Extra 2.

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Angela x Elena.



Angela:

Elena estaciona el auto y apaga el motor, me mira y no sin antes inspeccionar alrededor se acerca a dejar un beso sobre mis labios.

__ Suerte en tus clases, amor.

__ Lo mismo digo __ le sonrio, ella se mira espectacular como siempre.

La verdad no ando soportando a todas las alumnas y alumnos que tienen un crush con mi novia. En la preparatoria no era tanto, en la universidad todos parecen tener la hormona más alborotada, se ponen bien calenturientos en este nivel.

Elena y yo nos damos un último beso y ambas salimos del auto, cada una con un rumbo distinto, como si no fuéramos pareja aunque toda la escuela sabe que lo somos, sin embargo, a nosotras nos gusta respetar la relación alumna - profesora dentro del instituto. Y fuera de él, por las calles de la ciudad y en casa ahí si que somos la pareja más afectuosa y demostrativa.

Aquí solo nos controlamos por respeto y agradecimiento a Rebeca, y hablando de ella, la veo aparecer en una de las esquinas, avanza con el celular en la oreja y cara de concentración. Aunque cuando su mirada choca conmigo, me sonríe.

__ Buenos días, Angela.

__ Buenos días,  señora fuego __ ella niega divertida con la cabeza.

Cuando nuestra relación se volvió más cercana ella me permitió ponerle ese apodo que siempre tuve para ella a escondidas. Ella seguía siendo igual de ardiente como las llamas del infierno, incluso cumplió años el mes pasado y como que se ve más linda ahora que es mayor.

__ Justo estaba buscándote __ ella parece colgar su llamada. Eso me hace sentir importante, ahora tengo toda su atención __ acompáñame a mi oficina, por favor.

__ Sí, claro.

Tengo clases, pero supongo que si la rectora lo ordena puedo llegar tarde. Así que camino detrás de ella quien igual aparenta no tener ningún tipo de favoritismo conmigo.

Aunque yo sé que sí.

Aquí todos me quieren.

Aquí todo es diferente.

No soy la chica rebelde y grosera sin futuro, no soy aquella a quien todos miraban por encima de hombro, con desagrado, aqui nadie duda de mis capacidades, nadie cree que soy tonta, aquí nadie me rechaza.

Los maestros me adoran, soy buena en las clases, hacen excepciones conmigo, me saludan por los pasillos e incluso me he hecho amiga de varios que profundizan un poco más conmigo, me hablan de sus hijos, sus matrimonios, su vida, y se interesan en la mía.

Aquí no tuve que ganar unas olimpiadas para ganarme el respeto de todos, aquí sólo tengo que ser yo.

Por fin llegamos a la dirección, ella es la primera en entrar, luego yo, aunque sin darme cuenta termino dándome contra la pared, no calcule bien al hueco de entrada, no puede ser. Rebeca parece querer reírse de mi torpeza pero se aguanta, yo muevo mi brazo para asegurarme de que no me lo he safado o algo.

Mi mamá tiene razón, algo en mi esta desconfigurado, siempre chocó en todos lados.

__ Toma asiento por favor __ la mujer fuego me ordena, así que obedezco, ella parece revisar en sus cajones y yo me distraigo mirando los cuadros colgados en las paredes.

¿Por qué siempre hay un cuadro de Benito Juarez en cualquier escuela?

__ Su pelona me recuerda a alguien.

__ ¿Dijiste algo? __ Rebeca llama mi atención y me hace darme cuenta de que he pensado en voz alta.

__ No, nada, disculpa.

Entendido, profesoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora