Angela x Elena
Angela.
Medalla de plata.
No era la de oro, no era el primer lugar, pero vamos, que mi esfuerzo me ha costado y a un nivel internacional un segundo lugar dice mucho.
Elena estaba mucho más alegre y mucho más emocionada que yo, mientras las cámaras se ponían frente a mi rostro y decenas de micrófonos me acosaban ella era como mi escolta personal. Cuidaba de que no se me acercaran tanto, de que nadie pudiera hacerme daño de ninguna manera.
Aunque solo eran reporteros queriendo sacar la exclusiva para el país, ya saben, cuando una persona va y logra algo y entonces todo el país se cuelga la medalla en el cuello también. Durante un día, una publicación, unos cuantos likes y comentarios están orgullosos. Pero luego se olvidan para siempre de ti.
Es exactamente esa clase de atención que estaba teniendo en ese momento.
Pero daba igual, que para mi lo importante eran los ojitos lindos de mi novia brillar cada vez que me miraba, esa sonrisa que no le cabía en el rostro y me sentía tan amada solo de imaginar como deben estarle doliendo esas mejillas de tanto sonreír.
Y claro, también me llenaba de felicidad la señora fuego, cargándome sobre su espalda y tomándose fotos a mi lado, con esa sonrisa donde enseñaba todos los dientes, parecía un maniquí feliz a mi lado, mirando hacia todos lados con el pulgar para arriba. Preparada para salir en el periódico, en internet, en la televisión. Sin duda alguna, mi victoria traería muchos beneficios para la facultad.
Yo era su mina de oro. Pero no me importaba, a la señora fuego yo le debía todo, jamás terminaría de pagarle lo que al día de hoy sigue haciendo por mi y por Elena.
En la facultad todos me felicitaron, me abrazaron y me llenaron de halagos, a Elena también porque yo siempre dejaba muy en alto que ella era mi tutora, que ella me enseñó lo que sé y que ella me hizo quien soy. Fue quien me ayudo a desarrollar mis habilidades, así que nunca la dejaba atrás. Quería que todos supieran que tenían una profesora excepcional, mejor que cualquiera.
Por eso no se me hizo extraño cuando aquella chica se acercó a mi, con su sonrisa de oreja a oreja y un girasol acompañado de una linda tarjeta. Todos me felicitaban pero nadie me había regalado nada, por eso me pareció grosero no aceptar el abrazo.
La abrace, como abrazaría a cualquiera pero ella me apretó entre sus brazos, sin herirme pero como si no quisiese soltarme, sus palmas recorrieron mi espalda e incluso la sentí suspirar en mi cuello.
Tuve que tomarla de los hombros y alejarla extrañada, ¿Qué le pasa?
__ Perdón, discúlpame __ Ella acomodo sus anteojos con el dedo índice y dio un paso atrás. Pero incluso mirándome suspiro de nuevo profundamente __ felicidades por la medalla, Angela.
__ Muchas gracias.
__ Se que no me conoces __ exacto, ni puta idea de quien seas, niña __ pero yo a ti si, de hecho creo que estoy enamorada de ti.
Wtf
__ Ehh, cierto, no te conozco __ fingí una sonrisa para ella, no quería ser grosera solo quería despedirme bien y salir corriendo __ me halagas pero uhm... es un tanto extraño que digas eso.
__ Bueno, enamorada enamorada igual y no __ ah bueno, ya me andaba yo asustando, iba a salir corriendo a acusarla con mi novia __ pero me gustas mucho, muchísimo.
__ Ehh..
__ ¡Romi! __ una chica de exactamente la misma estatura que la que está frente a mi llega y aleja un poco a su amiga de mi, que sigue mirándome embobada __ ¿Qué haces? No digas esas cosas __ la recién llegada me sonríe nerviosamente __ disculpala, no la tomes en serio, mi amiga se vuelve un poco loca con las personas inteligentes, no se que clase de fetiche tiene, pero equis, sin importancia.
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Entendido, profesora
Teen FictionAngela Marel es solo una alumna problemática mucho mayor a sus compañeros por haber reprobado sus materias. Elena Landam es la nueva profesora de cálculo quien ve en Angela un gran talento para las matemáticas y decide inscribirla y entrenarla para...