Blind Date | Jay Park

capítulo 7

— Jangmi, qué emoción... Muchas gracias por invitarnos.—Dohee me abrazó por los hombros, agradeciéndome con una sonrisa.

— ¿En verdad Jay pagará por nosotras?—Eunae preguntó incrédula de la generosidad de Jay, asentí en respuesta.

— Al menos lo de los boletos de avión sí, no sé si tiene pensado pagarnos más cosas... Espero que hayan traído dinero, Jay ha sido muy bueno pero no podemos aprovecharnos de él.

— Ay, tú sí, amiga, es tu novio, que te consienta con regalos.—Dohee sonrió moviendo las cejas y rodé los ojos, desde que le dije que Jay nos había invitado a su casa en la playa y que pagaría por nosotras, comenzó a decir que era mi Sugar Daddy y demás tonterías que me molestaban.

— Yo sí traje dinero, no soy tan tonta para confiarme de que tu novio nos pagará todo.—Eunae se cruzó de brazos y miró el reloj en su muñeca.— ¿A qué hora piensan llegar? Llevamos esperando casi dos horas... Perderemos el avión si no llegan en veinte minutos.

— Tranquila, Jay me avisó que iba a llegar un poco tarde porque algo le había sucedido a su amigo Sunghoon, mencionó algo de un accidente pero no me dijo exactamente qué le había pasado.—respondí mirando la gran pantalla donde estaban anunciados todos los vuelos de ese día, el nuestro salía en una hora.

— Ahora que lo mencionas, Jangmi... ¿Los amigos de tu novio son guapos?—me giré hacia Dohee al escuchar su pregunta.

— Supongo que sí, cuando los conocí no les presté mucha atención, sólo podía tenía ojos para Jay.

— Qué cursi.—escuché que Eunae murmuraba.

— ¿Sabes si tienen pareja? ¿Son heterosexuales?—Dohee siguió preguntando mientras tomaba mi brazo, me impresioné un poco, nunca había visto a mi amiga tan desesperada por conocer a un hombre.

— Ya, Dohee, no seas tan urgida, te ves mal.—Eunae habló acomodándose en su asiento y cerró los ojos, Dohee hizo un puchero y se cruzó de brazos molesta.

Solté un suspiro, el viaje todavía no comenzaba y esas dos ya estaban llevándose mal... Definitivamente iban a ser unas vacaciones muy divertidas, claro que sí.

Pasaron un par de minutos y pude divisar a Jay junto con sus amigos caminando entre la gente, al verme agitó su mano y sonreí poniéndome de pie para acercarme a él.

— Amor, perdóname por tardar.—dijo cuando estuvimos frente a frente y soltó su maleta para poder abrazarme, solté una pequeña risa correspondiendo el abrazo y besé su mejilla.

— No pasa nada, estabas con tu amigo... Por cierto, ¿qué le pasó? No veo que tenga algo.—dije dándole una mirada a Sunghoon, no tenía ni un rasguño.

— Es una larga historia... Después te explico.—pasó un mechón de cabello por detrás de mi oreja.

— Hola, hermosas damas.—Jake saludó a mis amigas y no pude evitar reír al ver la diferencia entre las reacciones de ambas, a Dohee le brillaron los ojos y hasta se puso roja. Eunae, por el contrario, puso una cara de asco y rodó los ojos, levantándose de su asiento para acercarse a mí.

— Jangmi, ¿es muy tarde para decir que no quiero ir?

— Sí.

(...)

— Wow...—exclamamos las tres al entrar a la casa, era enorme y tenía una hermosa vista al mar. Justo en ese momento estaba atardeciendo y la sala estaba iluminada con una preciosa luz naranja.

— ¿Te gusta?—Jay preguntó abrazándome por la espalda y dejó un beso en mi hombro, asentí ligeramente, me había quedado sin palabras, jamás había visto algo tan bonito.