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Yoongi


Pude ver a Hoseok desde que entré a este lugar pero pasé desapercibido ante sus ojos. Parece ser que estaba más interesado en una papa frita insípida que en el hombre que se estuvo comiendo con la mirada esta mañana en el gimnasio. Me senté a propósito de espaldas a él, para tantear si me puede reconocer aún con sudadera y capucha, pero para mi mala suerte solo llamé la atención de su acompañante rubio que rió estrepitosamente minutos después de que nos sentamos.

Pero ahora por fin está bajo mi dominio cuando mis ojos se enganchan directamente con los suyos mientras tose frenéticamente. Incluso tiene el atrevimiento de romper el contacto subiendo el menú del restaurante para cubrir su cara. Bonito.

Estoy divertido, pero me la paso aún mejor cuando noto el ligero temblor de sus manos mientras sostiene el menú. Por supuesto que está intimidado por mí, intimidado y excitado diría yo. No sabe con certeza lo mucho que quiero besar ese lunar que se encuentra en su labio rosado.

Tomando el reto, me excuso de mis amigos para levantarme haciendo que la silla haga ruido a propósito, notando a lo lejos el encogimiento de hombros de Hoseok. Camino con seguridad no sin antes notar una mirada confundida por parte de mis amigos, pero me importa un carajo. Necesito verlo más de cerca.

Tomo con mis manos la parte superior del menú que está sosteniendo y lo saco de su agarre. Veéme a mi joder, no a los precios de esa deliciosa hamburguesa que te estuviste comiendo cuando llegué.

Lo primero que noto es su mirada descarada posada en mis jeans. Me va a dar un repaso como el que me dio esta mañana. Sus ojos se posan en mi sudadera azul y para mi suerte mi plan funciona, porque se fija exactamente en el punto que dejé desnudo cuando bajé mi cremallera al caminar hacia acá. Se aclara la garganta con nerviosismo y sus bonitos ojos vuelven a conectar con los míos. Una sonrisa amenaza con salir de mi rostro cuando noto su claro esfuerzo por no volver a bajar su mirada hacia mi pecho. Decido poner fin a su tortura.

- ¿Hay lugar para uno más?

Sus ojos vacilan entre su acompañante rubio y yo, tomo sus segundos de silencio como una invitación y me deslizo en el asiento del frente, dejando a su amigo arrinconado y visiblemente incómodo ante nuestra tensión. Tomo un palillo de dientes de la mesa y me recargo en el asiento, sin perder sus ojos de mi vista. Parece que él está más nervioso de que su amigo esté aquí porque su mirada se fija en él y el rubio le responde con unos pulgares hacia arriba, después sube por el asiento y desaparece de mi vista, posiblemente al baño o quizás a coquetear con mis amigos, de cualquier manera le agradezco.

Mi dedo índice golpea la mesa y me permito darle un repaso. Trae la misma camisa negra de esta mañana, pero ya no noto la mancha de sudor que le dejé por "accidente". Tendré que hacerle otra muy pronto. Hoseok toma una inhalación profunda por su nariz y sonrío de lado.

- Soy Yoongi, por cierto - saco el palillo de mi boca y me enderezo en el asiento.

- Sé quién eres. - suelta, demasiado seco y grosero. ¿Dónde está la coquetería de esta mañana?

Sonrío aún más, porque sé que está más nervioso que caliente en este momento.

- ¿Es aquí donde trabajas? -Pregunto. Ya sé que no es así pero solo quiero escuchar su voz por más tiempo.

- No, yo, eh, yo trabajo como recepcionista de un psicólogo. -Noto como juega con sus dedos debajo de la mesa -. Estoy aquí para almorzar con mi amigo.

CONSUMIDO #YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora