Capitulo 4.

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El fin de semana había pasado muy bien, tanto como el domingo y como hoy no dejaba de sonreír o de pensar que Hugo siente algo por mí, era claro, solté un pequeño suspiro de enamorada, Vaya, era el primer lunes que adoraba.

Pasaba por los pasillos, miraba a todos y al alzar un poco más la mirada vi a Hugo, que al poco tiempo me vio, yo sonreía tímida en lo que él caminaba hacia a mí con una sonrisa coqueta, yo me acerque un poco, pero el siguió caminando derecho, me gire para ver a quien se dirigía, a la pelirroja de ojos azules: Ángela. Luego Hugo la tomo de las mejillas y la beso.

Sentí en mi interior que todo se derrumbaba ¿La perdono? ¿Él es tonto o que es le pegan en casa? ¿Realmente esto estaba pasando?, gire y seguí caminando por el pasillo hasta llegar a mi casillero, lo abrí y metí mi cabeza en el, ¿Que le pasaba? ¿Y lo nuestro? << Nunca hubo un "nuestro">> dijo mi subconsciente, di un suspiro largo, ¿Y si solo salió conmigo para darle celos a Ángela? Estoy tan confundida, comienzo a sacar los libros que necesito.

-Pero miren quien es -Dijo Alicia- La futura novia de Leclercq -rio leve- Por ahí escuche que te fue muy bien en la cita- sonrió.

Suspire.

-La cita estuvo bien- dije algo desanimada- Pero el volvió con Ángela -baje la mirada a mis libros- los vi besarse cuando caminaba a mi casillero -suspire- Solo fue una salida de amigos... Eso -me tape la cara, me sentía una completa tonta por haberme ilusionado.

Alicia me miro algo triste y me abrazo.

-Se cuanto lo quieres -pronuncio- pero es un tarado, lo mejor que te puedo proponer es que te olvides de él, es obvio que Ángela lo tiene bien tonto y por eso es bien tonto-.

Reí leve, tenía razón, ¿No es ya suficiente seguirlo? Era hora de dejarlo, cuando las cosas son para ti salen fácil, pero cuando no es para ti, simplemente las cosas no se dan.

- Lo pensare...- dije cerrando mi casillero y caminando sin ganas al salón.

Después de la aburrida clase, me dirigí al pequeño campus que quedaba atrás del instituto, camine hasta llegar un pequeño árbol, me senté bajo el, abrí mi mochila y busque mis audífonos, cuando me los iba a poner Martin llego y se sentó a mi lado.

- Hola -sonrió.

-Hola... ¿Ya te re inscribieron?-pronuncie.

Asintió.

-El director dijo que para mañana seré estudiante de este instituto oficialmente, aun así me dejo asistir a clases hoy- sonrió, por un momento comenzó a verme detalladamente.

-¿Qué?- reí leve ante su mirada.

- ¿Estás bien? Te noto algo... No sé, triste, confundida- dijo mirándome a los ojos.

Baje la cabeza.

- Veraz, me gusta un chico y creí que las cosas iban bien con él y podría a ver pasado algo... Pero -suspire- me equivoque-.

Martin acerco su mano a mi mejilla he hiso que lo mirara a los ojos. Esos ojos grisáceos.

- _____, eres una chica preciosa, ese tal chico que te gusta es un idiota por no fijarse en eso, porque cualquiera, incluso yo, desearía tener una chica tan hermosa y especial como tú en mi vida...- dijo, mirándome fijamente a los ojos.

Un pequeño rubor asomo por mis mejillas, eran tan honestas sus palabras y ese mirar, era completamente tierno. El sonreía.

-No debes de sentirte mal, por lo que no vale la pena- pronuncio- ¿okay?-.

Yo asentí, el acariciaba mi mejilla con su pulgar y seguía mirando mis ojos.

Luego, alguien se paro cerca de nosotros y tosió a lo bajo.

- Interrumpo algo- Dijo Hugo algo serio.

Martin retiro su mano de mi mejilla y lo miro, al igual que yo.

- N-No- dije- ¿Necesitas algo?- pregunte seria, pretendiendo que no me afectaba su presencia.

Me acerco mi cuaderno.

-Lo dejaste tirado en el salón- dijo, en un tono ¿Molesto?

- oh -lo tome- Gracias- me quede mirando el cuaderno y luego lo mire a él- ¿Algo más?

Negó y se fue, sin antes mirar mal a Martin.

-Que amargado -rio- ¿Quién es él?- pregunto.

- Es Hugo, un compañero de mi clase- dije intentando tapar todo lo que quisiera decir de él.

Rio leve

- Es un amargado -me miro- Oye, que te parece si mañana después de clases vamos a esa cafetería donde preparan esas buenas malteadas que a ti te gustan, tal vez así te puedas sentir mejor- sonrió- ¿qué dices? Yo las gasto -rio leve.

Sonreí.

- Okay, lleva bastante dinero, tu sabes que me encantan -bromee.

El rio.

-Bien -sonrió y miro su reloj- Bueno, tengo clase -me miro- te veo luego ¿sí?-.

Asentí.

-Okay -me guiño el ojo y se fue.

Mire el suelo, no iba negarlo, Martin es un chico encantador que siempre sabe cómo hacerme sentir mejor.

***

Guarda mis cuadernos, este martes pintaba bien, hacia buen sol y las clases no eran tan pesadas, cerré mi casillero y me dirigí a la salida a esperar a Martin, tome mi celular y miraba la hora.

-¿me estas esperando?- Dijo Hugo algo entusiasmado.

Lo mire y negué.

-¿en serio? Hoy es martes-sonrió.

-Lo sé- dije fría- pero no voy a ir a mi casa -guarde mi celular.

-oh -miro alrededor- y... ¿A dónde vas a ir?- pregunto.

- ¿es importante que te diga?- dije mirándolo seria.

Y antes de que el respondiera algo llego Martin.

-¿nos vamos ____?-dijo sonriente.

-Claro- mire a Hugo- nos vemos después- dije y mire a Martin quien me rodeo con el brazo y nos fuimos caminando hasta la cafetería.

Todo lo que siempre quise (Madeon y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora