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Al día siguiente inmediatamente después de despertar, ambos nos arreglamos para ir al hospital.

En la llamada de la noche anterior nos habían dicho que necesitaban qué fuéramos para un asunto de Venecia, dijeron que no era grave pero que querían tratarlo a primera hora.

—¿De que crees que se trate?.— cuestioné mientras íbamos en el taxi

—Lo que sabemos es que Venecia está bien y con eso es suficiente ¿no crees?.— cuestionó ahora él y asentí

Aunque no era nada malo no podía evitar sentirme preocupada por mi niña. Durante el viaje mantuve mi mirada fija en la ventana.

—¿Podemos hablar sobre el tema que no terminamos ayer?.— preguntó haciendo que mi mirada regresara a él

Sabía que se refería a la opción de mudarnos a Monterrey un tiempo pero yo no estaba muy segura de eso

—¿No puedes conseguir un lugar para entrenar aquí?.— cuestioné y escuché como suspiró —Por favor Roier, no te estoy pidiendo algo tan difícil.—

—Pero Ronny entrenó a Rivers y a Ari, ambas ganaron.— recordó algo que perfectamente sabía

—Lo entiendo pero hay gente igual de buena o incluso más.— exclamé y me miró mal —¿Crees que me equivoco?.—

—Claramente, se sabe que él es de los mejores entrenadores que ha dejado la velada.— lo defendió

Pasó un tiempo donde ambos estuvimos en silencio hasta que por fin llegamos. Pagamos y bajamos, era la primera vez que él no intentaba tomar mi mano al caminar, ¿estaría molesto?

Entramos al hospital y fuímos directamente a la recepción donde nos dieron los pases para ir directamente a pediatría.

—Mi mano se siente algo fría.— hablé mientras caminamos hasta allá —Tal vez alguien quiera tomarla y...—

Escuché como rió un poco y después tomó mi mano, yo sonreí.

Llegamos hasta la habitación donde estaba Venecia y ahí estaba la pequeña junto a la enfermera que siempre la cuidaba.

—Hola.— saludé cuando entramos y Venecia corrió hasta Roier para que la cargara, él de inmediato lo hizo

—Hola.— escuché por primera vez la voz de Venecia y de inmediato la miré sorprendida

Roier parecía igual de impactado qué yo, ¿no era que no podía hablar?

—Empezó a repetir las palabras que escucha.— contó la enfermera con una gran sonrisa —Y sus estudios han mostrado avances.—

La abracé sin dejar que Roier la bajara, aun no podría aguantarla

—Avances.— repitió Venecia y reímos

—De hecho los hemos llamado para algo relacionado a los avances.— avisó y ambos la miramos —Ahora que la nena va mejorando, la administración del hospital ha decidido dejarla con servicios sociales para su adopción.—

Mi sonrisa se borró de inmediato, ¿entonces que pasaría con nuestras visitas? ¿qué pasaría con esta pequeña familia que había idealizado?

—Sabemos que se han encariñado con Venecia y por eso queríamos contarles que pronto se irá del hospital.— y siguió

Miré de reojo a Roier, también tenia una mirada de preocupación

—¿Entonces esta es la última vez que podremos ver a Venecia?.— cuestionó mi novio aferrándose a la pequeña que empezó a jugar con su cabello —No nos puede decir eso.—

Todo era tan repentino, ambos la queríamos bastante como para marcar una despedida ahora

—Ustedes tienen la preferencia en adopción.— avisó y la miramos sin entender —Medicamente no hay explicación para que Venecia intentara hablar pero empezó a hacerlo después de convivir tanto con ustedes.—

"Adopción", esa palabra era muy fuerte para mí en este momento.

—Necesitamos hablarlo en privado.— dijo Roier —No es algo tan fácil de decir.—

—Pueden considerarlo un tiempo, no les podremos presión.— dijo la enfermera

Éramos muy jóvenes y nuestra relación no era más sólida qué cualquier otro noviazgo qué podría tener alguna crisis.

Sabía que si quiera pensar en aceptar algo debía pensar antes en Venecia; ella era muy chiquita y yo no podía ser una madre para ella, ni siquiera sabía que era lo que hacía una "buena madre", no podría cuidarla cuando apenas me podía cuidar yo

—Yo...digo nosotros.— hablé y ambos me miraron —No podemos adoptar a Venecia.—

La enfermera pareció entenderlo por la manera tan cálida en que nos sonrió

—Pueden quedarse con ella por el día de hoy.— dijo y ambos sentimos

Ella se marchó de la habitación dejandome con Roier y aquella pequeña.

Roier la bajó, ella corrió directamente hasta los juguetes y libros que tenía por ahí. Se sentó a jugar con un rompecabezas

—¿Estás bien?.— preguntó mi novio al mirar como veía a Venecia, era la niña más linda que existía

—Ella estará mejor con otra familia que pueda ponerla como prioridad, nosotros no estamos listos y adoptarla sería cruel para ella.— exclamé y sentí como me abrazó

Sería una despedida triste pero era lo mejor para Venecia

—Mamá.— escuché que dijo la pequeña y me giré a ella

Estaba corriendo hacia mí con una pieza en su manita, me la dió y después corrió de regreso a donde estaba.

Sentí mis ojos cristalizarse y miré a Roier, él de inmediato me abrazó para darme si apoyo. Supuestamente Venecia solo repetía las palabras pero esa última había sido de todo corazón.

𝐅𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐂𝐄𝐑𝐄𝐙𝐎 [Roier X Tú]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora