Pseudo Escritor: Escribo, Luego... Existo. (Relatos, Poesía Y Dramaturgia)

CENIZAS

"Donde hubo fuego, cenizas quedan."

He oído tanto ese refrán
Con fines vacíos
La gente lo usa para manipular,
y negarse al olvido.

Realmente no saben lo que significa
No tienen idea de su mensaje
No saben lo que jugar con fuego implica
Y menos aún, cómo duele quemarse.

Yo ya había usado el fuego antes
Como una trampa a los demás
Acerqué a gente a mi alcance
Y con mi llama los consumí sin más.

Los reduje a cenizas
Los convertí en residuos
Me aproveché de su bondad
Pobres individuos.

Usé mi llama para herir a los otros
Durante mucho tiempo me volví un pirómano maldito.
No me importó si el fuego dañaba mis ojos
Quería que sintieran mi dolor infinito.

Cuando mi llama me consumió, aprendí la lección.
Cuando el fuego me dañó, entendí mi error.
Lleno de quemaduras, busque redención.
Pese a mis falencias, encontré el perdón.

Y aprendí a usar mi fuego, para brindar calor
Usé mi llama interna, para otorgar amor.
Desistí de dañar a otros, de tener enemigos.
Accedí a cuidar a todos, y que quieran estar conmigo.

Pero no puedes dejarlo a la suerte
Las emociones son un combustible.
Y si el amor crea una llama fuerte.
El odio provoca un incendio incontenible.

El fuego que provocaste en mí
Era una llama vivaz y enorme
La hice cálida para abrigarte a ti
Solo quería que te sintieras conforme.

Juntos, hicimos una pequeña hoguera
Nos acurrucamos ahí, cuidamos de ella.
Pero esta parecía que iba a apagarse.
Y, por el miedo, la hicimos ahogarse.

La ahogamos en la culpa
Agonizaba con nuestro dolor
La apagamos con la duda
En penumbra del rencor.

Dejo de ser nuestra fuente de calor
Se convirtió en un incendio.
Alimentada por el rencor
Nos consumió un horrible infierno.

Aunque hubiéramos podido contenerlo
Huiste cuando mi llama te lastimó
Y aunque en tu fuego también me vi envuelto
No pude culparte, ni hacer que te quedaras
Ni siquiera por error.

Las llamas se acabaron
El fuego hubo de perecer.
Solo cenizas quedaron
Y aunque a veces te extraño
Solo es humo de lo que un día fue.

Volví a lastimar a alguien con mi calor
No fui capaz de controlar mi piromanía
Y aunque tú también me quemaste
Soy el que paga tu ironía.

Estoy aquí de pie
Averiguando el porqué te marchaste
Preguntando cómo pasó
Qué causo este desastre.

No entiendo cómo es que el fuego
Que ayer nos dio calor
Se convirtió en un averno
Hoy nos consumió, nos mató.

No queda nada
Solo humo y cenizas
Mi llama está pagada
Mis heridas no cicatrizan.

Aquí hubo fuego
Y ahora solo quedan cenizas.
Pero las estoy limpiando
Y las que no, ya se las llevará la brisa.

—Kevinicio JH. (Donde hubo fuego, cenizas quedan. Menos mal sé barrer, o algo así)