𝐅𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐂𝐄𝐑𝐄𝐙𝐎 [Roier X Tú]✓

²⁶ (³|³)

Al día siguiente desperté y él no estaba junto a mí. Me levanté y empecé a arreglarme

—Buenos días.— escuché su voz y lo ví entrar a la habitación, traía una bandeja con lo que parecía ser el desayuno —Nadie está despierto aún.—

Dejó todo sobre la cama así que fuí a sentarme ahí

—Pensé que despertarías con dolor de cabeza o algo así.— confesé y él rió

—No te equivocaste, mi cabeza es un infierno.— dijo —Pero aún así quise traerte tu desayuno, celebremos que ganaste un premio ayer.—

—Gané uno pero perdí los demás.— recordé

Roier se sentó en la cama también y ambos empezamos a comer lo que había traído

—Para mí ganaste todo.— dijo y negué mientras masticaba

—Sólo hay un premio en esta habitación así que solo gané uno.— exclamé

—Espera.— pidió y lo mire atenta

Con algunas servilletas que traía empezó a hacer una figura algo extraña

—Es un premio de papel.— avisó y sonreí

—Es muy feo.— dije algo que era obvio —Pero lo aceptaré esta vez.—

Estiré mi mano esperando que me lo diera pero negó

—Así no puedo dartelo.— dijo

Se levantó y tomó mi cepillo para fingir que era un micrófono

—Ahora vamos con el premio a la streamer más linda de todo el mundo.— fingió estar presentando —Diría las nominadas pero solo hay una que se merece el premio.—

Reí al ver como hizo una pausa para agregarle suspenso

—Y nuestra ganadora es...— me miró directamente —¡_____!.—

Me levanté y caminé hasta donde él estaba para recibir mi premio

—Muchas gracias.— sonreí tomándolo y él aplaudió —Quiero agradecerle a mi soporte emocional, se llama Mushu pero no nos pudo acompañar hoy.—

—Agradeceme a mí.— susurró pero negué

—Es mi premio así que yo elijo a quien agradecer.— discutí

Ambos volvimos a sentarnos a desayunar pero ahora yo puse mi premio en el mueble junto a la cama, ahí también estaba mi Esland

—¿Cuánto tiempo nos quedaremos aquí?.— cuestioné y Roier pareció pensarlo

—¿Ya quieres regresar a México?.— preguntó y asentí

—Ya quiero volver a mis directos y quiero ver a Mushu, me hace falta.— respondí

—Podemos irnos mañana si quieres, solo tenemos que conseguir los boletos de regreso.— exclamó y asentí

Su celular vibró así que lo tomó, yo lo miré mal

—Estamos desayunando.— recordé —Nada de teléfonos.—

—Está bien.— se resignó

El desayuno siguió normal, entre algunas anécdotas sobre lo que había pasado ayer cuando él pareció perder la conciencia

Cuando terminamos por fin agarró su celular mientras yo me ofrecí a llevar lo que habíamos utilizado a la cocina.

Junté todo y salí de la habitación, caminé directo a la cocina donde pude ver a Spreen con un vaso de agua en sus manos

—Buenos días.— saludé pero él solo hizo una seña para que me callara

—No soporto el dolor de cabeza.— exclamó y reí —No hagas tanto ruido.—

—A Roier también le duele la cabeza pero él no me pidió que me callara.— conté dejando las cosas en su lugar

—Lo que vos y tu noviecito hagan no me importa.— avisó con un tono algo molesto

Sonreí victoriosa, al menos hoy ya había admitido que Roier era mi "noviecito"

—¿Querés algo más o podés dejar de mirarme?.— cuestionó y alejé mi mirada

—Amanecimos de malas ¿no?.— apareció Carre en la cocina —Buenos días ____.—

Era tan amigable aún, sin duda le empezaría a tomar cariño

—Buenos días.— regresé el saludo

—¿Qué onda vos? ¿La jodita te resultó mal?.— le preguntó a su amigo con un tono de burla

—Un corazón roto y el alcohol no es buena combinación, afortunadamente aún no le doy la oportunidad de poder romperme.— spreen se levantó y caminó hasta donde yo estaba —Al menos sé que estamos jugando en la misma sintonia ¿no?.—

—¿A que te refieres?.— cuestioné al ver como me acorralaba frente al refrigerador

—¿Qué hacés boludo?.— se escuchó a Carre en el fondo

—Ella está bloqueando mi camino, quiero sacar un poco de jugo.— dijo sin despegar la mirada de mí

Lo empujé un poco para quitarme de ahí, él sacó el jugo para servirse en el vaso donde estaba tomando agua

—Te estás comportando raro.— escuché a Carre —A vos jamás te da resaca.—

Spreen me sonrió burlon, al parecer estaba jugando conmigo

—Los dejo, tengo que volver con Roier.— avisé corriendo directo a la habitación donde lo había dejado

Entré y cerré la puerta, busqué con la mirada a Roier, aún estaba en la cama con su celular

—Regresé.— avisé llamando su atención

—Alguien de la fiesta de anoche me contó que escuchó que Spreen te preguntó si tenías novio y que los vió muy cerca.— contó levantándose y caminando hasta donde yo estaba

—Ah, eso pasó pero yo me mantuve fiel, te lo prometo.— exclamé rápidamente —Sé que tenemos un contrato así que lo quiero cumplir para no pagarte la estúpida multa que yo puse.—

Unos segundos bastaron para tenerlo a centímetros de mí

—¿Te mantienes fiel solo por el contrato?.— preguntó casi en susurro —¿No hay nada más que te impida relacionarte con los demás?.—

Yo estaba perdida en sus ojos, no sabía como debía responder a eso