Toqué dos veces la puerta de la habitación de mamá. Pero nadie contestó en respuesta como esperaba.Tomé con aún más fuerza mi oso de peluche en mis brazos, mientras la respiración se me atascaba en la garganta.
Un frío aliento escapó de mi boca. Estaba congelandome. Apenas había llegado de afuera.
Solo tenía que esperar.
Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.
Cinco
Sei-
El cerrojo se abrió. Y la puerta se deslizó invitandome a entrar a la oscura y helada habitación. Eché la cabeza adelante, tratando de buscar rastros de mamá, era su momento.
—¿Mamá?
De inmediato su melosa y delicada voz vino enseguida a mí encuentro, cuando apareció detrás de la puerta, tratando de asustarme. Pero mamá ya no me asustaba.
—Mi niña bonita —Se acercó, arrodillándose a mi altura. —Tu pelo largo está maravilloso hoy —Hipó de alegría, acariciándome los mechones, logrando hacerme reír.
—Mamá también está maravillosa hoy.
—No tanto como tú, cariño —Su rostro se iluminó, y tomándome, me cargó encima hasta entrar a su habitación por completo. Mamá encendió las luces y corrió conmigo en sus brazos al armario. —¿Adivina qué, cielo? Tu padre me invitó a cenar hoy. Quiero lucir espléndida, y tú vas hacerlo posible.
Estaba igual de emocionado que ella, y me dediqué a ver junto a su opinión deferentes vestidos mientras le contaba de mi semana.
Adoro a esta mamá.
Se parecía a mí mejor amiga cuando le regalaba chocolates en el recreo, y quién desbordaba alegría cuando lo hacía, a pesar de que se los daba porque no me gustaban.
Cuando ella lo hacía, era molesto. Me molestaba con abrazos, y me cubría de saliva en las mejillas. Pero cuando mamá era así, me alegraba junto a ella. Quería a mamá.
—El rojo es bonito. Escojo el rojo —Señalé, brillaba con cositas que las amigas de mamá llamaban lentejuelas, y tenía un corazón adelante.
Mamá me miró con duda.
—No creo que sea adecuado para una cena, pero si tú insistes. Entonces probemos.
Negué con venencia la cabeza.
—Si dices que no es adecuado, entonces busquemos otro.
Su sonrisa mientras me miraba a su lado, hizo que abrazara más a mi oso en mis brazos. Su punto que costura era delicado, y Nonna lo había remendado tantas veces que trataron de quitarmelo mientras dormía y reemplazarlo. Pero no quería otro.
Estaba roto, pero podía arreglarlo. Cómo ha ella.
—No estaría mal intentar, de cualquiera forma si a ti te gusta, y si es así, entonces a mí también.
Agaché la cabeza. No quería molestar a mamá. Quería que se quedará, y quería hacer lo que sea para que fuera así.
'No debes molestar a mamá'
No debo molestar a mamá.
Mamá se debe de quedar para siempre.
—Con lo que sea te ves preciosa, mamá.
—Eres mi niña inteligente. Sabes cómo halagar a una mujer, serás todo una adulador experto.
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¡Alerta Caramelos! | Chefs problemáticos #1
RomanceUna chica entre una ciudad. ¿Qué podría afectar la paz con la que se empieza? Tal vez el comienzo de desapariciones. Candidiana, apodada Candy; Es una chica que apenas a cumplido sus veinte, y que comienza su vida de adulto viviendo en el viejo depa...