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Era 24 de diciembre por la mañana y la familia de Ukyo se estaba preparando para las festividades de la noche, lo que sería una cena y algunos juegos entretenidos para pasar la noche juntos.

El único problema que se les presentaba era Gen. No, no había problema con que se quedará esa noche a cenar con ellos, de hecho ya había pasado una semana durmiendo en la casa Saionji. El problema como tal era ese.

Tras enfrentar la muerte de su padre y su madre aún en el hospital, Gen no había querido salir de la habitación que le fue prestada. En tan solo una semana había experimentado tantas emociones negativas que lo estaban llevando al borde de la depresión, entre ellas la negación de su familia paterna, pues sus "abuelos" tras reconocer el cuerpo de su hijo, tuvieron que hacerce cargo de todos los gastos funerarios que fueran necesarios, pero Gen no era bien recibido en esa familia, ya que se decian entre ellos que el no era hijo real del hombre al que solía llamar padre, lo que causó que no le permitieran asistir al funeral del mismo, por lo que nunca pudo despedirse de su padre, ni volver a ver sus cuerpo de nuevo.
Para colmo, su abuelo había decidido mandarlo a un orfanato o algún internado por ahí, ya que Gen aún seguía siendo menor de edad, y el no pretendía hacerce cargo de alguien que no consideraba su nieto así que había tomado esa decisión por su propia cuenta, lo cual para Gen no tenía sentido ya que en menos de medio año cumpliría los 18, sin contar que no podía irse a un orfanato ya que era el único que quedaba a cargo del tratamiento de su madre, fue entonces cuando los padres de Ukyo intervinieron en el acto. Tenían tan solo un día de haber llegado de los estados unidos y después de que Ukyo los haya puesto al tanto, decidieron apoyar a Gen y pedir una "custodia a corto plazo" o almenos algo parecido.
Por esta razón, Gen se encontraba viviendo en la casa de Ukyo dónde amablemente le brindaron una habitación que tenían de sobra, habitación de la cual, Gen no había salido ni dado señales de vida.

Su amigo de cabellos platinados no espero un minuto más para tomar una copia de las llaves de la habitación donde se encontraba Gen, y sin previo aviso, habrio la puerta y entro a la habitación buscando al azabache para regañarlo por la actitud de alejamiento que había tomado esa semana. Aunque a decir verdad no podía culparlo por sentirse realmente fatal, asi que trataría de ir lo más lento posible para que no sintiera más carga.

Vio al azabache envuelto en las cobijas de pies a cabeza, enrrozcado como si se tratase de una cochinilla que se siente en peligro y no quisiera moverse, sin hacer mucho ruido se acercó lentamente hasta por fin sentarse a la orilla de la cama esperando alguna señal del azabache, pero simplemente no pasó nada. Esperó aproximadamente dos minutos, hasta que por fin se resigno a hablar.

—Gen ¿Estás despierto?

— ...

—Oye... Gen... —acerco su mano a lo que parecían ser las rodillas del azabache con la intención de "sacudirlo" un poco y despertarlo, pero al tener contacto lo único que logró fue que su amigo se encogiera más en si mismo alejándose de cualquier contacto físico.

—déjame solo... por favor Ukyo-chan...—su voz estaba quebrada, y con el perfecto oído que Ukyo tenía, no podía ignorar el hecho de que claro, había llorado toda esa semana sin descanso

—Gen, tienes que salir. No puedes quedarte debajo de las sábanas lo que resta de tu vida

—si, si puedo y lo haré -está vez volteo su cuerpo boca abajo y coloco su cabeza debajo de la almohada para no escuchar absolutamente nada... No funcionó, pues Ukyo se volvió más y más insistente con los mismo durante aproximadamente cinco minutos, hasta que Gen explotó de tanto y por fin salió de las sábanas, aunque un poco molesto.

—¿Qué pretendes Ukyo-chan?—tomo una almohada pequeña que tenía al lado y se la arrojo al albino frente a el, quien pudo esquivarlo ya que no fue arrojado con tanta fuerza. Recibiendo una queja por parte de su agresor —¡¿por qué te apartas?!

 ~Dinero~ ||sengen||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora