RAIN

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Londres, uno de los mas hermosos lugares para ir a visitar e incluso para ir a vivir y no solo por sus hermosas casas con ese maravilloso estilo vintage, si no por todo Londres, sus 12 museos, sus calles, sus 32 puentes, la torre Elizabeth Tower, nombrada así en honor a la Reina Isabel II, muchos la conocen como el Big Ben, pero eso es un error debido a que el Big Ben es solo la campana que esta dentro del reloj. También se encuentra el Palacio de Buckingham, al igual que Camden Town, que es una tienda de antigüedades, también está el museo Británico, la Catedral de San Pablo o el London Eye que es una atracción relativamente nueva, aunque dicen varias fuentes de Internet que no es apta para personas con miedo a las alturas debido a que esta tiene 135 metros de altura. En fin vivir en Londres sería hermoso.
Ir a Londres se puede decir que es uno de mis más grandes sueños y una meta a la que deseo cumplir, con toda mi alma.

Aunque vivir en Toronto-Canadá no está tan mal, es una ciudad tranquila, apesar de ser visitada por millones de turistas al año, esto para ver nuestra hermosa Cn Tower, que significa Torre Nacional de Canadá que fue construida desde 1973 e ignagurada en 1976. También Toronto es conocido por ser la ciudad con más puentes del mundo, superando a Venecia, tenemos más de 800 puentes, al igual que somos la ciudad con más rascacielos. Y lo que más me gusta de aquí es el edificio Gooderham, es uno de los edificios más antiguos y más fotografíados de la ciudad.

Joder no paraba de pensar e imaginar en cómo sería vivir en Londres, bueno hasta que alguien me saco de mis hermosos pensamientos.

-¡Rain! Te estoy hablando.- exclamó el profesor Spencer, un viejo canoso, que impartía la clase de Física. Reaccione debido a que grito mi nombre mientras fruncía el ceño.

-Mande- respondi en voz baja, gracias a que estaba a la mira de todos en el salón de clases.

-No puede ser, te hable más de 5 veces.- ¿Qué? ¿Tan perdido estaba para no haberlo escuchado?- Rain, eres el mejor alumno de toda la clase pero te distraes muy rápido- suspiro negando con la cabeza.

-Perdon.- me escuche decirle.

-Es la tercera vez en esta semana, así que te iras a detención- me quede boquiabierto.

-No, porfavor, ya va a ser hora de la salida y tengo planes.- lo intente convencer pero se negó a acceder a mi petición.

La clase terminó en unos cuantos minutos más, y me vi hay caminado hacia el salón de detención a lado de mi mejor amigo, Connor. Quien se venía burlando de mi.

-Pues, ¿En que estabas pensando?- me pregunto mientras se reía abiertamente de mi- Es que hubieras visto tu cara cuando porfin reaccionaste.

Lo empuje levemente, mientras se seguía riendo.
Connor era un chico alto, de 1.82 de altura y se puede decir era el chico más atractivo del salón, o almenos eso decian varías chicas. Fue la primera persona a la que conocí después de mi cambio de instituto. Igual conocí a Monty pero no me daba mucha confianza. Pero Connor si, se volvió mi mejor amigo en tan poco tiempo, muchos me dicen que el era alguien serio, con cara de asesinar a cualquiera que se le atravesará, pero al parecer conmigo era diferente. Bueno, algo así, seguía siendo intimidante para todos e incluso para mi.

-Bueno, aquí te dejo, yo ya me tengo que ir.- dijo encogiendose de hombros.

-Vale, te mando mensaje más al rato, espero no morir cuando reciba el regaño de mis padres.- le respondí, sintiendo nervios, porque mis padres eran personas estrictas y duras conmigo.

-Esperemos que no.-me dijo tratando de animarme.

Y con un choque de manos nos despedimos, así entrando al salón de detención. Pase 1 hora hay con un profesor, que se paso todo el rato explicando el porqué debemos poner atención en clase y demás cosas que la verdad no hice el intento por prestarle atención.
Cuando el profesor nos dejó salir, me coloque mis auriculares y salí del aula y emprendí camino hacia la salida.
Mi antiguo instituto quedaba muy cerca del actual, así que decidí darme una pequeña vuelta por hay, para ver si me podría encontrar a alguno de mis amigos o amigas.
Y justo fue así, me encontré a mi mejor amiga, Lizzy. Ella iba caminando tranquilamente cuando la tomé del brazo, deteniendola.

-Hola.-Salude con una sonrisa de oreja a oreja- antes me hablabas.

-¡Rain!-grito mi nombre y me abrazo fuerte, al cual correspondi de la misma manera.

-¿Cómo has estado loca?

-Bien, y ¿tu? ¿Qué tal la escuela?

-Bien, bien, aunque... hoy me mandaron a detención.-me miró unos segundos, sorprendida.

-¿Qué?- se quedó paralizada con una cara de horror- eso significa que tus padres...

Lizzy Brown, era mi mejor amiga, una chica realmente espectacular, inteligente, con un enorme corazón, adicta a los libros al igual que yo, era una chica de padres millonarios, de echo ella misma es dueña de una librería, bueno oficialmente aun no es de ella, pero en cuanto cumpla los 18 años, lo sera. Lizzy fue a la primera chica a quien le hablé cuando recién entré a mi antiguo instituto y creamos un hermoso lazo de amistad.
Aunque solía preocuparse mucho por todo. Y aún más tratándose de mi, y de mis problemas familiares.

-Si... me van a regañar, a castigar y esperemos no llegar a más- como la última vez...

Lizzy se aserco y me dio un abrazo reconfortante. Pasamos unos minutos más hablando, para después acompañarla a la puerta del instituto debido a que ella asistía a clases vespertinas. Nos despedimos y emprendí mi camino hacia mi casa.

Iba caminando normal, cuando de lejos vi a un chico corriendo a toda velocidad, con algunos cuadernos en las manos aún. Me recordó mucho a mi yo del año pasado, apesar de ir a clases en la tarde, siempre terminaba llegando a último minuto. El chico paso a mi lado corriendo y rosamos miradas pero no duró mucho porque el siguió su camino y yo el mío.

the ruins of the pastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora