𝓮𝓵 𝓰𝓾𝓪𝓻𝓭𝓲𝓪.

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— Clak, Clak, toca mi disfraz rojo.—cantó mientras reía mirando a su doncella que tocó su cabello cuando jugaban.— buena elección pero... Es trampa, debe ser algo que yo no use. —le sonrió y la joven acompañante tocó la capa del guardia que las seguía.—

— ¿Mejor? ¿gané?  —sonrió y Alerra asintió.—

— un punto más, Lys. —le dijo y sonrió abrazandose a su brazo cuando está se quedó a su lado.—

— Mi princesa, ¿ha pensado en que usará está noche para su cena? —mencionó la morena y Alerra se encogió de hombros.—

— Mi madre no hará una cena, Lys. Mi padre tiene asuntos pendientes ahora después del torneo por el regreso del tío Daemon y sus hijas, mi madre no está contenta y te puedo asegurar que no recuerda que día es hoy.  —se encogió de hombros y suspiró riendo cuando la joven rodó los ojos de manera divertida.—

Si Alerra estaba cerca de algún lugar se hacia saber, la joven soltaba carcajadas todo el tiempo por las cosas que decía su doncella que era una máquina de hacer malos chistes sobre la gente.

— Alerra. —la llamó Alicent cuando se encontró frente a ellas y las dos hicieron una reverencia de manera rápida.—

— Madre. —sonrio la joven y quiso abrazarla pero Alicent se negó alejándola y la pelirroja suspiró tratando de disimular que su madre acababa de rechazarla.— ¿dónde vas? ¿irás a rezar? ¿Puedo ir contigo? —mencionó emocionada y Alicent suspiró mirando a Cole que estaba a su lado e indico que se marchara.—

— No, no puedes ir hoy.

— oh, supongo que será otro día.

— debes callarte, escuché tu risa desde el otro lado del pasillo.

— Lys dijo algo gracioso. —rió mirando a la joven y luego se colocó sería cuando su madre la sujetó de los brazos haciendo que la mirará.—

— Compórtate, es tu única obligación, pareces una de esas niñas del mercado. Y tú dama parece que desea hacer algo más que ayudarte a vestir, apuesto a que en los burdeles hay trabajo para ella. —mencionó y Alerra se encogió de hombros queriendose soltar y miró hacia otro lado cuando su madre dijo aquello prácticamente en una amenaza.—  y alejate de este lado de la fortaleza, el rey escoge a los nuevo capa blanca no quiero que lo primero que piensen es que tienen que cuidar a una princesa descuidada y ruidosa.

Lys mantuvo su vista en el suelo y Alerra miraba el collar que su madre traía ignorando que seguia apretando sus brazos mientras la regañaba.

— lo siento, prometo no reírme más. —susurró y Alicent la dejó haciéndo que se tambaleara.—

— estúpidas niñas. —mencionó la reina para así seguir su camino mientras Lys hacia una reverencia marchandose casi corriendo.—

Alerra suspiró pasando sus manos por sus brazos con cuidado y reviso estos mirando las marcas de las uñas que su madre le había dejado, ahora estaba sola de nuevo allí con el guardia que no hablaba y que simplemente caminaba detrás de ella como una sombra.

Pocas veces pensaba que su madre la quería, casi siempre era compararse con sus hermanos y el por qué ellos tenían la atención de ella.

Tenía celos de Helaena, había días en los que Alicent pasaba horas con su hermana y le ayudaba a elegir sus vestidos, ella si suerte tenía podía tener la atención de su madre por unos minutos mientras le reclamaba algo, no entendía el por qué sus hermanos que eran tan diferentes a ella y ella que era parecida a la reina siempre era desplazada.

— Alerra. —se escuchó la voz del rey y la joven sonrió acercandose cuando lo vio caminando con ayuda de su bastón custodiado por ser Harrold.— ¿Que haces mirando el arciano desde acá arriba?

𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐀 𝐃𝐄 𝐌𝐄𝐃𝐈𝐀 𝐕𝐈𝐃𝐀.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora