Capítulo 3 "la nota"

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Alguien dejó la ventana abierta, lo sé porque puedo ver la cortina moviéndose por el viento, nunca dejo la ventana abierta, mi hermano dice que puede ser peligroso ya que estamos solos la mayoría del tiempo, eso es algo absurdo, pero es comprensible, aunque en realidad no suelen pasar muchas cosas por aquí, es una calle tranquila.
Algo apretaba mi cintura no tanto, pero era incómodo, ¿Por qué no me cambie que hago con esos pantalones?, ni siquiera recuerdo el vestirme así yo que hice ayer?  nuevamente ese sentimiento de confusión aparece en mi pecho... Llevé mis manos a mi cara para intentar despertar, pero todo seguía normal salvo la tinta indeleble de mi mano, suavemente y con algo de miedo volteé mi palma para ver y tenía algo escrito.
—"Herlin Chaves Marín" ¿Quién? ¿Por qué escribí eso? ...Herlin... No recuerdo a ningún actor o amigo llamado Herlin...
Respiré profundo y busqué mi celular por toda la cama, cuando lo encontré revisé la hora era temprano, suspiré aliviado pensando que todo había sido un sueño, se suponía que hoy seria miércoles, pero noté que mi celular parecía...... parecía perder un día, todo un día, era miércoles 23 de agosto, pero era jueves 24... Revise más a fondo mi celular, que otras cosas habían cambiado, pero la encontré, estaba ahí puesta en la pantalla principal con toda la intención de que yo la viera.
Lo mi mano temblaba un poco, estaba lo bastante nervioso y eso, eso no me gustaba, pero la curiosidad por saber que había ahí me mataba.
El sabor que quedó en mi boca tras leerlo fue extraño, el miedo se disipó, un inusual momento de tranquilidad me rodeó, pero no era normal y lo sabía.
Al parecer yo había visto a Franco ¿ayer?, hace tanto que no veía a Franco y trataba de no pensar en ello, él trabaja en la biblioteca Municipal, es el hijo de unos empresarios de minas, sus padres construyeron la biblioteca como apoyo a la comunidad, claro eso dicen ellos, o como dicen mis padres les gusta llamar la atención y remarcar lo buenos que son, la mayoría les adora, pero eso provoca que estén constantemente siendo observados, dicen continuamente que cualquier error terminaría con todo, así que Franco, Karoll mi casi cuñada y Fernando deben ser los hijos perfectos, un ejemplo de jóvenes y estudiantes destacados, y claro como mi hermano se comprometió con la hija ahora hasta nosotros debemos ser exactamente eso si no queremos que se dañe la reputación de la familia de Franco.
Deje de ver a Franco en cuanto pude percatarme de mis "caminos equivocados" como lo llamarían mis padres, pero no es mi culpa que mi madre me haya enseñado a comer de todo y estoy dispuesto a cargar con ello.
Franco me gusta, y eso definitivamente no va con ser perfecto como se nos ha inculcado desde tan pequeños, soy tan consciente de ello que trate de trabajar lo mejor posible en la biblioteca para salir lo más pronto posible, no soportaría mucho a su lado.
Mi celular tiene varios mensajes y llamadas perdidas de Franco.... Varios de ellos van para lo mismo, hablando sobre mi extraño comportamiento de ayer, y preguntando si me encontraba bien, no contesté, no sé qué decir apenas proceso la información.
— La nota, ¿tenía razón?
—La nota dice que me comporté extraño y eso al parecer es verdad, la nota dice igual que debería revolver las fotos eso significa que quien quiera que haya escrito eso, igual vio mi...
— ¡Mis fotos!, todas las fotos que tengo con Franco, que no son pocas, diría que tengo más con Franco que con mi familia, seguro que piensa que soy un loco de las fotos, ¡o al menos ya se dio cuenta que soy... Bisexual!  eso no es tan importante como...
—¿Quién vio las fotos? —Tanto esfuerzo por tratar de esconderlo y ahora, ahora todos lo sabrán... Estoy arruinado y peor aún, puedo arruinar la reputación de Franco.
—Tal vez quien escribió eso no tiene intención de decirlo a nadie, después de todo me dio un consejo, incluso pidió una disculpa por ¿mi comportamiento?, Nada de esto tiene sentido, pero lo empezó a tener cuando baje a desayunar, mi hermano se encontraba leyendo un periódico una de las reglas establecidas por nuestros padres que yo no me molestaba en cumplir, me parecía tan aburrido, pero Roberle es diferente, de verdad quería cumplir con las altas expectativas.
Me senté pensando ese tipo de cosas cuando Roberle que usualmente esta callado durante las comidas me miró preocupado
—¿Cómo te sientes?
—¿hm?
—Les informe a nuestros padres sobre tu comportamiento de ayer
—¿Cual?
—Les comenté, para ser más específico sobre tu petición
—Roberle, sabes que odio que des vueltas
—Me refiero a su ausencia en casa
—¿Dije algo?
—No directamente claro, pero te veías afligido preguntando donde estaban, como si no supieras que están ocupados, supuse que era tu forma de decirme que querías que se los dijera cuando volverían, ¿no querías eso?
—Uh, si, ¡Claro!, gracias hermano
—No es nada, creo que es importante que se den tiempo para ti— dijo eso algo decepcionado, esa mirada triste, me pareció algo deprimente que no se diera cuenta, él también lo necesitaba, pero, era tan serio y se había enfrascado en ese papel que se convenció que yo era un niño, como si fuera un adulto de verdad
—Entonces ¿Qué te han dicho?
—-Mmm... Esperan darse un tiempo en algunos meses, ahora tienen muchos proyectos y resultaría imposible, próximamente, tomarán en cuenta la petición
—Está bien —Sonreí, Roberle me miró, aún más preocupado, se levantó y no dijo más, no lo miré irse, pero lo escuché.
Mi hermano es muy serio, pero siempre ha sido el intermediario entre mis padres y yo, incluso sin que yo se lo pida, no puedo contar las veces que se echó la culpa de alguna travesura mía, las otras en que recibió los golpes en mi lugar, cuando dio la cara por mí en el pedagógico porque nuestros padres no tenían tiempo, e incluso ahora, pidiéndoles venir por mí, cosa que tampoco es fácil para él... No le gusta pedirles nada, si puede evitarlo estaría más tranquilo.
Cuando voy a ver a Berza sólo quedo peor, está como siempre bastante animada y divertida, es ella quien más energía me da, me contagia su alegría lo primero que me dice al verme llegar es;
—¿Quieres ir a la biblioteca de nuevo?
—A donde quieras Berza
—¿Dónde yo quiera?, pero Milder. ¿De nuevo con los “donde quieras"
—¿de qué hablas?, sabes que soy malo decidiendo
—Pero ayer, eras tan firme, tan decidido, tus ojos mostraban seguridad, digo a pesar de que te perdiste jajaja, creí que realmente al fin, sabes...
—¿Qué cosa?
—Que te enfrentarías a Franco
—fingiré que no me has dicho cobarde
—Querido amigo, ¡yo sé que no lo eres!, deseo tanto que los demás te conozcan como yo te conozco, pero no, los demás te ven como un príncipe de hielo... Me pregunto si algún día permitirás que te conozcan
—Es estúpido, perdería todo
—Y ganarías más!, porque a diferencia de todos los que ahora te siguen porque te creen perfecto te seguirán porque te han conocido y aun así te quieren
—Jajaja tu eres la única que quisiera ser mi amiga en ese caso.
—Basta con uno verdadero
—Entonces me basta contigo
—Mmm, bueno también debo decir, además de todo ayer igual te mostrabas más a la defensiva
—¿contigo?
—Con Franco, buena táctica lo dejarás enteramente confundido y te buscará, eres listo Milder
Berza se dio la vuelta dirigiéndose al salón, seguida por mí, que ahora empezaba a entender un poco más lo que pasaba.

Your name, the red thread and the arrival of the green cometDonde viven las historias. Descúbrelo ahora