《Capítulo 1》

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No me di cuenta en que momento empezó a llover.

Estaba tan concentrada tratando que mis ojos no parpadearan, ni si quiera que lo intentaran, y eso no había sido una buena idea, estaban comenzando a llorar.

-Ahhh ¡mis ojos lloran! ¡¿Qué hago?! ¡No parpadees! Contrólate, eso es normal. Oh no, tal vez se deshidrataron y yo solo los hago sufrir, aaah debería parpadear ya, mis pobres oj-

-¿Arehn? - Me llamaba una voz femenina al mismo tiempo en que tocaba la puerta de mi cuarto.- ¿Estas bien cariño?

Era mamá. ¡Me hizo parpadear!

Giró el picaporte y fue abriendo la puerta lentamente asomando su rostro algo preocupado.

- ¿Uhm si?

Claro que estaba bien, solo que estaba practicando no parpadear, la mayoría de las veces pierdo cuando Nathan me reta, siempre. Y lo peor es que el disfruta que yo pierda, o tal vez disfruta que SIEMPRE pierda ... no lo se, es cruel.

- Escuché gritos, pensé que había sido la araña de nuevo -Mamá abrió mas la puerta y entro junto con una escoba.- de echo traía la escob... ¡Arehn! -Exalto de repente.- Tus... tus ojos... Estas... ¿llorando? Ohh ¿que le paso a mi bebe? -Mamá soltó la escoba y camino rápidamente hacia mi tomando mi cara entre sus manos.

- Mamá...

- Fue la araña ¿cierto? - Notaba preocupación en sus palabras.

- No, mamá...

- ¡Lo sabia! Sabía que no era suficiente un golpe -Se aparto de mi y puso su mano sobre su frente.- O tal vez debí ser mas dura...- Soltó su frente y fue por la escoba de nuevo.- ¿Dónde esta? Ahora seré mas dura.

- Mamá, solo estaba practicando...

Pareció tratar de reflexionar mis palabras hasta que lo hizo y me dirigió una mirada desaprobatoria junto con una leve sonrisa.

- Ooh Arehn, ahora hiciste que tus ojos lloraran ¿es un nuevo récord?.

- Hubiera durado mas, pero me interrumpiste... -Puse la mejor cara de ofendida que pude haber hecho.

Ella solo sonrió.

En verdad amo a mamá, ella solo estaba con nosotros los fines de semana, bueno... en realidad esta todos los días, pero trabaja hasta tarde y siempre llega cuando normalmente ya estoy dormida.

- Perdona hija, últimamente esa araña me trae loca, se aparece en cualquier parte y desaparece tan rápido... - cerró los ojos cuando lo dijo - bueno en fin, deberías dejar de hacer eso, mira nadamás como estas.

- Mama estoy bien. - desvié mi mirada hacia la ventana y ahí fue cuando me di cuenta que estaba lloviendo - ¡OH POR DIOS! ¡Está lloviendo!.

De un brinco salí de mi cama y me acerque a la ventada empañada.

-Rayos... - susurré para mí.

¡Me encanta que llueva! solo que tenia que ir a la biblioteca por un libro de trigonometría que el profesor nos encargó y se mojará si sigue lloviendo. Esa biblioteca cierra los domingos, asi que no puedo ir mañana y ya es tarde, debo ir ya, antes de que oscurezca.

Frote mi mano en la ventana para quitar la humedad y poder ver hacia el otro lado. Genial, no es llueve tan fuerte.

-Mamá, debo ir a la biblioteca antes de que oscurezca. - le dije mientras buscaba mis botas, solo estaba en calcetas.

-¿Y porque hasta ahora jovencita? Espera a que llegue Nathan y te acompañe.

-Mamaá - puse los ojos en blanco - quien sabe hasta que hora llegue, ya eh ido sola antes, no te preocupes, no me pasara nada.

Termine de ponerme las botas, tome un abrigo, cruze mi bolsa por mi pecho y empecé a salir de mi cuarto con mi mama siguiéndome. Bajamos las escaleras y llegamos hasta la puerta.

- ¿Llevas tu celular?.

- Si - Tomé un paraguas del cesto - Vuelvo lo mas rápido que pueda mami - deposite un beso en su mejilla y salí de casa.

La lluvia había parado, solo caían pequeñas pelusas. Cuando iba en la banqueta volví mi vista hacia mi mama quien agitaba su mano alegremente hacia mi, yo le regrese el saludo con una enorme sonrisa y volví a caminar.

Había charcos por la calle y hasta en la banqueta. El clima era fresco, muy agradable. Seguí caminando por las calles del vecindario hasta por fin llegar a la biblioteca.

Entre y pedí rápidamente lo que necesitaba, al acto me pidieron mi credencial.

- Espere un momento por favor. - sonreí tímidamente y empecé a mover mi mano dentro de la bolsa desesperadamente. Estaba a punto de crear un remolino allí dentro hasta que por fin - aquí esta - levante victoriosa mi credencial y se la entregue a la señora que amablemente espero.

Todo abría sido mas fácil si el profesor nos hubiera dejado sacar la información de internet y ya. Pero no, a ese señor le encantaba ponernos retos.

Al salir del edificio estaba lloviendo de nuevo, abrí el paraguas, me cubrí muy bien y empece a caminar rápidamente a casa.

El libro no entro en la pequeña bolsa, lo llevaba abrazando con mi brazo cubriéndolo de cualquier gota salvaje que quisiera mojarlo. Se que eso no era una buena idea pero era lo único que se me ocurría.

Las calles eran tranquilas, no había personas solo alguno que otro carro estacionado. Bueno, eso era ovio, estaba lloviendo ¿Quien estaría en la calle aparte de mi y el libro?

Y como si mis palabras fueran magia escuché una voz detrás de mi, aproximándose.

-¡Cuidadooooo!.

¿Que? ¿Cuidado de que?.

Deje de caminar para girar mi cuerpo a donde provenía esa voz, una voz gruesa de chico.

No tuve tiempo de reaccionar, solo sentí un fuerte golpe en todo mi cuerpo que supongo fui yo contra el concreto y después la fría lluvia empapándome. Enseguida cayo un cuerpo mas cerca de mi, y una bicicleta. Una... ¿bicicleta?.

Ahora comprendo, fui atropellada por una bicicleta. Eso lo explica todo.

- Ouch... - escuche quejarse a ese tipo.

Al menos el también termino en el piso, no como esos otros que saben que me atropellaron y se van como si nada pasara. Ya me estaba acostumbrando.

Empece a levantarme, mas bien a sentarme en la banqueta y sobar mi brazo derecho mas arriba del codo que fue donde sentí dolor. No era nada grave. Estaba dispuesta a pararme, recoger el paraguas, el libro e irme....

El libro.

- ¡Aahhhhh! ¡se mojó! No no no ¡¿ahora que hago?! - grite levantando el libro empapado - ¡Fue tu culpa! - señale al cuerpo que seguía tirado boca abajo.

Si no lo hubiera escuchado quejarse hace un momento pensaría que estaría muerto.

- ¡Oye! ¡Te estoy hablando!.

No obtuve respuesta. Si se esta haciendo el muerto juro que iré a patearlo. De hecho me daban muchas ganas de patearlo, estaba a punto de ir y hacerlo hasta que escuche unas pequeñas risas de su parte ¿Enserio le parecía gracioso? Ahora si lo pateo.

-Eso fue divertido - dijo para empezar a reír de nuevo y comenzar a levantarse.

- ¿Divertido? ¿En serio? - me estaba enojando- No se que te parezca divertido, solo mira lo que has hech-

Y en ese momento ... en el momento en que levante mi vista para verlo al rostro por primera vez me quede congelada, y no era por la fuerte lluvia que caía sobre nosotros. Me miraba con una linda sonrisa y su mano tendida hasta mi ofreciéndome ayuda. Su cabello estaba mojado, lucia tan bien. Yo solo me quede mirándolo, jamas había visto tanta perfección a mis ojos.

JAMÁS.

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Esta es mi primera vez escribiendo, espero y les guste al menos un poquito (;'・')> ♡

Mientras llovía... 《Hansol Vernon》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora