¿Celos?

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Povs Jeanne:

Podía notar lo rabioso que estaba Tom su mandíbula estaba tensa y sus ojos, sus ojos estaban realmente oscuros, el buscaba algo con la mirada.

-Ven conmigo.- dice Tom tomando de mi brazo nuevamente, cruzando por el montón de gente hasta llegar a una puerta, lejos de la gente.

Tom abrió la puerta dejándome entrar primero, el cuarto estaba oscuro pero la luz de la luna iluminaba un poco aquel extraño cuarto.

-¿Qué quieres Tom?- dije molesta por su comportamiento.

-Que te alejes de Iván, tu eres mía y de nadie más.- hablo mientras caminaba hasta mi, sus ojos estaban clavados en los míos. -Pareces un niño y yo no soy tuya. No soy de nadie Tom.- fueron las únicas palabras que me atreví a decir, empeze a caminar hasta la puerta la cual se encontraba cerrada.-Te lo estoy diciendo encerio, tu eres mía.- ignore sus palabras y trate de abrir la gran puerta, pero está estaba con seguro. Di la vuelta mirando nuevamente a Tom quien se encontraba con sus manos en los bolsillos de su gran pantalón y una sonrisa que significaba victoria sobre sus labios.

-Dame las llaves Tom.-digo caminando hasta él y extendiendo mi mano para que me las dé.

-No.- miraba mi cuerpo de arriba a bajo, esa mirada tan lujuriosa que solo el la tenía.

Por fin Tom decide moverse, pero no era para abrir la puerta. Tom se acerco a mí para besarme, pero corrí mi rostro antes de que lo hiciera.

-Gritare hasta que Iván me escuche y venga a rescatarme.- digo en tono de burla.

Tom soltó una pequeña risa antes de agarrar mi cuello con una mano y apretarlo un poco.

-¿Que dijiste?- dijo apretando aún más mi cuello.

-Que gritaré su nombre hasta que el venga a rescatarme.- digo como puedo debido a la presión que Tom hacia con su mano sobre mi cuello.

-El único nombre que gritarás será el mío suplicando que pare porque no aguantas más.- una sonrisa pícara se dibujo en mi rostro.

-¡Iván más fuerte por favor!- gemí en la cara de Tom, eso fue suficiente para que Tom me besara ferozmente. Su beso fue tan fuerte que los dos empezamos a dar pasos hasta recostarnos sobre algún mueble para seguir con lo nuestro.

Nuestros pasos se detuvieron cuando mi espalda choco contra un escritorio de madera que se encontraba en alguna parte de la habitación.

Tom me tomo de las piernas para luego sentarme en aquel escritorio y posicionarse entre mis piernas.

Sus besos eran de aquellos que te hacían sentir en las nubes, de esos que sentías como poco a poco te iba desvistiendo.

Sentía como el bulto de sus pantalones rozaba mi entrada con cada movimiento que hacía. Mis suspiros, quejidos y gemidos se estaban haciendo presentes.

Tom se apartó de mis labios.-Ahora veremos si el nombre que sale de tus labios será Iván.- dice para luego agarrarme las piernas y pegar más mi entrada a su erección.

-Dios Tom, me vuelves loca chico.- digo para luego besarlo nuevamente, pero este no duró mucho.

Sentí un gran vacío cuando el chico de trenzas de alejo de mi para desabrochar su cinturón negro y luego el botón de sus pantalones.

Tom saco un preservativo de su bolsillo y se lo colocó.

-Oh mierda.- susurro al ver semejante cosa, Tom se acerco a mi y con sus dos manos de un solo tirón se deshizo del encaje negro.

La abertura de mi vestido facilitaba las cosas, cerré mis piernas, quería que el sea quien las abra está vez.

Tom separó mis piernas y rozó sus dedos por mi humedad.

𝑺𝒎𝒂𝒍𝒍 𝒃𝒖𝒕 𝑫𝒐𝒎𝒊𝒏𝒂𝒏𝒕 ✭-Tom Kaulitz✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora