Lo prometiste | Mark Sloan ✓

14┃Rojo.

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Antes de todo quiero aclarar, que esta historia está autorizada por la autora original   de writer_daydreamerr la cual me dio permiso para traducirla.

Yo siempre menciono al comienzo de mis traducciones esto y estoy cansada de gente que no tiene compresión de leer , y comienza a decir cosas que no son.

Eso es todo un saludo.

Ahora si disfruten de la historia.

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S3 EP9

NORAH ABRIÓ EL frigorífico en un intento de prepararse el desayuno, pero sólo había unos huevos y unas cuantas verduras de hoja verde, y el contenido del frigorífico parecía desalentador.

La idea de pescado y patatas fritas se le pasó por la cabeza como menú para la cena. Miró el reloj, debatiendo si pasar o no por el supermercado antes de dirigirse al hospital, pero finalmente decidió no hacerlo.

Suspiró mientras se dirigía al hospital, no muy animada por los problemas para dormir de la noche anterior. Desde que recordó el incidente del M&M, su horario de sueño había empeorado. Una sola pregunta le rondaba la cabeza: ¿Por qué no recuerdo lo que pasó aquella noche?

Al salir de los vestuarios, sonó su busca y algunos otros detrás de ella. Oh, tiene que ser un gran caso de trauma, pensó para sí misma e inmediatamente corrió a Urgencias, sin perder tiempo en atarse el pelo mientras sus piernas la guiaban a su destino.

—"¿Qué ha pasado?"— preguntó Alex.

—"El conductor perdió el control de su coche, arrolló el mercado de pescado del muelle",— notificó Bailey, —"Al menos una docena de heridos".

—"¿Mercado de pescado?" —Los ojos de Norah se abrieron de par en par,— "Estaba a punto de dirigirme a la Lonja esta mañana antes de venir aquí..."

Alex la miró con el ceño fruncido. —" Tía, eso es enfermizo", —comentó. —"Es como si tuvieras... mal presagio o algo así".

—"Gracias, Alex. Jodidamente útil",— respondió ella con sarcasmo.

—"Será mejor que des gracias a los dioses por no haber estado allí entonces, Lawrence",— afirmó Bailey. —"¡Necesito todas las manos en cubierta!"

De hecho, Urgencias era un caos. No paraban de traer pacientes de la zona de ambulancias, las camillas llenaban Urgencias; la gente estaba cubierta de sangre, con heridas recién vendadas y gimiendo de dolor mientras los médicos y las enfermeras colaboraban para ayudarles.

Bailey empezó a gritar órdenes a sus internos, que asintieron e inmediatamente se dispersaron en distintas direcciones. —"¡Lawrence, tráeme una camilla ya!".

La cabeza de Norah se dirigió hacia la fuente del sonido, donde una chica cubierta de fragmentos de cristal y sangre acababa de desplomarse en los brazos de Addison. Malditamente maravilloso, pensó, literalmente.

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NORAH Y ALEX SE SENTARON uno frente al otro mientras retiraban los pequeños trozos de cristal de cada lado de las piernas de la chica. Ella sostenía las pinzas en la mano y recogía con cuidado el fragmento de cristal, desechándolo sobre la gasa de la otra mano. Gemía y se quejaba de su lado de la pierna de la paciente, que contenía pequeños fragmentos de cristal que había que retirar.