《Capítulo 4》

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Mi mirada también cambió, obviamente iba a cambiar ¿Como lo supo? Y lo que es peor ¿Por que no me había dicho nada de Vernon? Merecía que me lo contara.

Tenía unas inmensas ganas de golpearlo.

Claro que lo vi, pero trate de hacerme la sorda sólo para ver su reacción.

- ¿Que dijiste? - susurré, tratando de parecer confundida

- ¿Que? Nada - acomodo su gorra y se puso rápidamente en marcha.

¡No escaparás cobarde! Tome como pude su brazo y lo tiré hacía abajo encarándolo nuevamente.

- Si lo vi, y no puedo creer que no me hayas dicho que estas con el en la escuela - lo miré dolida y enojada.

En verdad no estaba tan, taaan enojada, sólo que me gustaba cuando el le tenía miedo a la yo "enojada"

Sólo estaba callado mirandome con ojos de perrito, hasta que dio un largo suspiro y después habló.

- Arruinaste todo Arehn.

Así de seco y serio me lo dijo. Estaba muy confundida.

- ¿A ti que te pasa? ¿Que yo arruiné todo? ¿Acaso no merecia saber de nuestro hermano de la infancia? - ya ni sabia que decir, solo queria desahogarme - Dime por que arruine todo ¿Acaso con verlo se iba a armar una epidemia mortal?

El seguía serio, estoy tan segura de que sólo lo hace por molestarme.

- No sabes que inventar ¿cierto? - continué - ¿Mamá tampoco lo sabe?

- ¡No! No lo sabe - respondió inmediato.

- Cuando lo sepa, te irá mal con las dos.

Estaba decidida a entrar a casa y buscar a mamá para que me ayudará, pero Nath no me lo permitió, jaló mi brazo y me volvió atrás para despues ponerse como escudo en la puerta.

- Mamá no puede saberlo.

Si a el le asustaba yo enojada imaginen a mamá y a mi contra el. Ella amaba a Vernon como otro hijo más, igual que la señora Chwe a nosotros, y ellas dos eran muy buenas amigas.

- ¡¿Por que?! Hay algo extraño aquí... Querías a Vernon para ti sólo ¿no es así?

Sonaba bobo pero todo podía pasar.

El se atragantó o algo parecido y empezó a toser sin parar.

- ¡¿Q-que quería que?!

. . . . .

Me encontraba en mi habitación, Nathan me rogó que no le contará nada a nuestra madre y que me lo explicaría después, obvio yo no quize -como buena niña berrinchuda- pero logró convencerme diciendome que me compraría mi helado favorito.

Lo que no sabe es que necesitaba hacer tarea y lo dejaria tarde o temprano.

Ya estaba oscureciendo, presentía que pronto estaría la cena.

De pronto se escuchó un estruendoso sonido proveniente de ¿la cocina? Baje rápidamente y encontré a mamá con su delantal en mano tirando golpes por todos lados como si la atacaran abejas.

- Mamá ¿Que pasa?

Volteó a verme por un momento y después grito y brinco como si hubieran ratones en el suelo.

- ¡Ah! Quitamela Arehn ¡quitamela!

- Mamá... me estas asustando

Ahí no había nada, por eso me estaba asustando.

Mientras llovía... 《Hansol Vernon》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora