¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Negativo.
Otro maldito negativo.
Rabioso, tiró la prueba de embarazo al basurero, mirando su reflejo en el espejo, y se encontró con su cara haciendo una mueca molesta y de ira.
Era la cuarta prueba de embarazo con resultado negativo y estaba a punto de romper algo debido a la frustración y la pena. ¿Por qué su cuerpo no podía quedar preñado? ¿Por qué no podía darle un bebé a Joshua?
Prácticamente hacía el amor con Joshua cada noche, dejando que anudara y se corriera en su interior. Incluso permitía que permaneciera dentro de él para aumentar las probabilidades de un embarazo, pero no pasaba nada. Su cuerpo no respondía. Su omega se negaba a otro bebé por ahora.
Su triste, herido y frágil omega no quería un bebé de Joshua, no hasta perdonarlo por completo.
Y Jeonghan tenía miedo de que eso afectara a su relación con el alfa.
Iba a casarse en una semana. Luego vendría la luna de miel. Y después... ¿después qué? Joshua iba a querer bebés. Bebés que Jeonghan no podía darle. Bebés que podía buscar en otra persona.
¿Y qué pasaría con él? ¿Con Hoshi?
¿Qué pasaría si a Joshua su alfa le decía que quería bebés y buscara a alguien más?
Jeonghan tenía miedo de que eso fuera a ocurrir. Que lo abandonara por alguien que pudiera suplir sus necesidades. Por alguien que no llorara por un engaño, ni a veces le hiciera el quite por el sentimiento de traición que le embargaba.
Existían alfas que buscaban más de un omega como pareja, y temía que Joshua fuera uno de ellos. Jeonghan no quería compartir a Joshua con nadie, lo quería sólo para él, para nadie más.
Suspiró, sentándose en la tapa del baño, y apoyó su cabeza entre sus manos.
Segundos después, la puerta del baño se abrió.
— ¿Mami? —balbuceó Hoshi con los ojos cerrados —. ¿Ocupao?
Soltó una risa cansada.
— No, no, ven Tigresito. —murmuró Jeonghan, causando que el bebé abriera los ojos y le sonriera, tambaleándose hacia él con sus manos extendidas.
— Oti Oti —balbuceó el bebé, apoyándose en las rodillas de Jeonghan —. U-e-mos.
Tomó a Hoshi en brazos, sentándolo en su regazo, y le besó la mejilla regordeta, causando que riera.
