Inocente

54-. Consecuencia

Eran las las 4:30 am aproximadamente, se encontraba sentado en un banquillo mientras que su torso brazos y cabeza reposaban sobre la barra. Un bar de mala muerte? No recordaba en que momento había llegado hasta ese lugar, miró su mano derecha con la cual sostenía una botella vacía, intento observar a su alrededor y se percató de que solo quedaban un par de personas ebrias semi inconscientes, se puso de pié como pudo, dejó dinero en la barra y salió a traspiés del sitio.

Estaba destrozado, no había otra manera de describir su pesar, no podía entender como había llegado a sucederle algo así. El llanto fluyó de inmediato, caminó sin rumbo fijo hasta que sus lágrimas no le permitieron ver más allá, las gruesas gotas de lluvia que comenzaban a caer lo fueron empapando. No intento buscar refugio, solo avanzó hasta llegar a una pared cercana en la que se deslizó hasta dar al suelo, se sentía como un pequeño, un niño abandonado.

Por más que luchó por no sentirse así no pudo controlar sus emociones, era la primera vez que lloraba de esa manera por alguien que no fuese el mismo. Así se sentía el desamor? "Que horrible sentimiento" pensaba una y otra vez mientras titiriteaba sin saber si era de frío o por la ansiedad que se apoderaba cada vez más de su sistema.

Justo cuando estaba a punto de perder el conocimiento escucho pasos acercarse hacía el, enseguida sintió como algo cálido caía en sus hombros y dos brazos lo ayudaban a ponerse en pie.

-Levántate, hay que irnos de aquí antes de que algún mal viviente te reconozca y llame a los medios-

Caminaron hacia el auto, sabía que conocía a la persona que estaba ayudándolo pero su cerebro no procesaba, era alguien cercano? Si, pero no distinguía su voz pues el alcohol en su sangre le nublaba la conciencia. Mientras iban camino a quién sabe dónde opto por ladear su cabeza hacía la ventanilla del coche, el silencio que solo era roto por las gotas chocando contra el vidrio y las borrones de luces que alcanzaba a distinguir fueron un tranquilizante para sus nervios, poco a poco fue cediendo al cansancio, entró en una especie de limbo, un limbo en el cual comenzó a rememorar cuando la conoció.

Al principio le pareció la niña más fastidiosa del mundo, tanto que incluso llegó a tratarla mal en algunas ocasiones más sin embargo, el tiempo los convertiría en los mejores amigos. Fue ahí cuando comenzó a tener sentimientos hacia ella, pero aún eran niños y el actuaba como si no le importara en absoluto.

Era tanta la química entre ellos que podría jurar que ella estaba enamorada de él, se confío y ese fue su error.

Se odiaba y lamentaba el haber sido tan estúpido por no darse cuenta de que las cosas comenzaron a cambiar en cuanto ella piso su casa por primera vez, cuando lo conoció a él.

Al principio estaba feliz pues ella comenzó a visitarlo más frecuentemente, ambos jugaban junto con su mejor amigo, Naruto. Pasaban las tardes juntos y para el todo era normal hasta que su hermano comenzó a estar cada vez más presente en sus reuniones, el estaba feliz pues amaba que pudiera pasar más tiempo con él ya que nunca disfrutaba de su vida por estar ayudando y estudiando para poder ocupar el lugar de su Padre cuando este se retirara de la empresa.

Con el paso del tiempo empezó a ver ciertas actitudes y acercamientos entre su amiga y su Hermano que le causaron algo de incomodidad, el decidía ignorarlo pues para el, sus sospechas eran poco probables por la diferencia de edades, aún que no era mucha. Además de que según su percepción "Su Hermano solo tenía cabeza para los negocios y la escuela". Vaya que había sido un idiota.

Su burbuja se reventó cuando escucho una conversación entre su primo y su hermano en donde el admitía que estaba enamorado. Se quedó en Shock cuando descubrió que la "desafortunada" chica era Sakura.