capítulo 3

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— ¿Y cómo te fue hoy en la universidad?—Jay me preguntó del otro lado de la línea y me acomodé en la cama viendo el techo. Dos semanas habían pasado desde que nos volvimos a encontrar, no habíamos tenido mucho tiempo para vernos en persona por lo que nos llamábamos un par de veces al día para seguir en contacto. Nos acostumbramos demasiado a llamarnos que en ocasiones nos quedábamos dormidos con la otra persona todavía en la llamada, según Eunae era algo muy cursi.

— Bien, el día estuvo muy aburrido pero me aguanto porque pronto serán las vacaciones.—respondí emocionada, lo que más me gustaba de la universidad eran definitivamente las vacaciones.

— Qué bueno que mencionas eso, ¿tienes planes para éstas vacaciones?

— No, solamente quedarme en casa y ponerme al corriente con mis novelas... ¿Por qué?

— Mis padres tienen una casa en Jeju, los chicos y yo pensamos pasar las vacaciones allá... ¿Te gustaría acompañarnos? Puedes invitar a tus amigas si lo deseas.—alcé las cejas sorprendida, ¿me estaba invitando a pasar las vacaciones con él? 

— No lo sé... No tengo dinero para el boleto de avión...

— Yo te estoy invitando, yo voy a pagar todo.—al escuchar eso me levanté de golpe, sentándome en la cama. ¿Jay era ese tipo de novio, como en las novelas? Porque los novios que mis amigas tuvieron apenas y les compraban un chocolate cuando cumplían días de novios.

— ¿Estás seguro...? Puedo pedirle dinero a mi madre, supongo que si le digo que es para viajar con un chico dirá que sí.—Jay soltó una pequeña risa.

— No es necesario que hagas eso, tengo el dinero suficiente para pagarte el boleto de avión, también el de tus amigas... Tú no te preocupes por el dinero, Jangmi, yo me encargo de eso.—fruncí el ceño, ¿era correcto dejar que él pagara todo? Tendría que preguntarle a mis amigas.— Lo único que te pido es que disfrutes de éstas vacaciones conmigo.

— Bueno, está bien... Le preguntaré a mis amigas si quieren ir y después te digo que respondieron.—volví a acostarme y fijé la mirada en el techo.

— Está bien.—respondió, después de eso ambos nos quedamos en silencio. Puse la llamada en altavoz y me acomodé de lado, cerrando los ojos.— ¿Te dormiste?—me sobresalté un poco al escuchar la voz de Jay ya que me estaba quedando dormida, tallé mis ojos y por inercia negué, solté una risita recordando que no podía verme.

— No, sigo despierta.—dije con la voz adormilada.

— ¿Puedo preguntarte algo?

— Claro.

— ¿En verdad no has tenido novio?—chasqueé al escuchar su pregunta, no esperaba que me preguntara eso... Si quería tener algo serio con Jay debía ser completamente sincera, así como él lo había sido conmigo.

— Pues un novio como tal no pero tuve a alguien, aunque casi nadie sabe de eso, sólo mi amiga Eunae... Es una larga historia.

— Tengo tiempo.—suspiré y me apoyé en la cabecera de la cama.

— Cuando era niña tenía un vecino con el que jugaba todos los días después de la escuela, au nombre es Byun Euijoo, éramos cercanos principalmente porque nosotros éramos los únicos niños en el edificio...—tragué saliva, no era fácil para mí hablar de ese tema.— Y como te has de imaginar, me enamoré de él, era muy lindo conmigo, me daba flores que cortaba en su camino de la escuela o me daba dulces, para mí era como un príncipe azul... Pero todo se fue al caño cuando me cambiaron a su escuela. Siempre he sido una persona tímida pero en ese entonces lo era más, casi no hablaba, por lo que los matones de la clase decidieron que sería su nueva víctima... Cuando se acercaron a molestarme, le pedí ayuda a Euijoo pero él fingió como si no me conociera y simplemente se fue, dejándome con esos imbéciles...

— ¿Fingió que no te conocía?—Jay preguntó con sorpresa en la voz.

— Sí... Al regresar a casa se disculpó conmigo, diciendo que le tenía miedo a esos chicos cuando claramente vi que se llevaba bien con ellos, pero como estaba enamorada no dije nada y acepté sus disculpas...  Así pasamos el resto de la primaria, él fingiendo que no me éramos amigos y cuando estábamos solos se disculpaba y volvía a ser el mismo que yo conocía.—cerré los ojos recordando aquellos años.— En nuestro último año decidí confesarme, le hice una carta y le compré un chocolate... No sé porqué se me ocurrió dejarle la carta en su mochila cuando estábamos en receso, fue mi gran error... Al ver la carta se sorprendió un poco y luego comenzó a reír, se subió a su banca llamando la atención de todos y comenzó a leerla en voz alta, todos se comenzaron a burlar de mí. La verdad no recuerdo qué más pasó, mi mente lo bloqueó.

— ¿Y se disculpó después como en las otras ocasiones? Por favor, dime que no lo perdonaste.

— No, no se disculpó, de hecho dejó de hablarme.—relamí mis labios, venía la peor parte.— Después de que nos graduamos ya no lo vi mucho porque habíamos entrado a diferentes secundarias y yo casi no salía para no encontrármelo pero cuando estábamos a unos meses de entrar a la preparatoria su madre nos invitó a cenar en su casa y aunque me negué a ir, mi madre me obligó. Cuando terminamos de cenar, nuestras madres nos mandaron a la habitación de Euijoo porque iban a hablar de cosas de adultos o una tontería así... Estando a solas nos quedamos en un silencio incómodo por un rato y luego de la nada me preguntó si todavía estaba enamorada de él, y aunque no le respondí nada comenzó a besarme...—respiré profundo.— No sé cómo pero ese beso se convirtió en algo más, supongo que fueron nuestras hormonas adolescentes... Ese fue el comienzo de tres años donde yo iba a su departamento cada que él quería, mendigando un poco de su afecto de la peor manera... No sabes lo repulsiva que me sentí cuando supe que tenía una novia con la que llevaba varios años.—se me revolvió el estómago al recordar cuando conocí a su novia, iba llegando de la escuela y ellos estaban en la puerta de su departamento besándose, al sentir mi presencia se separaron y Euijoo tuvo el descaro de presentarme como su amiga.— Me alejé de él después de eso y aunque me buscó insistentemente no le hice caso, me sentía muy mal por haber sido su amante...

— Pero tú no sabías que tenía novia.

— Lo sé pero aún así me sentía muy mal, sigo sintiéndome mal cada vez que lo recuerdo...—murmuré.

— No te sientas mal, no es tu culpa que ese tipo fuera un idiota infiel.—se escuchaba molesto al decir esas palabras.— Gracias por abrirte conmigo, Jangmi.

— No me agradezcas, además tú te abriste conmigo primero.—sonreí ligeramente.

— Cierto.—los dos soltamos una pequeña risa.— Dios mío, ahora que me doy cuenta es muy tarde y me tengo que despertar temprano...

— Ve a dormir, hablamos después.

— No quiero, quiero quedarme un rato más contigo... ¿Tienes cosas que hacer mañana? Bueno, hoy.—reí tomando el celular y quité el altavoz al escuchar que mi madre llegaba al departamento, pegué el aparato a mi oreja.

— No, sólo tengo un examen y después nada, ¿por?—dije en tono bajo.

— ¿Te gustaría tener una cita conmigo?—sonreí emocionada, sería nuestra segunda cita. 

— Me encantaría.

Blind Date | Jay ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora