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ᵖʰᵒᵉᵇᵉ ᵛˡᵒᵉᵗ
Mi cabello se despeniba cada vez más por la fuerte brisa ya que había olvidado mi gorro en casa, una de las cosas que más amo es cuando llegan las épocas de fiestas y para mi sorpresa la navidad ya había llegado así que no perdi más tiempo y decidimos viajar con los chicos a Quebec-Canadá, una hermosa ciudad para pasar estas fechas.
—Basta ya—el menor de mis hijos le habló indignado a su hermano mayor.
—Pero si venimos a divertirnos Mason—Aslan es el mas grande pero cada vez que tenía la oportunidad de divertirse la aprovechaba.
—Pues sí, pero no es divertido que me tires nieve en los ojos—Se sentó a mi lado mientras se limpiaba los ojitos.
Yo solamente veía a los dos discutir sin agresividad ni insultos, para las edades que tienen son muy maduros y respetuosos.
—Hemos hecho un buen trabajo ehh—Jude se puso detrás mio, llevó sus manos a mis hombros dándo ligeros movimientos.
—Hemos?—lo miré curiosa esperando su reacción la cual fue de sorpresa, la verdad que aunque él dedique la mayor parte de su tiempo al fútbol nunca pierde el interés en nosotros y siempre anda al pendiente de cualquier cosa—Si mi amor hemos hecho un grandioso trabajo.
Beso mi cabeza para luego darme una pequeña palmada en la espalda baja, caminó hasta el menor y lo tomó en sus piernas, sentándose él en la baqueta ahora.
—¿Qué sucede cariño?—le preguntó a nuestro hijo.
—Aslan me tiro nieve en el ojo.
Jude como buen padre responsable que es optó por la venganza—Vamos a acabar con él—susurró en su oído pero lo alcance a escuchar.
Ante su propuesta el menor celebró por lo cual le di una mirada amenazante a su padre y ambos se quedaron quietos.
Al cabo de un rato tan solo me descuide un segundo y ese par ya estaba haciendo de las suyas, Jude revolcaba a Aslan en la nieve mientras su hermano le tiraba más de esta encima.
—Bellingham deja a tu hijo en paz—no me hizo caso por lo cual tuve que tomar cartas en el asunto.
Si deseaban pelea, pelea tendrían pero de manera justa, me pare del banco y me encaminé hacia los tres separando primero a mi esposo y luego a los menores.
—Bien equipo de dos—señale con mi índice al más pequeño—Mason con papá y Aslan conmigo—el ruloso se puse a mi lado—Ahora si a la cuenta de tres...uno, dos y tres.