Capítulo 7.

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Después de desayunar me fui a dar una ducha dejándola junto a su ordenador y su teléfono. Parecía que empezaba a discutir con alguien por el móvil. Me di una ducha rápida, más de lo normal en mí, ni siquiera me puse a cantar. Simplemente pensaba en quién tenia al otro lado de la ducha y eso hizo que acabará rápido.


Cuando me dijo que teníamos que hablar antes de desayunar, al final hablamos de todo menos de lo que me tenía que contar. Estaba un poco asustada por lo que me tuviera que decir. Seguramente solo he sido una chica más de su circulo que conoce en un bar y se la lleva a la cama. Eso me ponía bastante triste porque para mí fue algo más que eso, obviamente. Era a la primera mujer que miraba, tocaba y deseaba como la deseo a ella. Mi cabeza no paraba de dar vueltas sobre eso y pensar en todo lo que había sucedido en ese escaso tiempo. Mi mente pensaba en todo pero sobretodo en con quien había follado.


Cuando le dije de que hablar, me dijo que cuando arreglara todo.

Salí de la ducha y me vestí con algo que me había prestado porque no llevaba más ropa que la que usé esa noche. Pensaba en enmarcarla y todo. Que idiota sueno.


Cuando me dirigí a la mesa estaba algo seria pero me besó... Besaba tan bien, tan bonito, me encantan sus besos.


-Tengo algo que decirte, he discutido pero al final lo he conseguido.

-Siempre consigues lo que quieres eh.-empezamos a reír las dos.-Va dime.

-Mañana tengo un concierto, salgo esta misma noche-al escuchar eso me puse algo triste pero normal. Se iba y yo me quedaba allí. Me acarició la cara. Había notado que estaba algo triste.-Pero...

-Pero?-le corté.

-Quiero que vengas conmigo. Te quiero llevar, por eso discutí.

-¿PERO COMO?-mi cara era una total sorpresa, a ella eso le hacía gracia. A cualquiera le hacía gracia. Normal-Oye, no te rías de mí, explícame eso.-me puse algo seria pero no podía evitar sonreír.

-Veras...-parecía nerviosa y un poco sonrojada, costaba mucho ver a una persona de tal estatutus tan nerviosa, ahora era yo la que sonreía porque le hacía gracia aquella escena. Lo notó y me dio un manotazo en el brazo cariñosamente. ¿Pero eso no lo hacían las parejas? Yo se lo hacía al mío cada dos por tres.

-No me pegues eh.-me reí y ella también rió.

-Bueno, me dejas continuar?

-Claro.-sonreí satisfecha.

-Quiero que vengas conmigo porque me gustó lo de anoche y quiero se repitan más veces si quieres. Sé que tienes exámenes, clases y todo eso y podrás ir pero quiero que vengas conmigo allá donde tengo que ir porque es lo que quiero, me gustas.-me acariciaba la cara.-Me gustó lo de anoche, fue diferente a todo las demás veces, eres diferente a todas las demás y todos los demás y puedo notarlo en tu mirada. Por eso quiero que vengas conmigo, que me dices?-su cara mostraba inseguridad, nervios, no paraba de jugar con sus manos mientras esperaba la respuesta.



Quizá habían pasado 10 minutos como 30 segundos pero mi cara seguía siendo de sorpresa, muy diferente a la suya que era de miedo por la respuesta. Veía miedo, estaba asustada por si le decía que no.

Realmente no sabía que decir pero quería, por una parte quería mucho aunque no supiera como responderle o el que.

Al final después de unos largos minutos la miré y le dije que sí. Si le decía que no estaba como un poco loca rechazando esa proposición tan buena.


-Pero como haré para los exámenes...?-Estaba preocupada por eso.

-En el avión lo hablamos y decidimos entre todos. Lo más seguro que vayas yendo y viniendo con los exámenes porque estudiar es importante y no quiero que dejes de hacerlo. Ya planearemos alguna estrategia.-Se levantó y me dio un beso-vamos a por todas tus cosas y luego vamos en dirección al aeropuerto, vale?

-No sabía que eras tan calculadora o planificadora, Gaga.

-No me llames así, llámame Stefani o Stef o como prefieres, es como me llama la gente que me conoce y tu me conoces y muy bien.-nos miramos con picardía para acabar riéndonos.


Salimos de allí con dos guardaespaldas y fuimos a casa de mi amiga.


La pobre estaba sorprendida al vernos a las dos juntas y con el cachas guapote que llevaba por guardaespaldas pero se sorprendió mucho más, tanto que hasta me dio miedo cuando le empezamos a contar todo lo que teníamos planeado. Eso de irme de gira con ella. Al principio estaba bastante enfadada y frustrada pero después de media hora empezó a recapacitar, le seguía sin gustar la idea pero al menos no parecía tan enfadada como al principio. Eso era bueno.


Cogimos mis cosas, nos fuimos hacía el aeropuerto, nos montamos en avión y hacía una nueva aventura me adentraba con un poco de miedo pero con muchas ganas. Conocer ciudades y viajar era mi pasión. Iba a ser increíble.


Me enseñaste a querer sin fronteras (ficfan lesbi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora