir de nuevo aquella en la que lucía tan terrible.