Rain

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-¡Rain! Mi nieto favorito- exclamó una vieja de estatura baja, cabello canoso y una sonrisa hipocrita- ya estas más grande, ¿Verdad Marck?

Un viejo de la misma estatura que aquella vieja me miró con una sonrisa.

-Si, ya estas más grande , pero- hizo una pausa viéndome a los ojos- porque nos vez así, parece que no te alegra vernos.

Y ¿Por qué debería alegrarme?
Pregunte a mis adentros, cuando recibí una mirada de advertencia de mi padre a lo que reí bajo negando con la cabeza y con una voz rasposa que quemaba la garganta respondí:

-N-no... me alegra verlos a ambos...

Me di media vuelta y los guíe asía la sala de estar, donde tomaron asiento en el sillón más grande y yo me fui al más pequeño, quedando de frente.
No me estaba sintiendo bien, los nervios me estaban consumiendo, al igual que la ira, y el nerviosismo se empezaba a notar debido a que mi pierna se movía con frecuencia.

-Y bien Rain, ¿Qué has echo de nuevo?- pregunto mi abuela. Pero antes de que yo apenas y pudiese decir algo, el viejo que se encontraba a su lado habló, soltando una risa.

-Nada, ¿No es así? Deberías ver a tu primo,- excelente... empezaremos con las comparaciones- va al gimnasio, juega basquetboll, americano... o ¿Acaso practicas algún deporte?

-Amm... n-no pero...- apenas y me dejo decir unas cuantas palabras porque me interrumpió

-Vez, te lo dije cariño, ni hacer deporte puede.

Mi abuela río suavemente pero con un tono desagradable, y fue cuando mi padre entró con nosotros a la sala

-Oh, veo que se están divirtiendo- ¿Divirtiendo?- ya dn un momento llega mi mujer y las niñas.

-Exelente, por que les tragimos regalos... - hizo una breve pausa para después mirarme a mi- oh Rain, no te tragimos nada a ti

-No se preocupen, no importa- como si me importara sus malditas varatijas.

Estuvimos un rato en la sala, mientras mi mente se inundaba de recuerdos... y sentía la rabia en mis venas. Y esa sensación que te oprime el pecho... necesitaba salir de allí.
Fue entonces cuando saque mi móvil y le mande un mensaje a la única persona en la que confiaba... Lizzy

Rain
Hola Lizzy... ¿Podemos vernos, en hora y media? No estoy bien

Apenas y paso un minuto y respondió

Lizzy
Por su puesto, ¿En el lugar de siempre?

Rain
Si...

Lizzy
Okey... con mucho cuidado, que ya es noche... te quiero

Rain
Gracias... y yo a ti

Apague mi móvil, cuando vi a alguien a lado mio, mi abuelo me estaba viendo.

-¿Con quien hablas?- pregunto fruncido el seño

-¿Disculpe? ¿Le interesa?- pregunte, aprovechando que mi padre y la vieja se fueron a la cocina.

-¿Qué acabas de decir?

-Lo que escucho, no tengo que darle explicaciones de con quien hablo.

-Así que ahora te armas de valor ¿Eh?-dijo mientras trato de quitarme el móvil, pero me levante bruscamente y conseguí quitárselo de aquellas manos callosas, ásperas y gruesas.

-Ya no le tengo miedo, ¿Me escucho? Así que no vuelva a tratar de quitarme mis cosas- lo dije en un susurro para que mi padre no nos escuchara.

Aunque aquello que dije, solo era una mentira... porque aún le tenía miedo, porque mis latidos empezaron a hacerse cada vez más rápidos, porque sentía que quería llorar.

-No te creo-Sonrió y di un paso asía atrás- porque sigues siendo solo un niño asustadizo

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⏰ Última actualización: May 22 ⏰

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