ʜᴀꜱᴛᴀ Qᴜᴇ ʟᴀꜱ ʙᴀᴛᴀʟʟᴀꜱ ɢᴀɴᴀᴅᴀꜱ ʏ ᴇʟ ʀᴇɪɴᴏ Qᴜᴇ ᴠᴇɴɢᴀ. ɴᴜɴᴄᴀ ᴄᴏʀʀᴇʀÉ.
__________________La noche era densa en la capital de la basta tierra de Sothoryos, el enorme continente que ahora se había convertido en el reino de los señores dragón de "Stormfyre." El enorme castillo de color dorado que emergía desde la un peñasco al final del acantilado conocido como "Stormborn."
Se podía ver a varios dragones sobrevolar con libertad mientras la noche espesaba para abrir paso a luz de la luna, en los picos De la Torre de cobre, se encontraba una mujer de cabellos platinados, ojos violetas y piel tan blanca como la leche.
Mysera era su nombre, la mujer conocida también como "La reina noble" por varias casas vasallas del continente. La mujer palideció en una cama cubierta de almohadas y sirvientes procurado su bienestar. Por las puertas de la habitación se abrieron dando paso a un hombre de aspecto duro y neutro, entraba cargando en sus brazos a una pequeña niña.
La joven mujer sonrió, en especial cuando la pequeña se arrojo a los brazos de esta sin importar el abultado vientre de casi nueve lunas que sobresalía. La mujer cargó gustosa a su hija mientras depositaba un cálido beso en la frente de la pequeña.
— Madre, ¿cómo te encuentras? — pregunto la pequeña princesa.
— Estoy bien mi dulce dragona dorada. — ella acarició el rostro de su hija con dulzura.
— Padre dice que será un varón, aunque Rhaegan y yo creemos que es una niña. — dijo la pequeña.
— Bueno, sea lo que sea, será una bendición de los dioses. — habló aquel hombre.
— Tienes razón padre. — contestó la pequeña con gracia.
Ambos progenitores acariciaron la mata de cabellos platinados de la pequeña de seis flamas ardientes, pronto tendría siete y eso le causaba emoción. La pequeña se despidió de sus padres para salir de su habitación, y dirigirse a sus aposentos a descansar mientras las estrellas danzaban en el cielo.
...
La mañana era bastante tranquila en King's Falls, la luz del sol emergía de entre la densa selva y la enorme catarata de aguas cristalinas. En wildwoods flame, un jardín que poseía rosas rojas, y un árbol acorazado con magia antigua Valyria recorriendo por sus ramas, ojos y tronco.
Sentada sobre el suave pasto y con un libro en las manos, la pequeña niña de cabellos platinados y ojos violetas disfrutaba de la lectura, mientras reposaba su cabeza en las piernas de su hermano mayor. La niña devoraba cada pagina del libro, e inclusive su rostro detonaba curiosidad en cada parte en la que ella se detenía.
La reina Mysera observaba a los pequeños desde el palco de su habitación, la mujer miraba con felicidad la unión entre sus pequeños retoños. Ambos niños frutos de su segundo y fatídico embarazo. Los dioses trajeron con prosperidad a sus pequeños, siendo Rhaegan el primogénito varón, y Alyra la Segunda niña en nacer en la familia.
El rey, Aurion era un hombre de aspecto duro y un rostro siempre inexistente de sonrisa, pero todo cambiaba cuando sus pequeños retoños se encontraban cerca de él. Sobre un trono cubierto de cráneos y huesos, bañado en oro, y una que otra piedra preciosa, el rey de Sothoryos esperaba a los emisarios que Poniente enviaba.
— Majestad. — un hombre de aspecto pulcro, cabello castaño, alto y con barba se dirigió al rey con una reverencia. — El rey Viserys, de la casa Targeryen, agradece su favor de poder recibir a sus emisarios en vuestra tierra. —
Aurion observó al hombre con detenimiento, tenia una mala espina que no le terminaba de convencer y creer en aquel lord. Una pequeña sonrisa sarcástica salió de los labios del rey, para luego expresar su poca simpatía hacia el hombre.
— Bueno, no tenía más remedio. — se mofó. — Poniente tiene un gusto culposo por unirse a mis tierras, sin embargo, ustedes no tienen nada que yo podría desear de las suyas. — las filosas palabras del señor dragón, dejaron incómodo al emisario. — Dígame, ¿A qué extensión pertenece su casa? — pregunto.
— Disculpe mi forma irrespetuosa y poco pulcra de presentarme majestad. Soy Ser Otto de la casa Higthower, la extensión de mi casa pertenece a la región del Dominio, en las tierras del Sur. — contestó el Higthower con orgullo.
— Ah si claro, los perros falderos del faro. — arrojo con burla. — El verde es su color, ¿verdad? — cuestiono y el hombre asintió. — "Iluminados el camino." Tengo entendido que es su lema, pero parece que lo único que le han iluminado al viejo y acabado de Viserys, es una puta en su cama. — se burló.
— Estoy aquí como enviado del rey, no para servir como su bufón de corte. — habló con arrogancia el Higthower. — Mi casa ha servido con lealtad y honor duramente años, somos poderosos y antiguos, no vine aquí para escuchar vuestros insultos. — espeto molesto. — Soy la mano del rey, y futuro padre de la reina, merezco vuestro respeto. — alegó.
Una risa burlona se escuchó en el largo pasillo que conllevaba a la sala del trono, los presentes fijaron sus miradas en la joven de cabellos platinados y ojos violetas que caminaba con elegancia. Arrastraba una larga capa de color negro, y un vestido tan rojo como la sangre misma, su cabeza en alto, adornada con una corona dorada y zafiros. Sin duda alguna, una diosa hecha mujer.
— Vosotros podéis ser la mano del rey, pero aquí no sois más que un perro faldero de tierras desconocidas. — habló con ferocidad la joven. — Por mucho menos he mandado a cortar cabezas en este reino. — clavó su mirada en el Higthower. — Le aseguro que nada me impedirá cortar la suya, si vuelve a dirigirse de esa forma ante mi padre. — amenazó.
El comandante de los "bloody scorpions" se abrió paso, el hombre cargaba una espada de acero valyrio totalmente negra, en su cabezal tenía un escorpión rojo que sobresalía. El hombre se inclinó ante la joven, para después ponerse en pie y anunciar con respeto a la joven.
— Su gracia, la princesa, Valyrian, de la casa Stormfyre, señor dragón de las tierras del Dominio, desde Estrella naciente, hasta el Dominio de la noche, heredera al trono de sangre, señora de los vasallajes de Sothoryos, ama de los cielos, la diosa dorada, y jinete de Hydros, el terror de la noche. — anunció.
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𝐓𝐎𝐑𝐌𝐄𝐍𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎 & 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄 [ʜᴏᴛᴅ]
Science FictionCuando la maldición arrasó con Valyria los Targeryen, Velaryon y Celtigar estuvieron a salvo, sin embargo, me creían si les dijera que no fueron los únicos. Los señores de "Stormfyre" la segunda casa más importante en el vasallaje de los señores dr...