- Nathan por Dios que te sucede, déjame ver.-Se le veía preocupada, entonces aproveche para tomar a la perrita pero ésta empezó a correr alrededor de la mesa.
- Ven aquí.-Murmuré.
Mamá quiso voltear pero Nath continuó.
- ¡Mamá! aquí aquí.
- ¡¿Donde, donde?!
Ahora esa cosa peluda se había escabullido como vil serpiente entre los muebles de la cocina. Me agache y estire mi brazo todo lo que podía pero no pude alcanzarla.
- Vamos, ven pequeña. -Susurré tratando que sólo la perrita me escuchara.
Imposible, mi brazo no era lo suficiente largo para alcanzarla. Me incorporé en la cocina y vi como Nath -con mamá ahora inspeccionando su oreja- me interrogaba con la mirada.
'Ven' Articulé. Me sente en el suelo para desaparecer de la vista de mamá y que pensará que ya habría ido a mi habitación.
- Creo que necesitas gotas para los ojos, no estoy segura si las vi por última vez en el baño de arriba.-Escuché como hablaba mamá.- Ahora vuelvo, no te muevas.
Por suerte dejó libre a Nath y cuando pudo vino rápidamente hacia mi.
- No la puedo sacar de ahí. -Apunte donde aún seguía ella. No la había perdido de vista.
Después de unos largos segundos ya teníamos a la perrita de nuevo con nosotros.
- Ahora... ¿Donde se quedará? -Me preguntó Nath.- Se que no podemos estar todo el tiempo sin que lo sepan papá y mamá pero -Lo interrumpí.
- La puedo tener en mi habitación pero mañana tendríamos que decírselo a ellos...
- Bien, llevala -Me la entregó ya menos mojada que antes.- Pero no a comido aún.
- ¿Quien no a comido aún? -Preguntó mamá.
Nos quedamos estáticos al escucharla y la cachorrita que hasta ahora había estado callada empezó a dar ladraditos.
Ahí fue cuando nos descubrió.
Ya no podiamos esconderla por más que quisieramos.
Por nuestra parte eran súplicas de que tuviera compasión y ella por su cara se le veía sorprendida.
¡¿No pensaban decírmelo?! Podria tener alguna enfermedad. Es muy pequeña, tal vez se le escapó su mamá. No podemos tenerla.
Frases como esas decía mamá, pero al final la convencimos del todo y hasta se enamoró de ella. La pequeña Trish.
Vernon sonrió al verme tan emocionada.
- Te gustan los perros, ¿eh?
- A decir verdad me gustan mucho los animales -Comencé a contar- de hecho cuando voy a casa de mis amigas le prestó más atención a sus mascotas.-Comencé a reirme al recordar las llamadas de atención al no escucharlas por estar mimando a sus mascotas.
Su carcajada melodiosa entró en mis oídos haciéndome sonreír.
- Entonces ya no se si es tan bueno que vuelva Pol...
- ¿Pero de que hablas? Si ya lo quiero conocer, es más, Trisha también lo quiere conocer. Podemos salir a pasearlos una vez que ya este aqui. -Comencé a moverme en mi lugar al explicarle tan apasionadamente las ideas que tenía para nosotros. El sólo asentía y me apoyaba en mis opiniones.
- Me parece bien, seguro lo pasarán bien.
- Y nosotros también.- Le dije dándole un empujón jugetón con mi hombro.
No nos dimos cuenta en que momento sonó el timbre para retomar las clases, sólo observamos como el jardin y los pasillos se vaciaban cada vez más. Vernon me dijo que iría a terminar un proyecto con Nath a nuestra casa asi que lo vería más tarde.
- Te veo en la tarde.-Dijo mientras caminábamos rumbo a mi edificio.
A lo lejos se veía a Kristen, Marlen y mi hermano, tal vez a acompañar a Kris a nuestro salón como Vernon lo hacía con migo. Nos detuvimos en la puerta poco antes que ellos.
- Aquí estas -Nath se dejó caer en el cuello de Vernon para hacer un abrazo agresivo y despeinar su perfecto cabello.- Creí que Arehn te había perdido también.-Me miro con una sonrisa burlona.
Di una rápida risa sarcástica para después despedirme de ellos con la mano y entrar a salón después de Kris. La profesora ya había llegado.
. . .
Al terminar las clases tome mi mochila junto con Kris y nos fuimos a casa. Siempre nos íbamos juntas ya que vivía por mi vecindario.
- Marlen me contó que hay una fiesta el fin de semana-Empezó a contar mientras caminábamos tranquilamente.- Dijo que irá .. y que deberíamos ir.
Volteé a verla. Ella miraba al suelo, como si quisiera pareser desinteresada en eso y ocultar sus verdaderas ganas de ir. A ella le encantan las fiestas, siempre sabe de la mayoría que se organiza por toda la escuela y me convence para ir juntas. Al final nos la pasamos muy bien, pero esta vez me lo pensé un momento, las fiestas de los de grados mayores son grandes y desastrosas.
- Vamos Arehn, será genial.
No pudo contenerse, tomo mi brazo y lo movió de un lado a otro. No es que no quisiera ir, es más, aun no decía nada.
- No eh dicho que no.- Me solté de su agarre riendo.- ¿Cuando es?
- Aún no lo se, sólo se que es el fin de semana.
- Tal vez debamos ir.-Voltee a verla compartiendo sonrisas.
Ella levantó los brazos y dio una vuelta en su lugar festejando.
- Aún no dije que iria.- Trate de molestarla.
- Vas a ir ¿Y sabes por qué? -Se aferró a los tirantes de su mochila y volteó a verme para continuar hablando sin dejarme contestar. - Porque irá Vernon.
Me sonrió con sus dientes blancos, achinando sus ojos y caminó medio saltando para dejarme atrás.
