Inevitable Tentacion. Nick Leister

Cap 17

||7 veces-Tini||
Afuera está lloviendo
Y yo estoy acá adentro
Pensando en ti
Pensando en tí
Uno dos tres cuatro cinco seis
Siete veces
Te me apareces y te me desapareces
Afuera está lloviendo
Y yo estoy acá adentro
Pensando en ti
Pensando en tí
Uno dos tres cuatro cinco seis
Siete veces
En mi cuarto llueve en mi cuarto llueve

LEAH.

_Aqui estas en dónde estabas.

_Nick me dió sus llaves.

_Que bueno ajá pero ahora tenemos otro problema.

_QUE problema.

_Bueno digamos que Ronnie drogo a lucrecio.

_Que como ella no lo conocía o que.

_Mañana se lo decimos pero hay que irnos.

_No que pero.

_Leah..

_Esta bien voy a devolverle esto a Nick y ya nos vamos.

_Gracias.

_Y en dónde está lu.

_Esta vomitando en detrás de esos autos.

_Esta voy y se lo devuelvo.

Ahora una nueva aventura para la agente lele buscar el capullo inmaduro de Nick.

Cuando por fin lo visualize estaba con su novia en un acto diría no para la vista pública.

Entre otras palabras se estaban dando como cajón de cierra en un auto como lo sé.

El muy idiota tiene la ventana abierta
JAJAJA qué se habrán nomás un porno show literalmente.

_Nick.

_Puta madre.

_Zorra de mierda!.

_Elaia.

_Perdon idiota tu eres la única zorra que coje con la puta ventanilla abierta.

_Ven aquí maldita idiota.

Y sin pensarlo me dió una caquetada que muy bien diría me reinicio el Windows pero se la devolvi con gusto y gracia.

_Jamas en tu vida me vuelvas a tocar maldita zorra.

_Vamos Leah camina. Dijo Nick apartandome casi subiandome en su hombro.

_Ya Nick basta. La madre que la parió.

_A ver déjame ver.

_Dejame hijo de puta.

_Ya vamos con estás enserio de nuevo diciéndome con tu acentito que sos un "hijo de puta".

_Dejame en paz si nada más te venía a dar esto.

_Que no vas a correr si eso era lo que querías.

_Tal vez la próxima.

_Leah espera.

Junto nuestros labios con un beso algo agresivo por qué tenía una mano en mi nuca.

No le respondí por unos segundos pero después se lo respondí igual algo agresiva igual

Agarre su cadenita y después su cacheta de cuero.

Después de unos minutos sonó una sirena que creo que era la que tocaba que era que iniciaban una carrera.

_Corres tu.

_No creo que lo hace uno de los morados y verdes.

No me di cuenta que aún tenía sus manos en mi cintura y yo en su cacheta. Sus labios estaban hinchados y no quiero ver los míos.