Capitulo 6

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Debería haber previsto que esto no iba por buen camino

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Debería haber previsto que esto no iba por buen camino.

— Pero que... ¿Qué hace? —Exclamé hacia la vecina, aunque esta con su cara hecha furia, me ignoró.

Mi pecho se infló por el disgusto. La señora paseaba por todo el apartamento como si fuera su casa. Removiendo las cosas mientras la seguía desde atrás como cachorro repeliendo a otro de su territorio.

Disculpe, vieja. Creo que se equivocó de apartamento. ¿Por qué mejor no la guío a un oftalmólogo?

Bueno, no estaba tan vieja, seguro no mucho mayor que yo. Pero con esa frente arrugada quien no pensaría igual.

A veces las cosas sonaban mejor solo en mi cabeza. Asique ahí se iban a quedar.

El aliento se detuvo en mi pecho cuando vi como abría la puerta de mi habitación, y sin detener mi indignación, entré con ella dispuesta a echar a la loca de mi casa.

Si quería violencia, iba a obtener violencia. Que se preparara con el almohadazo que le iba a dar.

Entonces ella gritó:

— ¡Ahí está!

¿Qué...?

La vecina se arrodilló al lado de la cómoda que estaba a un lado de mi cama, justo en el lugar donde tenía la pequeña camita de Artur. Lo consideraba su nido, pues como estaba hecho de ropa y algunas mantas viejas, le quedaba el nombre. El también en mi descuido tomaba de la ropa que encontrara el mismo "sin uso" y lo adjuntaba con los demás, como un nido. Pero aquel nido comenzó a desaparecer cuando ella arrasó con las sabanas y algunas prendas viejas, destruyendo todo.

Se me rompió el corazón.

— ¡Salga de mi casa! —Grité, tratando de tomarla por los hombros para que saliera de mi espacio, sin embargo, se levantó dándome la cara, con Artur removiéndose en sus brazos.

—Es una ladrona. ¡Raptó a mi perro!

—No rapté nada. Usted misma olvidó Artur —Contraataque.

—Es una ladrona sin perdón. Que poca honradez tiene —Soltó, chocando con mi hombro en cuanto pasaba por mi lado para salir de mi apartamento —. Le diré al Señor Taylor. Espero que la echen de aquí.

— ¡¿Disculpa...?!—La frase se cortó cuando los gruñidos y gemidos de Artur llegaron a mis oídos. En definitiva no le estaba gustando este ambiente. Artur era un perro muy cariñoso, un poco en exceso. Le molestaban las situaciones fuertes que seguro podía sentir en el ambiente. Bajé mi tono a pesar de estar tragándome la cosa más amarga de mi vida —. No sea descarada. Usted ha dejado a Artur mas veces afuera de su apartamento, sabiendo que él le araña la puerta pidiéndole entrar. Y tiene la osadía de regañarlo cuando lo hace. Todos los apartamentos sabemos cuándo regaña a Artur por ser muy "Molesto" ¿Para qué tiene una mascota si no tiene el tiempo para cuidarlo? ¿Pero tiene tiempo para insultarme a mí? ¿Para tener "visitas"?

¡Alerta Caramelos! | Chefs problemáticos #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora