Narrador Omnisciente.
El futbolista habia llegado a su club, realmente le dolía demasiado la honestidad de Azul, pero, también había hecho lo correcto, Kevin prefería decepcionarse ahora, antes de crearse más expectativas.
Al llegar a su habitación, ahí se encontraba Luis y Erick jugando Xbox, Luis inmediatamente noto la cara de Kevin, al parecer había estado llorando de camino al club, pues sus ojos estaban enrojecidos e hinchados. Luis sabía que Kevin había salido a ver a su prima, así que solo había un motivo de sus lágrimas, Azul.
Luis dejo de jugar y se aproximo a Kevin.
— ¡Hey, estábamos en la mejor parte! — exclamó Erick.
— Aguarda un segundo. — respondio Luis, Erick puso pausa al juego y miro a Kevin quien se había recostado sobre la cama boca abajo. — ¿Que le pasa?
— Eso es lo que quiero saber... ¿Kev, que sucedió? — pregunto Luis con voz sería.
Kevin cerro los ojos, y por un segundo la escena donde Azul le decía aquellas cosas paso por su mente. El joven solto un suspiro y miro a sus amigos.
— Azul me dijo que, no la volviera a invitar a salir, en pocas palabras me pidió alejarme de ella, por qué le interesa alguien más. — el futbolista enterró la cabeza en la almohada sin querer ver la reacción de sus amigos.
Luis sabía que su prima solía ser a veces muy borde, y Kevin era bastante noble de eso se había dado cuenta... A Luis le comenzó a dar curiosidad quien era ese alguien al que Azul le rendía tanto, así mismo empezó a sentir pena por el corazón roto de su amigo.
— Quiero mucho a mi prima, pero es una idiota. — Luis suspiro. Erick dió unas palmaditas en la espalda de Kevin.
— Quien lo diría... — comenzó a decir — Kevin Álvarez tiene el corazón roto, ¡amigo! Ánimo, recuerda que tienes a miles de chicas a tus pies, no se vale que estes así por una.
Kevin giro la cabeza y miro a Erick.
— Azul vale más que esas miles de chicas. — comentó. — Es culpa mía, no de ella el haberme ilusionado, pero fue bueno soñar con que ella algún día me hiciera caso.
Al escuchar eso, Luis abrió los ojos como dos lunas llenas.
— ¿Estás diciendo que definitivamente dejaras escapar a Azul? — pregunto sorprendido. — Kev...
— Si lo haré...
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Marzo 2023
— ¿Que tienes que ver con ella? ¿Por qué siempre hablas de ella? ¿Por qué razón me han comentado que la llevas a su casa? —exclamo Cecy furiosa, mientras todos se habían ido a comer fuera.
— Ya te dije, es una compañera de trabajo únicamente, no tenemos nada — Marco trato de sonar tranquilo.
Azul y Marco cada vez se habían acercado más, tanto que incluso habían intercambiado números de teléfono y tambien salían a comer juntos <<claro cuando Cecy no iba a las oficinas>> incluso Marco la llevaba a casa la mayoría de las veces. Julie estaba feliz por su amiga, porque estaba logrando que su interes amoroso pusiera los ojos sobre ella, pero a Daniela le disgustaba, Azul no comprendía por qué Daniela siempre estaba en contra de la relación que comenzaba a llevar con Marco, de hecho podría decirse que parecía celosa de ella, pero ¿Por qué?
— Ah... Esto me suena familiar, …¿Recuerdas como me conquistaste a mi? ¡Justamente como lo estás haciendo con ella! ¿Que pretendes? ¿Hacerla tu amante? — volvió a exclamar la mujer de cabellos rizados, el único que se encontraba ahí era Teo el joven que era bastante callado y siempre llevaba audífonos, pero está vez los tenia puestos sin música. — ¿Estás loco? Es una chiquilla para ti ¿Que te puede ofrecer? ¡Absolutamente nada!
— Deja de decir estupideces Cecilia.
— ¡Ja! No te quieras hacer el que no intenta nada con ella, pero te advierto Marco, voy a averiguar lo que te traes con esa mocosa.
Dicho esto Cecy salió de la oficina de Marco, topandose con las tres chicas, Julie, Daniela y por supuesto Azul, a esta última le dedicó una sonrisa. En este caso Cecy iba a aplicar la de "Mantén a tus amigos cerca, pero a tus enemigos más cerca" Cecy miro a Azul y le dedicó una sonrisa, como si antes no hubiera estado hablando de ella con Marco y también como si no la detestara. Debia acercase a ella para saber si algo se traía con Marco.
— ¡Chicas! — exclamó con fingida felicidad, Marco se asomo y miro a su novia — Algún día vamos a comer juntas ¿Si?
Azul y sus amigas se miraron entre si confundidas, pero asintieron con amabilidad.
— Bueno, nos vemos luego, guapas —Cecy se fue de ahí haciendo sonar sus enormes tacones, no sin antes dirigirle una mirada de advertencia a Marco.
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Horas más tarde Marco llevo a casa a Azul, la castaña estaba muy feliz pues Marco habia cambiado radicalmente con ella, lo percibía más relajado, más tierno y atento con ella, incluso en algunas ocasiones él había tocado las manos de Azul mientras manejaba, además de decirle cumplidos de su físico y ropa que usaba. Sin duda el hombre comenzaba a mostrar sus verdaderas intenciones con Azul. Pero eso sí, cuando estaba con Azul, nunca mencionaba a Cecy, era como si estuviera soltero.
Azul bajo del auto, y entro a su casa con una sonrisa en el rostro, estaba fascinada con Marco, tanto que incluso no le importaba no haber podido atrapar al duende en un mes. Esa noche después de muchas decidió cambiarle los chocolates a la trampa, pero realmente no creía que pasará nada, incluso comenzaba a pensar que el ser ya se habia ido, pues la casa se sentía bastante tranquila.
La joven hizo su cena, se ducho, respondió mensajes de sus amigas y por supuesto de Marco, quien todos los días le escribía y por último se dispuso a dormir.
Azul pensó que esa noche iba a ser bastante tranquila, como las que tenía últimamente, lo que no sabía es que esa noche sería la última tranquila que tendría durante mucho tiempo. La joven cerro los ojos, las horas comenzaron a transcurrir, hasta que hubo un punto en el que todo se volvió frío... El frío inundó la casa, el cuerpo dormido de Azul comenzó a percibírlo, haciendo que la joven se acurrucara más bajo las cobijas.
Las luces en la planta baja comenzaron a parpadear, claro de esto Azul no era conciente pues continuaba dormida. Frente a su casa se encontraba aquella mujer, esa a la cual Kevin temía, mirando directamente a la casa de Azul, mientras esbozaba una sonrisa.
Dentro de la casa de Azul alguien corría y brincaba por todas partes, al mirar los chocolates se aproximo a ellos, los quería tomar, pero al acercase a ellos una jaula cayó sobre él... Azul escucho el estruendo de la jaula cayendo haciendo que se despertará, lo había logrado, había capturado al duende.
Azul, no pensó que hubiera sido la trampa pues dudaba que el duende regresará, así que decidió levantarse para asegurarse que todos estuviera bien, tomo un abrigo, y se lo colocó ya que la temperatura era muy baja dentro de su casa, encendió las luces y con cuidado bajo hasta la segunda planta. Al darse cuenta que la jaula estaba tirada, y que adentro había alguien y que ese alguien era el duende que a la vista humana era bastante desagradable, pego un grito ensordecedor.
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¡Muy buenos días, tardes o noches! Les traigo un nuevo capitulo, de verdad espero que les guste mucho.
¡Por favor chicas, no olviden votar por "Mi primer error favorito" en los PREMIOS ERAS!, el link del libro lo pueden encontrar en mi perfil, recuerden seguir todas las bases para que el voto no sea eliminado, se los agradeceré mucho, en verdad, recuerden que es en el separador del álbum RED y categoría mejor fanfic de futbolista. De antemano muchas gracias, y a las que ya votaron, realmente se los agradezco, ¡Las amo mucho!
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El Deseo del Duende |Kevin Álvarez|
Fanfiction"El amor no es su fuerte, pero quizás deba forzarlo a aparecer en su vida" Cansada de que su familia siempre le reproche que hasta su prima cuatro años menor tiene novios y ella nunca les a presentado alguno, Azul Conde decide tomar medidas desespe...