04

104 15 7
                                    

"Al parecer da donaciones a un hospital infantil y pasa tiempo con los niños de ahí."

"También va a un restaurante llamado Whishlist siempre ordena lo mismo, café express y se va."

"Después de ir al hospital visita una biblioteca no muy lejos de ahi y lee el mismo libro, Sorry if I call you love."

Soltó un suspiro cerrando los ojos después de enviar los mensajes. En dos días fue toda la información que pudo recolectar pues vaya que ese chico rubio se metía dónde mucha gente transitaba y sus cortas piernas no ayudaban mucho.

El celular vibró con una nueva notificación de mensaje.

"Wow, gran trabajo cupido. No tenía idea del hospital infantil ni del restaurante, gracias."

Sonrió satisfecho ante esa respuesta cerrando los ojos nuevamente por un momento.

— Creo que te juzgue mal SooBin. . .— abrió los ojos mirando el techo — Eres dulce con esos pequeños niños. Y tú voz al cantar canciones infantiles mientras tocas la guitarra. . .es increíble.

Al parecer ese chico con cara sería y mirada fría cuál hielo se volvía todo un peluche esponjoso tal algodón de azúcar cada vez que miraba niños pequeños.

— Será un gran padre en el futuro — miro la foto de nuevo — Lo serás SooBin.

Poco a poco sus ojos se fueron cerrando hasta caer dormido mientras abrazaba el celular con la fotografía del rubio en ella. Sin darse cuenta de que era el inicio del rompimiento a una regla esencial del contrato.

No interesarse en el objetivo.

Y el ni en cuenta.

Los rayos del sol le dieron en la cara, al sentir la cálida luz darle en el rostro no pudo evitar abrir sus ojos de a poco. Cuando los abrió por completo parpadeo un par de veces mirando a algún punto del suelo hasta incorporarse en el colchón y quedar sentado.

Se estiró dando un largo  bostezó tallando sus párpados con sus muñecas para posteriormente mirar la hora en su despertador abriendo sus ojos de golpe.

— ¡MIERDA ME DORMÍ! — grito aventando las sábanas y de un salto salió de la cama.

Oh por la virgen, olvidó que era lunes. ¡Iba a llegar tarde!

Con la respiración agitada y su cabello alborotado por correr llegó hasta la puerta de su clase, se detuvo tomando una enorme bocana de oxígeno mientas se preparaba mentalmente para las miradas de sus "chismosos compañeros sin vida que ocuparse".

Tocó tres veces y trago al mirar la cara de su profesor de matemáticas. Min YoonGi #elmaestrocierraortos.

— B-buenos días profesor Min — hizo una reverencia — ¿P-Puedo pasar? — titubeó un poco ante la mirada penetrante del mayor.

— Eres el joven Kang ¿no? — miro su lista — Número uno en mi clase y en las demás, calificación de 100 impecable — volvió su mirada al pelirosa — llega tarde Kang.

TaeHyun trago pesado, sus manos comenzaron a sudar puesto que había presenciado en vivo las incontrolables veces que su profesor le cerraba la puerta en la cara a otros alumnos sin pizca de culpabilidad y de paso los reprobaba.

Era un demonio que se tomaba encerio su trabajo. He de ahí el apodo de antes, nadie ni siquiera el director le llevaba la contraria.

— Uh yo. . .— podía escuchar perfectamente como sus compañeros comenzaban a murmurar. Ah genial, lo que faltaba.

Y peor aún, esa maldita sonrisa burlona de aquel pelinegro. Le irritaba.

— Entre, usted es mi alumno preferido de entre todos estos niños ricachuelos con falta de cerebro — se hizo a un lado — Pero eso sí, no quiero que se repita Kang ¿Entendido?

𝗖𝘂𝗽𝗶𝗱𝗼 𝗦𝘁𝗮𝗹𝗸𝗲𝗿 | ˢᵒᵒᵗᵃᵉ ᵃᵈᵃᵖDonde viven las historias. Descúbrelo ahora