Me enseñaste a querer sin fronteras (ficfan lesbi)

Capítulo 17.

Estaba de camino a Barcelona porque no soportaba estar lejos de mi familia tanto tiempo, eso no opuso problemas para mi chica pero sé que no estaba feliz por ello. Mientras estaba en el vuelo de regreso a casa como tenía Wi-Fi hicimos facetime durante un par de horas, no hablas de mucho, algunas cosas por aquí, algunas cosas por allá, alguna película nueva, alguna presentación suya pero nada más, nada tan importante. Pero estás conversaciones me gustaban, el todo y el nada a la vez.

Sabe que buscaba tranquilidad y lo iba a buscar en los brazos de mi familia, todo el mundo veía lo desbordada que estaba; no por las clases porque era una cosa que llevaba muy bien y hasta marzo no tenía ningún examen importantes y los parciales ya los había acabado, lo que más me desbordaba era la relación con ella, una persona famosa... Muchas veces no sabía como llevar las cosas, como manejar la prensa porque nos perseguían o me perseguían a mí, así que las gafas de sol se convirtieron como mis mejores amigas. Todo el rato nos acosaban, al principio parecía bastante bien, piensas que es lo que toca pero te acabas dando cuenta que no es lo que tu quieres, no es lo que necesitas, incluso ese pequeño acaso puede hacerte infeliz porque tienes que mostrar que no te molesta, que estás bien con ello; sin duda nunca sería ese tipo de periodista, es gracioso estar estudiando algo o para algo que ahora mismo me produce tanta ansiedad y tanta infelicidad; que claramente se va a la hora que estoy en los brazos de ella. Es mi lugar seguro. Entre mis pensamientos me dormí hasta que una azafata me despertó porque estábamos apunto de aterrizar.

No vino nadie a buscarme al aeropuerto puesto que no había avisado a nadie que llegaba pero sabia que esto no sería ningún inconveniente.

Como instinto cogí un taxi dando la dirección de la casa de mis padres, no sabía muy bien porque aquello pero necesitaba desconectar de todo un poco, vivían en un sitio tranquilo y todo el mundo me conocía, no sería un inconveniente ni que me asociaran con nadie ni nada; podría volver a mi vida tranquila o eso esperaba.