12┃Él es un prostituto.

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S3 EP4

—"¡LAWRENCE, LLEGAS TARDE!"— Alex sonrió satisfecho mientras gritaba detrás de Bailey.

"¡Eso es porque me has quitado la plaza de aparcamiento, imbécil!". Norah le frunció el ceño. "¡Y me has despertado en mitad de la noche para poder dormir en mi maldito sofá!".

Los cinco internos caminaron detrás de Bailey por el pasillo, discutiendo entre ellos. Norah pateó a Alex detrás de la pierna antes de chocar accidentalmente con Meredith, que se detuvo de repente; se rió de ella.

"Oh, mierda-lo siento, Mer, culpa mía".

"¿Problemas de mujer?" preguntó Cristina a la amiga de aspecto enfermizo.

Meredith tenía la mano sobre el estómago con una expresión de dolor en la cara. "Problemas de hombres. Creo que esto de salir con dos chicos me está afectando. El estrés", gimió, "Finn, Derek. Derek, Finn. Creo que me está saliendo una úlcera".

"¿McDreamy y el veterinario te están poniendo enferma?" preguntó Cristina, divertida.

"¿Se lo has hecho tú a los dos?". Norah levantó la ceja: "¿A la vez?".

"No, claro que no", Meredith la miró antes de suspirar: "Necesito tomar una decisión y acabar de una vez".

La residente y los cinco internos rodearon a Shawn Sullivan, al que habían operado de bypass y pronto le permitieron recibir el alta, y luego con Addison a Rebecca, una madre que se negaba a que le hicieran una cesárea. Salieron de la habitación de la paciente con Norah detrás del grupo.

"¿Se encuentra bien, Dra. Grey?" le preguntó Bailey a la interna, que seguía gruñendo de dolor.

"Sí, Dra. Bailey, es que...". Meredith gimió mientras se acercaba y se sentaba en un banco, "necesito tomar una decisión, eso es todo".

Derek se acercó al grupo y caminó hacia Meredith. "Dra. Grey, estoy cortando un aneurisma de la punta basilar. ¿Algún interés?"

"¡Quiero participar!" Norah levantó el brazo.

Addison pasó junto a ellas, haciendo una breve inclinación de cabeza a Norah, y se acercó a Bailey. "Dra. Bailey, ¿puedo...?" Su voz se cortó cuando sus ojos se encontraron con el hombre que estrechaba la mano de Webber, y se quedó boquiabierta. "Oh, Dios mío..."

Derek siguió su mirada e hizo una doble toma al ver al hombre al otro lado del cristal; el resto de los internos también se fijaron en la persona que llevaba una bata blanca con el nombre del Seattle Grace cosido. "Oh... dios... mío...".

George se preguntó en voz alta: "¿Es...?".

"McSteamy", sonrió Cristina.

Norah estalló en carcajadas ante la inesperada pero hilarante situación. Inmediatamente se tapó la boca con la mano antes de que los adjuntos y la residente pudieran fulminarla con la mirada. Al lado de Derek, Meredith vomitó en el suelo, lo que hizo que todo el mundo centrara su atención en ella mientras Bailey se apresuraba a acercarse.

"¡No, Sr. Sullivan, no encienda eso!" gritó George alarmado mientras intentaba pasar junto al grupo. El Sr. Sullivan no oyó los gritos del interno y encendió su cigarrillo, provocando una explosión alimentada por el oxígeno que llevaba alrededor del cuello. La parte superior del cuerpo del hombre se incendió y cayó al suelo, golpeándose la cabeza.

Lo prometiste | Mark Sloan ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora