"UN ESPOSO PARA LA PRINCESA."

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ɢᴏᴛ ᴀ ʟᴏɴɢ ʟɪꜱᴛ ᴏꜰ ᴇx-ʟᴏᴠᴇʀꜱᴛʜᴇʏ'ʟʟ ᴛᴇʟʟ ʏᴏᴜ ɪ'ᴍ ɪɴꜱᴀɴᴇ

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ɢᴏᴛ ᴀ ʟᴏɴɢ ʟɪꜱᴛ ᴏꜰ ᴇx-ʟᴏᴠᴇʀꜱ
ᴛʜᴇʏ'ʟʟ ᴛᴇʟʟ ʏᴏᴜ ɪ'ᴍ ɪɴꜱᴀɴᴇ. ᴄᴀᴜꜱᴇ ʏᴏᴜ ᴋɴᴏᴡ ɪ ʟᴏᴠᴇ ᴛʜᴇ ᴘʟᴀʏᴇʀꜱ ᴀɴᴅ ʏᴏᴜ ʟᴏᴠᴇ ᴛʜᴇ ɢᴀᴍᴇ.
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Rhaenyra bufo por lo bajo cuando un viejo sin gracia avanzó hacia donde ella estaba quedando a pocos centímetros. El viejo sonrió con picardía, y clavó su mirada lasciva en la jovencita de diez y dos con el nombre.

— El muro de Blackhaven es de piedra que no se puede escalar, el castillo está rodeado por una fosa profunda. — habló el hombre. — Está bien fortificado para resistir futuras incursiones de Dorne. — su mirada recayó en la joven que jugueteaba con los anillos en sus dedos sin darle importancia. — Y aunque mi asiento sea de menor tamaño, está situado placenteramente. — terminó de decir para caminar hasta una de las mesas que contenía un jarra con agua. Tomó una copa y se sirvió un poco para después beber el contenido de esta.

Rhaenyra levantó su mirada y se la dirigió hasta donde Valyrian se encontraba, la mujer sonrió con burla al ver al viejo vejete que a penas podía seguir elaborando palabra por su avanzada edad.

La joven heredera de Sothoryos se colocó a la par del guardia juramentado que escoltaba a Rhaenyra con tranquilidad para seguir escuchando las sartas de alabanzas con interés de por medio de cada uno de los hombres que buscaban la mano de la heredera de Poniente.

— La vista más allá de la frontera es inspiradora. – quiso embelesar el hombre. — Y así lo dijo la reina Alysanne cuando nos honro a mi padre y a mi... — el hombre fue interrumpido brutalmente por la voz de cierta joven.

— Y dígame lord Dondarrion, ¿considera a la bisabuela de mi hija, tan hermosa como dicen? — pregunto Valyrian con clara burla en sus palabras.

— Fue hace medio siglo, mi reina. — contestó el hombre.

— Si, lo fue. — ella sonrió con burla y el resto de la sala susurró entre risas.

Lord Boremund Baratheon miró a la joven reina con molestia.

— Eso fue impropio, princesa.— le llamó la atención el lord a la joven.

— Majestad. — corrió ella. — Soy ahora vuestra reina, esposa del rey, debe llamarme por mi título aunque le cueste. — regaño y el asintió. — El hombre es más viejo que mi esposo Viserys, es aún más impropio que se proponga como contendiente por la mano de la princesa Rhaenyra, quien le recuerdo a penas es una niña de diez y dos con el nombre. — contestó con clara molestia en su tono de voz.

𝐓𝐎𝐑𝐌𝐄𝐍𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎 & 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄  [ʜᴏᴛᴅ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora