Fuego eléctrico (Kaminari x Malereader/Maleoc) En edición

Capitulo 4 - Diez Años

La relación de una familia que aunque se pudiera decir que sería una bastante conocida por las posibles acciones de estos miembros, esta se ha mantenido bastante oculta o al menos parte de esta, ya que el único que resaltaba de toda esta situación era el padre de esta. Endeavor un hombre que para muchos era uno de los hombres más fuertes al proteger Japón de varios villanos, pero para quienes conocen qué esa máscara de fuego se queda fuera de las paredes de casa, solo hacen qué su reciente odio y molestia hacia el crezca.

Ante los ojos de los medios Endeavor daba la apariencia de alguien que podría ser bastante problemático, pero eso no era del todo mentira, ya que mientras veía desde un rincón quien realmente era su padre ante los demás, nadie conocía la verdadera cara de ese hombre.

...

El sonido intenso de la música se había vuelto algo común en aquella casa, este no era molesto o algo por el estilo, ya que más que fastidiar, lograba calmar de cierta manera el ambiente pesado qué invadía los pasillos de esta, mientras más se acercaban al lado contrario de las escaleras en el segundo piso, se podía escuchar el sonido qué provocaba el más joven de la casa.

Sudor corría por su frente y caía al suelo mientras sus manos lograban moverse hasta sacar distintas melodías qué durante el transcurso de los últimos años, ayudo a que la mayor parte de su molestia saliera sin llegar a lastimar a nadie, su cabello largo y suelto se movía al mismo tiempo que su cuerpo, este mantenía sus ojos cerrados, ya que en varias ocasiones lo hacía para saber si había logrado aprenderse las partituras de las canciones que le llamaban la atención.

De un momento a otro este abrió los ojos, viendo como algunos mechones de cabello se encontraban tapándolos, termino de practicar, quitándose la correa de la guitarra y poniéndola en la pared de la habitación, tomando una liga del pequeño escritorio de la habitación amarró su cabello en una cola para evitar que su cabello pícara sus ojos.

Un suspiro salió de sus labios y después solo escucho como unos cuantos pasos se acercaban a su puerta, por lo que volteo a ver esta, solo para ver como su puerta era deslizada, mostrando a una persona que siempre podría molestarlo.

– Hola Natsuo.

Dijo con una ligera sonrisa al ver a su hermano, este solo sonreía de una manera algo tranquila, pero supuso qué se debía a algo importante.

– Hola cachorro, veo que has estado ocupado con tu vida, me alegro por eso.

Natsuo dijo y entro en la habitación, Okami le lanzó un cojín para que este se sentará mientras buscaba el suyo y se ponía frente a su hermano, el cual tenía ligeras manchas rojas en su cabeza, por lo que lo señaló y este solo asintió, como si fuera lo más normal.

– Supongo que hoy tampoco hubo suerte, verdad?.

Natsuo dijo a lo que Okami negó, el mayor de los dos suspiro ante la respuesta, pero aún así no perdieron nada en intentar.

– Sabes, es molesto tener que esperar solo para recibir palabras reconfortantes, pero no puedes hacer mucho con lo que tienes.

– No, Mei dijo que tal vez se debió a como me sentía esa vez, no se si sea algo bueno o malo, pero por el momento, no quiero saber si puedo hacer eso a voluntad, ya pasaron nueve años desde ese día, y prefiero evitarlo.

Okami dijo mientras miraba sus manos, estas estaban algo maltratadas por su noches de práctica y por los eventos en los que era invitado, pero la mayor parte de ese descuido en sus manos, eran por marcas de quemaduras, marcas qué poco a poco iban desapareciendo.

– Puedo darte una de las cremas qué la escuela nos recomienda, claro si es que quieres evitar el uso de vendas en tus manos.

Okami sonrió al ver como Natsuo trataba de alegrarlo, después de todo lo relacionado al asunto de Touya, Natsuo siempre estuvo para el, así como el lo estuvo para Natsuo.