𝐅𝐋𝐀𝐒𝐇𝐘 𝐆𝐈𝐑𝐋. ➳ 𝗡𝗲𝘁𝗲𝘆𝗮𝗺 𝗦𝘂𝗹𝗹𝘆

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𝗧𝗥𝗘𝗜𝗡𝗧𝗔 𝗬 𝗢𝗖𝗛𝗢;
𝘗𝘰𝘤𝘢𝘴 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘯𝘻𝘢𝘴...

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Entraron a la inmensa pero increíble nave, era tan gigantesca que no imaginaba a toda la tripulación completa.

___________ tenía puestas unas esposas mientras que Annie iba detrás de ella para que no escapara. El corazón le palpitaba bastante rápido mientras los demás la miraba con curiosidad y murmuros.

Estaba completamente sola ahora.

Entraron por una de las puertas, donde la gran pieza era increíblemente extensa. Un laboratorio con tecnología de nueva generación se hacia presente junto con un grupo de científicos bien dotados.

—¡Lo hemos conseguido!— Dijo el general orgulloso. —Ella es...

—¡Fantástico!— Habló uno de los científicos. —Pero es... Muy joven... — La examinó con detenimiento. —Ya veremos qué hacer...

Le quitaron las esposas y la encerraron en una especie de ¿Jaula? Solamente que ésta no tenía ni barrotes, era de cristal.

—¡Te arrepentirás de todo ésto!— Exclamó __________ desde el cristal. —¡Te pudrirás en la mierda!

Pero Vincent solamente la ignoraba y dió órdenes para que la tranquilizaran. En ese momento, uno de sus científicos presionó un botón que hizo que una jeringa con tranquilizante apareciera dentro y se la inyectara.

Vincent y Annie se habían ido, pues no tenían que preocuparse por lo demás, tenía una gran seguridad, guardias y cámaras en cada pasillo. ¿A quién le importaba eso ahora? Ella solamente quería tirarse al piso a llorar. Llorar de todo lo que pudo haber sido si no se hubiera escapado así como así, si tan solo hubiera escuchado a Neteyam o Ter'k, tal vez otra cosa hubiera sido, ¿Verdad?
Bueno, nunca lo sabrá.

"Estúpida" se había dicho en su cabeza incontables veces, se sentía estúpida por no ser como ella esperaba, por ser una terca sin remedio. Mirando el cristal se preguntaba cómo estaría su madre, sus hermanos... Él...

Su corazón se estrujó con facilidad al verlo llorar, aquellas palabras: «No te vayas» se paseaban en su cabeza una y otra vez. ¿Había más remedio?

Si ellos planeaban matarla entonces que lo hicieran ya, pues ya no quería seguirse torturando de esa manera, de sobrepensar en todo lo que pudo haber sido.

Entonces, cerró sus ojos quedándose profundamente inconsciente.

(...)

El pueblo estaba devastado, la mayoría de las casas estaban hechas cenizas cuando de repente un Oliver bastante agitado se despertó.

—¡Oliver!— Tsireya estaba ahí con los demás cuidando a que despertara. El azabache se tocó la cabeza con cuidado, ese golpe sí que lo había dejado clavado en el piso un largo rato.

—¡Tsireya!— El muchacho se levantó de la blanca arena.

—¡Por Eywa!— La chica suspiró. —¿Estás bien?

—S-Sí...— Miró a sus alrededores. Helena ya había despertado, estaba sentada en la arena mirando junto con Ter'k.

El Na'vi Omaticaya estaba más que impotente y frustrado. Helena lo estaba tranquilizando pero él no dejaba de gritar el nombre de aquella humana.