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Decepción, eso era lo Jude sentía en ese momento, se sentía decepcionado de si mismo, porque creía que él no estaba dando su mayor esfuerzo como pareja y futuro padre.
Pegaba con ira las paredes del baño, sus puños estaban demasiado rojos por lo fuerte que daba sus golpes que empezaron a sangrar, a más de ira sentía miedo, y mucho medio porque él sabía perfectamente que la vida de su mujer y de su hijo estaban peligrando.
La puerta sonó, dejando caer al moreno en el piso, tapó su cara con sus manos mientras seguía sollozando, en un fuerte empujón la puerta fue abierta.
Jobe se espantó al ver en la situación que se encontraba su hermano mayor. La pare llena de sangre, él en el piso llorando, su ropa desarreglada, sus nudillos rojos y manchados del espeso líquido color rojo, el menor lo entendía, porque sabía que Jude amaba con locura a Phoebe, y en tan poco tiempo se hacía la idea de que tendría en sus brazos a un pequeño que llevaría su apellido y el de la modelo.
El menor se agacho intentando calmar a su hermano, no podía hacer nada más que abrazarlo y así lo hizo.
En cuanto el futbolista sintió el abrazo de su hermano rompió en llanto, Jobe solo daba su apoyo diciéndole que todo mejorará, y en un momento se le vino a la cabeza la razón por la que vino a buscar a Jude.
—Ya dieron noticias—se separó del abrazo.
—¿Qué dijeron?—volteó su cabeza para ver a la cara al menor, no podía aguantar ni un segundo más sin saber que pasaba en ese cuarto.
—Ellos estan bien—dijo con una sonrisa la cual el mayor le siguió.
El alivio, la alegría, y todo tipo de sentimientos y emociones alegres invadieron su ser.
Se paró rápidamente del piso, secó sus lágrimas y camino hasta la sala de espera donde ya se encontraban las amigas de Phoe, la madre del moreno y su padre los cuales al verlo corrieron hacia él estrujandolo.
—No vuelvas a hacer eso—Denise dio una palmada en el hombro de su hijo—Estaba preocupada por ti.
—Lo siento mamá, no volverá a suceder.
Minutos antes Jude dejo a su familia en la sala de espera diciéndoles que iba al baño, pero demoró demasiado.
La madre del británico lo chequeo con la mirada, preocupándose más—¿Pero qué te pasó?—le daba vueltas al moreno viendo la sangre que tenía en la ropa buscando de donde provenía, agarró sus manos dándose cuenta.
—Luego te explico—le dio una sonrisita a su madre intentando calmarla y haciéndole saber de que se encontraba bien.
Saludo a las modelos y charlo un buen rato con ellas, hasta se fueron porque el deber las llamaba, no sin antes decirle a Bellingham que cualquier cosa les este comunicando que ellas dejaban todo por venír a ver a la brasileña.
